Yo ya no sé qué tiene que pasar

Viñeta de Eneko
Demoledora viñeta de Eneko, despedido de ’20 minutos’, quizás, digo yo, por ser demasiado explícito.

En febrero del año pasado dos titiriteros que actuaban en el carnaval de Madrid fueron encarcelados por enaltecimiento del terrorismo. Pasaron varios días entre rejas y, casi un año después, la causa abierta contra ellos fue definitivamente archivada. Casi un año pendientes de las decisiones de los tribunales para saber si tendrían que ir a juicio. Por una inofensiva obra de marionetas.

En octubre de 2016, durante las fiestas de la localidad navarra de Altsasua, un grupo de jóvenes se enzarzó en una pelea, de madrugada, con varios guardias civiles de paisano, a la salida de un bar. Detuvieron a ocho de ellos y la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela (la misma que ha enviado a la cárcel a nueve (ex)consellers de la Generalitat) decretó prisión preventiva incondicional por delitos de terrorismo. La fiscalía solicita entre 50 y 62 años de cárcel. Llevan casi un año entre rejas, sin fecha aún para el juicio.

Hoy doce raperos del colectivo La Insurgencia declaraban también ante la Audiencia Nacional, acusados de enaltecimiento del terrorismo por las letras de sus canciones. La fiscalía pide dos años y un día de cárcel para cada uno de ellos.

Desde el 16 de octubre los líderes de las entidades catalanistas ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, se encuentran en prisión preventiva, decretada por la jueza Lamela (esta tarde la Audiencia Nacional ha rechazado el recurso de apelación presentado por sus abogados), acusados de sedición por las manifestaciones de los días 20 y 21 de septiembre, que convocaron como respuesta a los registros policiales en dependencias de la Generalitat y la detención de varios cargos políticos y técnicos por su implicación en la organización del referéndum por la independencia del 1 de octubre.

Ayer la jueza Lamela, a instancias del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, envió a prisión a nueve de los consellers depuestos por el gobierno español como consecuencia de la aplicación del artículo 155 (hoy ha quedado libre uno de ellos, Santi Vila, quien dimitió antes de la declaración de independencia, bajo fianza de 50.000 euros). Están acusados de rebelión, sedición y vaya a saber usted qué más cosas terribles. El president Carles Puigdemont y otros cuatro consellers no les acompañaron porque están “refugiados” en Bruselas, a la espera de que se resuelva la orden de búsqueda y captura internacional que hace un rato ha cursado la misma jueza. Seguir leyendo «Yo ya no sé qué tiene que pasar»

Certezas y preguntas

Carlos Montañés - El Periódico
Miquel Iceta, junto a dirigentes del PP, este domingo en Barcelona.   Foto: Carlos Montañés / El Periódico

Certezas:

El 21 de diciembre habrá elecciones autonómicas en Catalunya convocadas por el gobierno español como consecuencia de la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

PP, Ciudadanos y PSC están felices por ello, y este domingo lo celebraban con una gran manifestación por las calles de Barcelona, por la unidad de España, que, como siempre que convocan los nacionalistas españoles, ha acabado con agresiones de grupos nazis y fascistas. Muy preocupante. Por contra, gran noticia la multitudinaria manifestación antifascista del sábado en Valencia.

Foto de Mehdi Chebil
Nazis enfrentándose a la policía catalana en Barcelona.   Foto: Mehdi Chebil

Catalunya en Comú, el partido liderado por Xavier Domènech y Ada Colau, ya ha anunciado que se presentará y que no lo hará en coalición ni con independentistas ni con nacionalistas españoles. Podemos en Catalunya, en cambio, tiene un cacao mental importante. Albano Dante Fachin, su líder, va bastante a su bola, igual que la diputada Àngels Maria Castells, que no esconde su independentismo, lo cual le hace preguntarse a uno para qué es necesaria una formación cuyo espectro ideológico ya lo cubren la CUP y ERC, si cada vez es más difícil encontrar las diferencias en el discurso identitario.

