Las tijeras sociales del Govern y las escuelas de Caldes

viñeta el roto

Dice Francesc Homs, el candidato de Democràcia i Llibertat (la marca tras la que se esconde Convergència Democràtica de Catalunya para intentar borrar un rastro de corrupción que apesta tanto como el del PP) para las elecciones del 20 de diciembre, que el Govern de la Generalitat tiene y ha tenido una sensibilidad inequívocamente social. Que está comprometido más que nunca con los servicios públicos y con las necesidades de las principales víctimas de la crisis (de la estafa diría yo). “No explicar que los recortes son consecuencia del Estado a los que más lo necesitan es hacerles un flaco favor”, afirma, y se queda tan ancho.

Es evidente que el PP tiene la sensibilidad social de una apisonadora, la que ha utilizado los últimos cuatro años para destruir el Estado del bienestar, y es evidente también que en Catalunya no hemos recibido un trato precisamente cariñoso por parte del gobierno central. Pero tan evidente como eso es que en CiU, CDC, Democràcia i Llibertat, o como se quieran llamar, han disfrutado a lo grande recortando a placer todo aquello que oliese a servicio público; recortando y privatizando, trasladando a los amiguetes del sector privado cualquier cosa con la que se pudiera hacer negocio y, de paso, sacarse unas perras en comisiones.

Oigo al señor Homs, encendido patriota catalán desde que su líder Artur Mas decidió subirse al barco con destino a Ítaca como tabla de salvación, y me duele la mandíbula de tanto apretar los dientes. Me cabrea, me indigna y, aunque mi capacidad de sorpresa ha quedado reducida casi a la nada, semejante grado de cinismo consigue que me pregunte si cabe la vergüenza en el metabolismo de demasiados dirigentes políticos. Seguir leyendo «Las tijeras sociales del Govern y las escuelas de Caldes»

Jo vull votar, però puc esperar / Quiero votar, pero puedo esperar

forges

(La versión en castellano está a continuación de la catalana)

La gestió del conflicte català per part de les institucions de l’Estat no podria ser més lamentable. Fa temps que dic (i molta altra gent) que la principal màquina de fabricació d’independentistes és el PP, el Tribunal Constitucional i tota la caspa reaccionària espanyola, inclòs, evidentment, bona part del PSOE, la que té via lliure als mitjans de comunicació de les grans corporacions mediàtiques.

No em posaré ara a buscar les arrels del problema. Tothom les coneix. Cada negativa a escoltar, cada “no”, cada “la Constitució no ho permet”, cada “en un Estat de dret s’han de complir les lleis” l’únic que ha aconseguit és fer la bola més gran, fins que hem arribat al moment en què no hi ha sortida possible: el govern espanyol no cedirà ara que s’ha suspès la consulta i el govern català no té opció de fer-se enrere en el desafiament a l’immobilisme espanyol. Seguir leyendo «Jo vull votar, però puc esperar / Quiero votar, pero puedo esperar»

Jo vull votar / Quiero votar

Viñeta fronteras

(La versión en castellano está a continuación de la catalana)

Vull votar el 9N. Votar no pot fer mai mal a ningú, i menys quan el que podrà convocar el Govern és una consulta, no un referèndum vinculant. No entenc quin problema hi ha a conèixer l’opinió de la gent.

Jo no vull la independència de Catalunya perquè m’il·lusiona molt més el repte de lluitar per la regeneració de l’Estat. No veig cap avantatge a la independència ni tinc cap sentiment patriòtic que em faci desitjar-la, però, evidentment, respecto profundament tot aquell qui tingui el somni de viure en una Catalunya independent. Seguir leyendo «Jo vull votar / Quiero votar»

En defensa de la educación pública

Viñeta Forges huelga educación

Cuando era pequeño, con 3 o 4 años, participé en mis primeras movilizaciones en defensa de los derechos sociales. Recuerdo que estuvimos encerrados en la iglesia del barrio –Sant Crist de Can Cabanyes, un núcleo obrero en el extrarradio de Badalona, entonces una ciudad industrial a las afueras de Barcelona–, reclamando la construcción de una escuela pública. Seguir leyendo «En defensa de la educación pública»

Seamos felices en la irrealidad de Matrix

Montaje de El Jueves

Madrid aspira por enésima vez a convertirse en sede de unos Juegos Olímpicos. En unas horas sabremos si se los conceden. Hasta Buenos Aires se ha desplazado una delegación española compuesta por ciento y la madre (dudo mucho que cada uno de los desplazados se haya pagado el viaje y la estancia de su bolsillo, pero vamos, seguro que el dinero sale de algún patrocinador patriota) para asistir en directo al anuncio del Comité Olímpico Internacional. Estaría bien ver a la alcaldesa Ana Botella, doctorada en Filología inglesa como mínimo (la rueda de prensa del jueves fue la prueba fehaciente), igual que su marido el de las Azores o el rey de los percebes, también conocido como el presidente plasmado o, más cariñosamente, el señor de los chuches… Decía que estaría bien ver a la Bottle y su colla dar los saltos de alegría que protagonizó Pasqual Maragall hace como 27 años, cuando el señor aquel de pasado un tanto sospechoso que presidía el COI dijo aquello de “à la ville de Barsalona”. Seguir leyendo «Seamos felices en la irrealidad de Matrix»

Cuando las personas importan menos que la cuenta de resultados

Niños en Líbano
Líbano. Luca Kleve-Ruud /Save the Children

“El año acababa con más de dos millones de niños y niñas viviendo bajo el umbral de la pobreza. La cifra de familias con todos sus miembros en paro y con hijos a su cargo no deja de crecer. Los más pequeños se están viendo privados de derechos fundamentales, recogidos en la Convención sobre los derechos del niño de Naciones Unidas, como el derecho a un nivel de vida adecuado para su correcto desarrollo físico y mental. Niños que no tienen una alimentación adecuada, que se ven privados de actividades extraescolares o que sufren en casa el estrés de sus padres. Los niños están siendo los más afectados por una crisis de la que no son responsables”. Seguir leyendo «Cuando las personas importan menos que la cuenta de resultados»

Érase un Estado que no creía en la educación

educacion

Muchos miles de personas han salido a la calle este jueves para reclamar una educación de calidad. Para protestar contra la enésima reforma de la ley educativa y pedir, de paso, la dimisión o destitución del ministro José Ignacio Wert, uno de los personajes más siniestros que haya pasado por el gobierno español. Cientos de miles de estudiantes, maestros, profesores y personal de los centros educativos han hecho huelga (otros muchos no), convencidos de que la presión social es necesaria en momentos tan lastimosos como el que estamos viviendo; de que es nuestra única defensa frente a las tropelías que está cometiendo el poder (político y financiero). De momento, lo que han conseguido es que el Consejo de Ministros de este viernes no apruebe la Ley Wert. El PP no quiere echar más leña al fuego de la contestación ciudadana y ha pedido al ministro que busque el consenso para no volver a aparecer solos en la foto. Después de todo, tratándose de una reforma ideológica sin aparentes implicaciones económicas, no hay tanta prisa por aprobarla. Seguir leyendo «Érase un Estado que no creía en la educación»