(La versión en castellano está a continuación de la catalana)
Vull votar el 9N. Votar no pot fer mai mal a ningú, i menys quan el que podrà convocar el Govern és una consulta, no un referèndum vinculant. No entenc quin problema hi ha a conèixer l’opinió de la gent.
Jo no vull la independència de Catalunya perquè m’il·lusiona molt més el repte de lluitar per la regeneració de l’Estat. No veig cap avantatge a la independència ni tinc cap sentiment patriòtic que em faci desitjar-la, però, evidentment, respecto profundament tot aquell qui tingui el somni de viure en una Catalunya independent.
La mobilització d’avui ha tornat a ser un èxit rotund. Però que es deixin d’eufemismes: no era una mobilització per la consulta, sino per la independència, com ho han estat les dels anys anteriors. Jo no em mobilitzaré mai per la independència, com no ho faré per la unitat de l’Estat. Els patriotismes em posen malalt. Com va dir Lorca: «Estoy más cerca del buen chino que del mal español. Soy un hombre de este mundo y hermano de todos. No creo en las fronteras políticas«.
Tampoc no em mobilitzaré mai al costat dels qui han maltractat l’Estat del benestar, dels que han fet de la política un mitjà per enriquir-se, dels que retallen per convenciment ideològic amb l’excusa de la crisi.
S’especula ara amb què si la maquinària de l’Estat impedeix la consulta el Govern convocarà eleccions plebiscitàries amb la pretensió que tots els partits que donen suport a la consulta formin una llista unitària.
Jo sóc votant d’ICV. No hi milito ni militaré mai ni en aquesta ni en cap altra formació política, però m’identifico força amb el programa polític d’Iniciativa. Ara bé, si acaben afegint-se a aquesta llista unitària per la independència, que no comptin amb el meu vot. Jo no votaré mai CiU. La independència és un objectiu polític totalment legítim, però segons el meu parer, absolutament secundari, així que mai donaré suport a cap partit, coalició o llista unitària que prioritzi les qüestions sobiranistes o identitàries sobre les polítiques socials, que són les que realment tenen incidència sobre la població.
Quiero votar el 9N. Votar no puede hacer nunca daño a nadie, y menos cuando lo que podrá convocar el gobierno catalán es una consulta, no un referéndum vinculante. No entiendo qué problema hay en conocer la opinión de la gente.
Yo no quiero la independencia de Catalunya porque me ilusiona mucho más el reto de luchar por la regeneración del Estado. No veo ninguna ventaja a la independencia ni tengo sentimiento patriótico alguno que me haga desearla, pero, evidentemente, respeto profundamente a quien tenga el sueño de vivir en una Catalunya independiente.
La movilización de hoy ha vuelto a ser un éxito rotundo. Pero que se dejen de eufemismos: no era una movilización por la consulta, sino por la independencia, como lo han sido las de los años anteriores. Yo no me movilizaré nunca por la independencia, como no lo haré por la unidad del Estado. Los patriotismos me ponen enfermo. Como dijo Lorca: «Estoy más cerca del buen chino que del mal español. Soy un hombre de este mundo y hermano de todos. No creo en las fronteras políticas«.
Tampoco me movilizaré nunca junto a quienes han maltratado el Estado del bienestar, de los que han hecho de la política un medio para enriquecerse, de los que recortan por convencimiento ideológico con la excusa de la crisis.
Se especula ahora con que si la maquinaria del Estado impide la consulta el Govern convocará elecciones plebiscitarias con la pretensión de que todos los partidos que apoyan a la consulta formen una lista unitaria.
Yo soy votante de ICV. No milito ni militaré nunca ni en esta ni en ninguna otra formación política, pero me identifico bastante con el programa político de Iniciativa. Ahora bien, si acaban añadiéndose a esa lista unitaria por la independencia, que no cuenten con mi voto. Yo no votaré nunca a CiU. La independencia es un objetivo político totalmente legítimo, pero según mi parecer, absolutamente secundario, así que nunca apoyaré a ningún partido, coalición o lista unitaria que priorice las cuestiones soberanistas o identitarias sobre las políticas sociales, que son las que realmente tienen incidencia sobre la población.
