Cuando la acción directa es la única esperanza

pobreza el roto

Cada vez me cuesta más confiar en la política institucional. Cada vez me cuesta más creer que los partidos políticos (buena parte de ellos nido de auténticos vividores de lo público) tienen entre sus prioridades la construcción de una sociedad más justa, el fin de los abusos del poder, el bienestar de las capas de población más desfavorecidas.

Y sí, soy consciente de que el discurso de «todos los políticos son iguales» es peligroso y, probablemente, injusto. Pero es que la realidad es tozuda, y, aunque haya políticos honestos, personas que no pretenden medrar ni hacer del politiqueo un medio de vida, sino que realmente creen que desde el institucionalismo se pueden (y deben) solucionar los problemas de la gente con verdaderos problemas, la observación y la experiencia me dicen que el reformismo es tan exasperantemente lento que para poner remedio a situaciones de emergencia lo único que vale es la acción directa.

Sí, esa que el sistema, con el asentimiento de la gente de orden (de la ideología que sea), nos vende como inadmisible, pues atenta contra el estado de derecho y toda esa palabrería que sólo hace que proteger a quienes llevan siglos pisoteando a su conveniencia el tal estado de derecho.

Acción directa. La ciudadanía marcando el paso, asumiendo la supuesta responsabilidad de las instituciones que, sepultadas bajo toneladas de burocracia e intereses oligárquicos, han dimitido de sus funciones.

Os voy a hablar de dos ejemplos que, desde mi punto de vista, corroboran este planteamiento. Y gracias a que existen, estos y otros, porque sólo así se explica que no haya saltado ya todo por los aires. Seguir leyendo «Cuando la acción directa es la única esperanza»

No habrá independencia de Catalunya

Ferran Martín/La República

Lanzo mi pronóstico, tan válido como el de cualquier otra persona sin acceso a fuentes informativas fiables: Catalunya no va a conseguir la independencia, no al menos a corto y medio plazo. Ya no se trata de una cuestión de legitimidades, de que a mí me parezca bien o mal, o de lo que digan unos y otros. Es la sensación que me queda después de tantos días de tensión en los que parecía que se avecinaba el apocalipsis.

En mi opinión, España tiene un problema aún mayor que la independencia de Catalunya, al que dediqué mi anterior artículo: la bestia del fascismo, que con la excusa de la afrenta secesionista anda desatada, impune y blanqueada por los medios. Este jueves, para celebrar el día de la hispanidad, los salvajes han protagonizado una vergonzosa batalla campal en el centro de Barcelona y, como cada 12 de octubre, han exhibido su asquerosa ideología en Montjuïc, con total libertad para quemar banderas, hacer apología del nazismo, insultar y amenazar.

No me voy a repetir. Hoy pretendo explicar por qué creo que el movimiento independentista se va a desinflar en las próximas semanas, a no ser que a Rajoy se le vaya la mano en la estrategia represiva. Obviamente, el independentismo no se va a esfumar de la noche a la mañana. De hecho, no se va a esfumar lo más mínimo, pero sí creo que va a replegar velas, no por culpa de la intransigencia del gobierno central (que ha sido desde 2007 la principal fábrica de independentistas), sino por las disensiones internas. Seguir leyendo «No habrá independencia de Catalunya»

Exiliados de Siria, emigrantes a Panamá e indignados franceses

Papeles Panamá - Ferran

Podría escribir más de un artículo diario sólo con la actualidad. Entonces tendría que abrir otro blog para mis actividades literarias, y ya no volvería a dormir. Pero no. Hay tantas cosas que me abruman, que más que desahogarme escribiendo sobre ellas, hay días, cada vez más, que tiendo a retraerme. Ya existen muchos analistas, comunicadores, periodistas, expertos y especímenes varios que vierten su opinión en textos que en demasiadas ocasiones parecen querer pontificar. Y al fin y al cabo, lo que yo piense sobre asuntos de calado básicamente me interesa a mí, de modo que probablemente acabe perdiéndose en el océano de bits.