Albano Dante apuesta por una gran coalición soberanista que se enfrente a la previsible coalición españolista (PP + Cs y ya veremos si PSC; a Miquel Iceta se le veía hoy muy acaramelado con sus “rivales” de la derecha), en defensa, supongo, de la República Catalana. Seguir leyendo «Certezas y preguntas»

No habrá independencia de Catalunya

Ferran Martín/La República

Lanzo mi pronóstico, tan válido como el de cualquier otra persona sin acceso a fuentes informativas fiables: Catalunya no va a conseguir la independencia, no al menos a corto y medio plazo. Ya no se trata de una cuestión de legitimidades, de que a mí me parezca bien o mal, o de lo que digan unos y otros. Es la sensación que me queda después de tantos días de tensión en los que parecía que se avecinaba el apocalipsis.

En mi opinión, España tiene un problema aún mayor que la independencia de Catalunya, al que dediqué mi anterior artículo: la bestia del fascismo, que con la excusa de la afrenta secesionista anda desatada, impune y blanqueada por los medios. Este jueves, para celebrar el día de la hispanidad, los salvajes han protagonizado una vergonzosa batalla campal en el centro de Barcelona y, como cada 12 de octubre, han exhibido su asquerosa ideología en Montjuïc, con total libertad para quemar banderas, hacer apología del nazismo, insultar y amenazar.

No me voy a repetir. Hoy pretendo explicar por qué creo que el movimiento independentista se va a desinflar en las próximas semanas, a no ser que a Rajoy se le vaya la mano en la estrategia represiva. Obviamente, el independentismo no se va a esfumar de la noche a la mañana. De hecho, no se va a esfumar lo más mínimo, pero sí creo que va a replegar velas, no por culpa de la intransigencia del gobierno central (que ha sido desde 2007 la principal fábrica de independentistas), sino por las disensiones internas. Seguir leyendo «No habrá independencia de Catalunya»

La cruda realidad

Viñeta New York Times
Viñeta sobre el conflicto catalán publicada en The New York Times.

Es muy difícil escribir sobre los sucesos del 1 de octubre y todo lo relativo al conflicto entre Catalunya y España sin molestar a alguien. Cuando las posturas se radicalizan tanto, ni siquiera el espectáculo del domingo consigue poner de acuerdo a quienes ya se han formado una opinión sobre lo que está pasando.

Yo intento explicar que la represión policial contra quienes querían votar en un referéndum ilegal según la legislación española sobrepasa la cuestión de la “afrenta secesionista”. Quizás os hayáis enterado de lo que está pasando en Murcia, donde decenas de miles de personas llevan protestando sin descanso desde hace tres semanas por las obras del AVE, que partirán la ciudad por la mitad. Allí la policía también está repartiendo palos de lo lindo, y dudo mucho que los murcianos sientan una especial simpatía por los independentistas catalanes; incluso dudo que estén planeando la secesión de la ciudad. Simplemente, se manifiestan contra una actuación que consideran que les perjudica. Puesto que nadie les ha tomado en cuenta a la hora de diseñar el proyecto urbanístico, la única vía que les queda para ser escuchados es echarse a la calle. Y el poder, como siempre que alguien decide pasar a la acción, por muy pacífico que sea en sus demandas, recurre a la represión. El monopolio de la fuerza lo llaman, cuyo único objetivo es intimidar e infundir miedo para que la gente se quede quietecita en sus casas. Seguir leyendo «La cruda realidad»

Una sensación extraña

Llevo días dándole vueltas a este texto. Reflexiones, ideas sueltas, algún párrafo en mi cabeza, noticias y artículos de opinión que me hacen matizar lo que pensaba o reafirmarme en ello…, pero sobre todo sensaciones, sensaciones extrañas que no recuerdo haber tenido nunca. Va a ratos. Hay momentos en que me inquieta lo que está pasando pero más lo que puede pasar, y otros en que miro alrededor y todo está más o menos como siempre. La gente hace su vida cotidiana y me digo que la tormenta pasará y seguiremos más o menos igual. Ojalá.