Jo també vull votar / Yo también quiero votar
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A veure què acaba passant…
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Buenos días:
Yo estoy con Lorca, en cuanto a la independencia, creo que todo ha de hacerse con la legalidad y también digo algo quien no quiere estar conmigo pues que no esté, pero lo siento mucho, quiero a Cataluña y tengo grandes amigos catalanes y siento que se marchen, pero si es lo quieren allá ellos.
Te felicito por el post.
Un abrazo
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No sé si los catalanes queremos mayoritariamente la independencia. Hay muchos que sí, desde luego, y son muy activos, pero sigo pensando que en un referéndum vinculante ganaría el no. En Catalunya siempre ha habido independentistas, que lo son por razones sentimentales. Gracias a la crisis y al menosprecio de los últimos gobiernos españoles se han encontrado con el apoyo de otros muchos a los que jamás se les habría pasado por la cabeza reivindicar un Estado propio. Pero éstos no son ni nacionalistas ni independentistas. Muchos apoyan la independencia de forma coyuntural y creo sinceramente que con el auge de alternativas ilusionantes en España, como Podemos, la opción independentista va a perder fuerza… siempre que al PP no se le ocurra adoptar medidas radicales para impedir la consulta.
Gracias, Carmen. Un abrazo.
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Gracias a ti por tu gran contestación estoy de acuerdo, aunque con lo último, estoy preocupada creo que nos podemos llevar un susto con el gobierno esperemos que no
Un abrazo desde el cariño !
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A mí también me gustaría tener la opción de voto porque nací en Barcelona en el 78 y mis padres, mis hermanos y gran parte de mi familia vive allí. No voy a decir que todavía me siento catalán después de llevar 13 años en Andalucía, pero tampoco voy a decirte que me siento andaluz. En realidad no me siento nada. Yo soy de esos ingenuos que se piensan ciudadanos del mundo y, si acaso, ciudadano de mi bloque y de mi calle, que es con quienes comparto más directamente cualquier problema.
Yo en su día les decía a unos amigos que, dada la situación económica, Andalucía tenía bastantes motivos para independizarse y lo raro es que no hubiera una movilización. Me miraban raro.
La «amenaza» de la independencia ha sido siempre una manera de que Cataluña sacara todas la pasta posible al estado. Y me parece bien, pero ha sido un recurso que ha enaltecido a muchos que sienten Cataluña de verdad. Los políticos de turno no creo que la sientan de esa forma, por lo menos los que ahora tienen la voz cantante, y me refiero a CiU. Por eso me fastidia un poco que esto no sea nada más que un paripé y se quede en nada. Otra cosa será si en las siguientes elecciones sale ERC o algún que otro partido independentista serio, que a este paso es lo que va a suceder. Entonces otro gallo cantará.
En realidad no creo que sea solución a nada. Estoy un poco cansado de tantas noticias en la televisión sobre la independencia y a veces me pregunto si no es una manera de marear la perdiz y evitar que pensemos en otras cosas. Sé que está manido, pero es lo que pienso. En fin, que juntos arreglamos más cosas que separados. Pero, claro, apoyo el derecho a votar y decidir, cómo no.
¡Un saludo!
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Pues ya somos dos de esos que nos sentimos ciudadanos del mundo, como Lorca. Me consta que hay muchos más.
No creo que el independentismo haya sido nunca una amenaza… hasta que el Constitucional se cepilló el Estatut, hasta que se impulsaron desde España campañas de boicot al cava, hasta que se empezaron a hacer correr bulos sin fundamento sobre el supuesto maltrato que el castellano recibe en Catalunya, hasta que nos despreciaban por insolidarios… En fin, que el marrón del independentismo lo han abonado desde «Madrid». El PP y buena parte del PSOE son máquinas de fabricación de independentistas funcionando a todo trapo y ahora no saben (ni quieren) encontrar el enchufe para desconectar las máquinas.
