Ada Colau es alcaldesa de Barcelona. Menudo notición, ¿eh?… Ante el hecho incontestable de que me han “robado” la exclusiva, lo que hago es repetírmelo de vez en cuando, unas cuantas docenas de veces desde que el sábado por la tarde cruzara la plaça Sant Jaume jaleada por una multitud, como si hubiera ganado la Champions (qué cosas, mira que bajar a la calle a jalear a un cargo político…), para ver si así consigo asimilar de una vez que una activista social de mi edad, que lleva media vida batallando en las trincheras, defendiendo causas justas que hasta no hace mucho eran invisibles (los desahucios), ha sido elegida máxima representante institucional de su ciudad.
La conclusión a la que llego una y otra vez es que, por muy imperfecta que sea y por muy esquilada que la hayan dejado, hay esperanza de regeneración para nuestra democracia. Lo de Ada alcaldesa es un guion perfecto para una de esas producciones hollywoodienses que se empeñan en perpetuar el famoso sueño americano, sólo que este sueño se ha hecho realidad a este lado del charco. Seguir leyendo «Hay esperanza (que no Esperanza) para nuestra democracia»