He escrito ojalá, sí. Me chirría bastante. No me tengo por una persona conformista ni conservadora, pero es que lo que está ocurriendo en Catalunya estos días es preocupante. Los registros policiales en edificios públicos, imprentas, medios de comunicación; la intervención de las cuentas de la Generalitat; las detenciones… Con el PP en el gobierno, la aventura independentista estaba cantado que era una práctica de alto riesgo, sabiendo de antemano, como todo el mundo sabía, que el acuerdo para un referéndum era imposible.

Los impulsores del “procés” se liaron la manta a la cabeza y con Carles Puigdemont al frente se han atrevido a mantener el pulso (parece que) hasta el final, cosa que no hizo Artur Mas. Sabiendo que la ultraderecha española (el PP) lleva el gen del franquismo bien implantado y que jamás aceptará unas tablas si puede vencer por aplastamiento. La derecha española sólo es demócrata cuando gobierna; la democracia es un estorbo para sus propósitos. Seguir leyendo «Una sensación extraña»

La gran estafa

consulta

(La versión en castellano está después de la catalana)

Jo volia votar. Defenso el dret a decidir dels catalans, com defenso el dret a decidir de tota persona respecte a qualsevol aspecte que influeixi sobre la seva vida. És a dir, defenso el dret a decidir referit a la identitat nacional, però també respecte a les retallades socials, el rescat del sistema financer, el pagament del deute públic, la privatització dels serveis públics i qualsevol altra decisió rellevant. Per deixar-ho clar, de totes les qüestions sobre les que una persona hauria de poder opinar en democràcia, les identitàries són les que menys m’interessen.

És evident que hi ha una majoria de catalans que vol decidir sobre la relació que aquest país ha de tenir amb l’Estat. I malgrat sigui una opinió a contracorrent, encara crec que l’independentisme no és l’opció majoritària. És de sentit comú (del que estan mancats per complet els qui governen a Espanya) arribar a la conclusió que per determinar què pensa la ciutadania el més útil seria fer un referèndum o una consulta. Jo la volia aquesta consulta, i hi hauria votat. Ja ho he escrit altres vegades. Hauria votat sí a un Estat propi i no a la independència. Opino que l’Estat ha de ser un ens el menys centralitzat possible i que les nacions, com Catalunya, necessiten més autonomia per tenir una relació honesta, en igualtat de condicions, amb l’Estat. Seguir leyendo «La gran estafa»

Jo vull votar, però puc esperar / Quiero votar, pero puedo esperar

forges

(La versión en castellano está a continuación de la catalana)

La gestió del conflicte català per part de les institucions de l’Estat no podria ser més lamentable. Fa temps que dic (i molta altra gent) que la principal màquina de fabricació d’independentistes és el PP, el Tribunal Constitucional i tota la caspa reaccionària espanyola, inclòs, evidentment, bona part del PSOE, la que té via lliure als mitjans de comunicació de les grans corporacions mediàtiques.

No em posaré ara a buscar les arrels del problema. Tothom les coneix. Cada negativa a escoltar, cada “no”, cada “la Constitució no ho permet”, cada “en un Estat de dret s’han de complir les lleis” l’únic que ha aconseguit és fer la bola més gran, fins que hem arribat al moment en què no hi ha sortida possible: el govern espanyol no cedirà ara que s’ha suspès la consulta i el govern català no té opció de fer-se enrere en el desafiament a l’immobilisme espanyol. Seguir leyendo «Jo vull votar, però puc esperar / Quiero votar, pero puedo esperar»

Sandalias y galletas de chapapote

Viñeta Ferran

La España políticamente correcta, la que viste de traje, da la mano de forma educada mientras con la otra te clava una cuchillada, censura sistemáticamente las expresiones antidemocráticas (entre las que incluye manifestaciones, huelgas y protestas antiestéticas) y acepta desde el respeto las decisiones judiciales (siempre que no sean contrarias a sus intereses), está escandalizada tras la “amenaza” del diputado catalán David Fernández al respetable exministro, exbanquero, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional y actualmente consejero asesor de Telefónica, Rodrigo Rato. Seguir leyendo «Sandalias y galletas de chapapote»