Muchos miles de personas han salido a la calle este jueves para reclamar una educación de calidad. Para protestar contra la enésima reforma de la ley educativa y pedir, de paso, la dimisión o destitución del ministro José Ignacio Wert, uno de los personajes más siniestros que haya pasado por el gobierno español. Cientos de miles de estudiantes, maestros, profesores y personal de los centros educativos han hecho huelga (otros muchos no), convencidos de que la presión social es necesaria en momentos tan lastimosos como el que estamos viviendo; de que es nuestra única defensa frente a las tropelías que está cometiendo el poder (político y financiero). De momento, lo que han conseguido es que el Consejo de Ministros de este viernes no apruebe la Ley Wert. El PP no quiere echar más leña al fuego de la contestación ciudadana y ha pedido al ministro que busque el consenso para no volver a aparecer solos en la foto. Después de todo, tratándose de una reforma ideológica sin aparentes implicaciones económicas, no hay tanta prisa por aprobarla. Seguir leyendo «Érase un Estado que no creía en la educación»