También a mí me gustaría que pudieras votar, tú y todos los catalanes que viven fuera de Catalunya.
¡Un abrazo!
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El paràgraf on s’esmenta a Lorca m’ha sobreagradat!
El párrafo donde se menciona a Lorca me ha «sobregustado»
Salu2
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Es una declaración profundamente humanista y eternamente moderna. Hay que ser muy cerril para no estar de acuerdo con ella. Saludos.
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Si la Política, con mayúsculas, brilla por su ausencia desde que los políticos se dedican a sus intereses y no a los de todos; estas pretensiones independentistas pueden servir para algo positivo y renovador: algo así como un zarandeo colectivo para remover desde instituciones hasta individuos y hacernos conscientes de que debemos ser (ciudadanos, parlamentos, diputados, presidentes…) participes, desde nuestras respectivas individualidades, del futuro.
Ojalá esa consulta se realizara en todas las tierras de España.
!Yo también quiero votar en Andalucía¡
Política ¡YA!
Salud
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Ay, la política, cómo la están maltratando… Sufrimos a unos dirigentes de un perfil tan bajo que jamás recurrirán a la negociación política de una forma abierta. La política es su medio de vida, no el medio para buscar soluciones a los problemas de la ciudadanía.
Necesitamos renovar nuestra educación democrática, reclamar nuestros derechos políticos, que son mucho más amplios (o deberían serlo) que votar cada cuatro años. Afortunadamente, parece que movimientos como Podemos y Guanyem están cambiando el panorama y amenazan (por fin) muy seriamente los oxidados cimientos de un sistema absolutamente rancio y manifiestamente inútil.
Y sí, el movimiento independentista es otro ejemplo de emancipación ciudadana. La calle está marcando la agenda de la política catalana, ha tomado claramente la delantera y los partidos no han tenido más remedio que sumarse al carro. Sin embargo, creo que no debemos caer en el error de considerar a esa numerosísima masa como la voz única de Catalunya. Aquí hay muchos más matices.
Saludos!
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Es tracta d’un tema complex i que porta implícites passions i opinions no sempre ben avingudes. T’agraeixo molt la sinceritat del teu post, jo tampoc entenc quin és el problema de saber la opinió de la gent, després ja es veurà, tampoc entenc que uns governs democràtics i legítims s’enroquin en les seves postures, repetint sempre els mateixos arguments com un disc ratllat. El problema real arrenca en part amb el recurs contra l’Estatut (que ja estava votat, aprovat, refrendat i no sé què més, i no oblidem que el recurs el van interposar aquells que ara invoquen la legalitat), amés de la virulenta campanya mediàtica que ho va acompanyar; al final el tema està assolint una dimensió tal que fa difícil de preveure el seu desenllaç. Moltes gràcies pel teu article, una mica d’aire fresc en mig d’aquest batibull!
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Tens tota la raó. L’independentisme mai ha estat majoritari a Catalunya, fins que des de Madrid van començar a tractar-nos com a menors d’edat que havien d’obeir els pares per moltes bronques i lletjos que ens fessin. El problema l’han creat ells i ara no volen saber res de buscar solucions. Amb les prohibicions, la Constitució i el compliment de les lleis no convenceran la gent d’aturar les seves reivindicacions. Jo tampoc m’atreveixo a predir què passarà. Espero que s’imposi el seny.
Gràcies a tu. Una abraçada!
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A mi, que ni me va ni me viene, sí me gustaría que la población catalana pudiera dejar su voto sobre el tema. Y, Benjamín, estoy contigo, y me quedo con las políticas sociales que tanta falta nos hacen a todos.
Magnífico post. Un abrazo!
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Muchas gracias! Es que mientras no permitan votar se va a continuar alimentando el conflicto. Si se hiciera la consulta quedaría todo claro y un ambiente mucho más relajado. Un abrazo!
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