Estos últimos días he estado dándole vueltas a qué podría hacer para ayudar de forma efectiva a los cientos de miles de refugiados que están llegando a Europa empujados por las guerras que han convertido a Siria, Irak y otros países de Oriente Medio y África en auténticas pesadillas de las que cualquiera querría huir.
Desde que empecé con ‘la recacha’, en enero de 2013, he escrito unos cuantos artículos con el objetivo de, en la medida de mis posibilidades, dar visibilidad a carnicerías como la que empezó hace más de cuatro años en Siria, que ya ha obligado a prácticamente la mitad de la población a buscar refugio en países del entorno (me río de los ignorantes que dicen que por qué no los acogen en países vecinos, sin haber invertido ni un segundo en informarse sobre los desbordados campamentos de Líbano, Jordania o Turquía) o a lanzarse a la aventura a menudo mortal de cruzar el Mediterráneo, convencidos de que nada puede ser peor que lo que dejan atrás. No siempre es así, y el vergonzoso espectáculo xenófobo e inhumano al que estamos asistiendo este final de verano por parte de las autoridades de no pocos Estados europeos lo demuestra. Seguir leyendo «#LibrosSolidarios»