De todas formas, necesito escribir, no sólo ficción, sino también sobre la realidad que me rodea. Como diría el filósofo, yo soy yo y mis letras. Y estos días resulta que coinciden tres hechos relevantes que dicen mucho (me atrevería a afirmar que, en esencia, lo dicen todo) acerca del mundo en que andamos metidos. Uno llega a la conclusión de que esta realidad sólo puede ser producto de una mente muy retorcida.

Deportaciones de demandantes de asilo (la Unión Europea no les permite ser refugiados), papeles de Panamá y Nuit debout. Seguir leyendo «Exiliados de Siria, emigrantes a Panamá e indignados franceses»

Dignidad griega

Forges Grecia
El maestro Forges lo vuelve a clavar.

El pueblo griego ha respondido como creía que lo iba a hacer. Para mí era inconcebible que votara mayoritariamente por seguir de rodillas ante los organismos internacionales que llevan empeñados desde hace cinco años en que devuelva la deuda que mantenía básicamente con bancos alemanes y franceses y que, tras los sucesivos rescates, ha pasado a deber a los países de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

Resumiendo mucho: las instituciones internacionales prestaron dinero a Grecia para que pagara a los bancos, un dinero, por cierto, que básicamente salió de otros bancos, de manera que es comprensible que lo tengan que devolver a toda costa, porque ya se sabe que lo más sagrado en este mundo es que los bancos no pierdan dinero jamás.

Vamos, que los griegos nos deben una ínfima parte de esos 26.000 millones que muchos ladran por ahí. Se los deben principalmente al sistema financiero que hemos rescatado con nuestro dinero, ese sí que es nuestro y no lo veremos jamás de vuelta, pero quienes ladran contra los griegos maleantes no se llevan las manos a la cabeza por ello. Seguir leyendo «Dignidad griega»

La incomprensible crueldad humana

Viñeta Forges - Malditas guerras

No iba a escribir sobre esto. Llevo días en que no me apetece asomarme a la realidad informativa porque las náuseas que me produce son tan grandes que correría el riesgo de salpicar de vómito la blogosfera entera.

Me paso la vida enganchado a la radio, escuchando música, programas magazine, informativos y tertulias; incluso el carrusel deportivo de vez en cuando. Pero hay épocas en que mi nivel de saturación de porquería llega al límite de lo soportable y tengo que descansar. Ahora estoy en uno de esos momentos, así que escuchar a cualquiera de los indecentes que nos torea desde su trono puede desencadenar en mi interior la reacción que llenaría vuestros blogs de tropezones. Es decir, que si en mi transistor (bueno, no, que ahora ya escucho la radio con el móvil; hay qué ver la tecnología) aparece la voz de cualquier subhumano perteneciente al PP o cualquiera que defienda sus políticas antihumanas inmediatamente cambio de emisora. No me pasa únicamente con el PP, también llevo a cabo la misma operación con según qué especímenes del PSOE (cada vez más), banqueros, portavoces de la Troika y de la patronal, y, en definitiva, con cualquiera que mantenga sin rubor que estamos saliendo de la crisis. A Rajoy lo tengo vetadísimo. Es una cuestión médica. Es que veo esas cinco letras juntas y ya me pongo a sudar… Seguir leyendo «La incomprensible crueldad humana»

Paseando por el ‘Amanecer Ártico’

Arctic Sunrise
Arctic Sunrise en el Puerto de Barcelona

El Arctic Sunrise era un pesquero rompehielos que se utilizaba para la caza de focas (entonces se llamaba Polarbjorn). En 1995 Greenpeace consiguió comprarlo a sus propietarios noruegos recurriendo a una empresa pantalla, denominada Arctic Sunrise Ventures Ltd., logrando así un doble objetivo: hacerse con una nave ideal para llevar a cabo las campañas reivindicativas de la organización ecologista y retirar de la circulación un barco dedicado al asesinato de mamíferos marinos. Ahora es uno de los iconos de la causa ecologista más reconocidos en todo del mundo. Seguir leyendo «Paseando por el ‘Amanecer Ártico’»