También Catalunya es de derechas

Eleccions Parlament 2017

La gente de bien no entiende que los barrios obreros de Catalunya hayan propiciado que Ciudadanos haya sido el partido más votado en las elecciones autonómicas de este 21 de diciembre. Me prometí no volver a escribir sobre política catalana porque no tenía nada más que decir y, lamentablemente, durante los próximos años no va a ocurrir nada políticamente significativo que me vaya a hacer cambiar de parecer. De todas formas, sí me apetece hacer un análisis rápido sobre lo sucedido esta noche y, concretamente, sobre la escalada espectacular de Ciudadanos durante los últimos años.

Leo comentarios sorprendidos, indignados y cargados de desprecio, escritos desde esa superioridad moral que emana de parte del independentismo y de la izquierda «pura», respecto a la victoria de Inés Arrimadas y su equipo. No lo entienden. Tratan a sus votantes de ignorantes y fachas, y no dudo que algunos lo sean. Aunque (atención, noticia) la ignorancia no es patrimonio de una opción política concreta; tampoco el fascismo ni el supremacismo. Seguir leyendo «También Catalunya es de derechas»

El miedo a la izquierda y el sainete catalán

viñeta pacto psoe-pp

El clima político anda bastante crispado, en España y en Catalunya. Eso, que no aporta nada desde el punto de vista constructivo, sin embargo creo que en este caso es síntoma de que se están moviendo no pocas cosas que se habían mantenido monolíticas desde hace décadas. Tienen razón quienes afirman que estamos viviendo una segunda transición, o, al menos, nos encontramos en disposición de vivirla. Veremos hasta qué punto los actores de la función se atreven a aceptar el reto.

Los actores no son sólo los dirigentes políticos que copan espacios en los medios de comunicación, sino que todos tenemos nuestra cuota de protagonismo y responsabilidad. La ciudadanía ha tomado la iniciativa y aunque los cambios no van a suceder de un día para otro, el actual momento lleva gestándose varios años (desde el 15 de mayo de 2011, en mi opinión), y es ahora cuando afloran los primeros resultados.

Escribía el otro día que el cambio es ya imparable. Lo creo de veras. Las reacciones que los partidos tradicionales, los autoerigidos defensores del régimen constitucional (pero sólo de aquellas partes de la Constitución que interesan a la oligarquía que ostenta el poder), están teniendo tras los resultados de las elecciones del 20 de diciembre, hacen que me reafirme en ello. Seguir leyendo «El miedo a la izquierda y el sainete catalán»

La funció arriba al desenllaç / La función llega al desenlace

Mas retallades

(La versión en castellano, a continuación de la catalana)

Catalunya està pendent de la decisió d’una assemblea de poc més de 3.500 persones, que votaran diumenge si Artur Mas reedita la presidència del Govern de la Generalitat o si anem a noves eleccions autonòmiques, nacionals, (re)plebiscitàries, o com vulgueu batejar-les.

Perquè al cap i a la fi, per molta decoració que hi vulguin posar uns i altres, per molts ingredients que hi vulguin afegir, la negociació entre Junts pel sí i la CUP no és més que teatre. Una funció que dura ja tres mesos i en què l’únic que veritablement importa és si el messies convergent prorrogarà la seva estada al palau de la plaça Sant Jaume.

Era evident, se sabia des de la nit del 27 de setembre, que Convergència mai proposaria un candidat alternatiu. Conservar la presidència en una llista conjunta va ser la condició irrenunciable per avançar les eleccions, el gripau que es va empassar ERC (certament, la lleialtat dels republicans està sent encomiable) en el camí cap a la independència. Seguir leyendo «La funció arriba al desenllaç / La función llega al desenlace»

¿Decepción? No, el cambio es imparable

Hermano Lobo

La reacción en caliente es maldecir de nuevo porque en España tenemos lo que nos merecemos. Más de siete millones de personas han vuelto a votar por una organización criminal para que gobierne el país. Otros 5,5 millones lo han hecho por un partido que la última vez que gobernó renunció por completo a su ideario supuestamente socialista para obedecer el dictado de la élite financiera europea.

El cambio no ha sido posible. Podemos se ha quedado muy lejos de poder presentarse como alternativa de gobierno: 21 escaños por detrás de los 90 del PsoE, y a 54 de los 123 del PP (a falta de contabilizar el voto por correo y el de los residentes en el extranjero). Mucho peor le ha ido a Ciudadanos, el relevo elegido por el sistema para que nada cambiase: 40 diputados.

Sin embargo, después de seguir la jornada electoral con toda la intensidad, escuchando análisis, leyendo interpretaciones y digiriendo números, mi conclusión es que el cambio es ya imparable. Seguir leyendo «¿Decepción? No, el cambio es imparable»

Las tijeras sociales del Govern y las escuelas de Caldes

viñeta el roto

Dice Francesc Homs, el candidato de Democràcia i Llibertat (la marca tras la que se esconde Convergència Democràtica de Catalunya para intentar borrar un rastro de corrupción que apesta tanto como el del PP) para las elecciones del 20 de diciembre, que el Govern de la Generalitat tiene y ha tenido una sensibilidad inequívocamente social. Que está comprometido más que nunca con los servicios públicos y con las necesidades de las principales víctimas de la crisis (de la estafa diría yo). “No explicar que los recortes son consecuencia del Estado a los que más lo necesitan es hacerles un flaco favor”, afirma, y se queda tan ancho.

Es evidente que el PP tiene la sensibilidad social de una apisonadora, la que ha utilizado los últimos cuatro años para destruir el Estado del bienestar, y es evidente también que en Catalunya no hemos recibido un trato precisamente cariñoso por parte del gobierno central. Pero tan evidente como eso es que en CiU, CDC, Democràcia i Llibertat, o como se quieran llamar, han disfrutado a lo grande recortando a placer todo aquello que oliese a servicio público; recortando y privatizando, trasladando a los amiguetes del sector privado cualquier cosa con la que se pudiera hacer negocio y, de paso, sacarse unas perras en comisiones.

Oigo al señor Homs, encendido patriota catalán desde que su líder Artur Mas decidió subirse al barco con destino a Ítaca como tabla de salvación, y me duele la mandíbula de tanto apretar los dientes. Me cabrea, me indigna y, aunque mi capacidad de sorpresa ha quedado reducida casi a la nada, semejante grado de cinismo consigue que me pregunte si cabe la vergüenza en el metabolismo de demasiados dirigentes políticos. Seguir leyendo «Las tijeras sociales del Govern y las escuelas de Caldes»