
Los nazis en su objetivo de aniquilar a las consideradas razas inferiores desarrollaron una sofisticada maquinaria propagandística aprovechando la fuerza no sólo comunicativa sino también de incidir en las emociones del cine, el medio de masas más reciente y más fascinante de la época para el gran público. El régimen de Hitler, de la mano de su ministro de Propaganda y amigo íntimo, Joseph Goebbels, encargó el rodaje de películas y documentales en los que se presentaba a los judíos como parásitos infrahumanos, tan detestables como las ratas, cuya pretensión principal era apoderarse de la sociedad alemana, contaminando la raza aria y destruyendo su cultura, como lo haría una implacable plaga.
La deprimida sociedad alemana, que empezaba a ver la salida al túnel tras años de soportar las condiciones leoninas impuestas por los vencedores de la Gran Guerra, se había agarrado a las promesas de Hitler, de modo que no puso objeciones a la marginación y posterior aniquilación de quienes les insistían con todo tipo de propaganda que eran la reencarnación del mal. Seguir leyendo «Sobre técnicas de propaganda nazi y judíos genocidas»