Un chupito poco entusiasmado

Mariano Rajoy - Dani Gago
Rajoy ha pasado toda la tarde en un restaurante. La foto de Dani Gago para el digital ‘El Salto’, mientras el aún presidente se despedía del Congreso, se ha viralizado.

Voy a escribir sobre la moción de censura. Sin emoción, con apenas esperanza en que algo significativo vaya a cambiar, aunque, como a pesar de todo mantengo un alma (o lo que sea) incorregiblemente optimista, no puedo evitar que en algún recóndito lugar de mi renqueante cerebro una vocecilla diga: «y si…».

Vaya por delante que el hecho de que la organización criminal abandone el poder (al menos el institucional) es una buena noticia, aunque la verdaderamente buena, la que merecería una celebración por todo lo alto, sería que se disolviera y sus responsables pagaran su dilatado latrocinio entre rejas (no creo que llegue a verlo).

Estos últimos meses he perdido la fe en la política institucional. El tenderete capitalista está demasiado bien montado como para que la acción de un gobierno, por muy buena intención que ponga, consiga sacudir el sistema. No lo van a permitir, y, en todo caso, un gobierno del PSOE en minoría, que además tiene toda la pinta que lo único que va a hacer es preparar unas elecciones anticipadas, es lo menos rompedor que uno pueda imaginar.

El panorama entusiasma poco. La verdad es que no me entusiasma ninguna alternativa, pero bueno, de momento nos conformaremos con la satisfacción de ver echar espuma por la boca a la derecha reaccionaria, encabezada por el falangista Albert Rivera. Seguir leyendo «Un chupito poco entusiasmado»

La ¿última? oportunidad para la izquierda

Eneko las Heras - La Política
Viñeta de Eneko las Heras para La Política.

España es un país curioso. Es el único que conozco con suficiente detalle como para opinar, pero de verdad que me resulta curioso lo que pasa aquí. Hay épocas en que parece que sus habitantes seamos amebas, incapaces de mover un dedo por cambiar una realidad vergonzosa, y otras en que de repente estallan los fuegos artificiales y esto se convierte en el parque temático de las movilizaciones. Lo que pasa es que los fuegos artificiales son muy estruendosos y luminosos… durante un tiempo demasiado breve. Luego suele llegar la decepción, el desánimo, el hastío, y nada cambia. Bueno, sí, todo cambia a peor, porque quienes nunca descansan son los profesionales de «ganarse la vida» robando a manos llenas el dinero de todos. Es decir, empresarios corruptos, sus aliados políticos y satélites diversos, como esos por cuyas venas dicen que circula sangre azul (esperemos que el enrevesado vericueto lingüístico me libre de declarar ante un juez).

Hemos atravesado una etapa bastante yerma en cuanto a movilización social. El culebrón postelectoral que acabó permitiendo seguir gobernando a la organización criminal que todos aseguraban querer echar del poder, provocó tal bajonazo que, por lo menos en mi caso, sólo me dejó energía para mandarlos a todos a tomar viento. Seguir leyendo «La ¿última? oportunidad para la izquierda»

También Catalunya es de derechas

Eleccions Parlament 2017

La gente de bien no entiende que los barrios obreros de Catalunya hayan propiciado que Ciudadanos haya sido el partido más votado en las elecciones autonómicas de este 21 de diciembre. Me prometí no volver a escribir sobre política catalana porque no tenía nada más que decir y, lamentablemente, durante los próximos años no va a ocurrir nada políticamente significativo que me vaya a hacer cambiar de parecer. De todas formas, sí me apetece hacer un análisis rápido sobre lo sucedido esta noche y, concretamente, sobre la escalada espectacular de Ciudadanos durante los últimos años.

Leo comentarios sorprendidos, indignados y cargados de desprecio, escritos desde esa superioridad moral que emana de parte del independentismo y de la izquierda «pura», respecto a la victoria de Inés Arrimadas y su equipo. No lo entienden. Tratan a sus votantes de ignorantes y fachas, y no dudo que algunos lo sean. Aunque (atención, noticia) la ignorancia no es patrimonio de una opción política concreta; tampoco el fascismo ni el supremacismo. Seguir leyendo «También Catalunya es de derechas»

La muerte de la política

Hace ya algunos días que decidí dejar de escribir sobre el proceso independentista. No sólo eso, sino que poco a poco me voy desenganchando informativamente del tema, aunque reconozco que sigo visitando Twitter y leyendo algún que otro artículo. Lo que sí he conseguido es vencer a la tentación de entrar en debates estériles. Estoy muy harto, pero antes de desterrar definitivamente de este blog todo lo relacionado con el conflicto catalán tengo que escribir este artículo, porque si no, reviento.

Seguramente después de lo que voy a vomitar tampoco importará mucho sobre qué escriba en adelante, porque por aquí no quedarán más que cuatro gatos “equidistantes”.

El legado principal que deja el procés es la penosa infantilización de la sociedad o, al menos, de la parte de la sociedad que se expresa públicamente. Me parece inaudito que tanta gente adulta, aparentemente bien preparada, carezca por completo de la capacidad de analizar la realidad de forma crítica. El debate ha quedado reducido a buenos y malos, al nosotros tenemos la razón y ellos no, al conmigo o contra mí. Y me resulta especialmente chocante cuando durante estas semanas estamos asistiendo al repugnante ataque que la derecha reaccionaria está perpetrando contra la escuela pública catalana.

¿Por qué me choca? Pues porque buena parte de quienes se indignan con ese ataque injustificado, defienden la autonomía de la escuela y que los docentes difundan en las aulas un valor intrínseco a la libertad y la democracia, como es el pensamiento crítico, son incapaces de hacer autocrítica. Resulta inquietante que tanta gente aparentemente inteligente y preparada se entregue de forma tan maniquea a la causa. Seguir leyendo «La muerte de la política»

Yo ya no sé qué tiene que pasar

Viñeta de Eneko
Demoledora viñeta de Eneko, despedido de ’20 minutos’, quizás, digo yo, por ser demasiado explícito.

En febrero del año pasado dos titiriteros que actuaban en el carnaval de Madrid fueron encarcelados por enaltecimiento del terrorismo. Pasaron varios días entre rejas y, casi un año después, la causa abierta contra ellos fue definitivamente archivada. Casi un año pendientes de las decisiones de los tribunales para saber si tendrían que ir a juicio. Por una inofensiva obra de marionetas.

En octubre de 2016, durante las fiestas de la localidad navarra de Altsasua, un grupo de jóvenes se enzarzó en una pelea, de madrugada, con varios guardias civiles de paisano, a la salida de un bar. Detuvieron a ocho de ellos y la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela (la misma que ha enviado a la cárcel a nueve (ex)consellers de la Generalitat) decretó prisión preventiva incondicional por delitos de terrorismo. La fiscalía solicita entre 50 y 62 años de cárcel. Llevan casi un año entre rejas, sin fecha aún para el juicio.

Hoy doce raperos del colectivo La Insurgencia declaraban también ante la Audiencia Nacional, acusados de enaltecimiento del terrorismo por las letras de sus canciones. La fiscalía pide dos años y un día de cárcel para cada uno de ellos.

Desde el 16 de octubre los líderes de las entidades catalanistas ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, se encuentran en prisión preventiva, decretada por la jueza Lamela (esta tarde la Audiencia Nacional ha rechazado el recurso de apelación presentado por sus abogados), acusados de sedición por las manifestaciones de los días 20 y 21 de septiembre, que convocaron como respuesta a los registros policiales en dependencias de la Generalitat y la detención de varios cargos políticos y técnicos por su implicación en la organización del referéndum por la independencia del 1 de octubre.

Ayer la jueza Lamela, a instancias del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, envió a prisión a nueve de los consellers depuestos por el gobierno español como consecuencia de la aplicación del artículo 155 (hoy ha quedado libre uno de ellos, Santi Vila, quien dimitió antes de la declaración de independencia, bajo fianza de 50.000 euros). Están acusados de rebelión, sedición y vaya a saber usted qué más cosas terribles. El president Carles Puigdemont y otros cuatro consellers no les acompañaron porque están “refugiados” en Bruselas, a la espera de que se resuelva la orden de búsqueda y captura internacional que hace un rato ha cursado la misma jueza. Seguir leyendo «Yo ya no sé qué tiene que pasar»

La lucha equivocada

Viñeta Dávila - Faro de Vigo

«Los hechos acreditados son hechos de extrema gravedad, no sólo por la naturaleza de los delitos cometidos y el perjuicio que ha provocado a los fondos públicos sino porque se extendieron y enraizaron como un modo ordinario de contratación pública durante un largo periodo de tiempo y en distintas administraciones gobernadas por el PP en las cuales algunas de sus autoridades aceptaron sobornos para enriquecerse con cargo a los fondos públicos que tenían responsabilidad de conservar, proteger y de salvaguardar».

La fiscal Concepción Sabadell ha dejado claro este miércoles, durante su alegato final en el juicio contra la trama Gürtel, que la organización que gobierna España ha hecho de la ilegalidad una forma de vida. Durante décadas ha utilizado métodos criminales para lucrarse con la actividad política y “premiar” a sus cómplices. Y, sin embargo, ahí está, gobernando el país sin más sobresalto que el de la “amenaza secesionista”.

Precisamente es esa amenaza la que ha logrado que todos los defensores de la sacrosanta unidad de la nación española hayan cerrado filas en torno a una organización corrupta y criminal para cuyos integrantes la política es, simplemente, un medio de vida, no una herramienta para mejorar la vida de la ciudadanía. Menudas risas, y juergas, se echan a nuestra costa. Seguir leyendo «La lucha equivocada»

No habrá independencia de Catalunya

Ferran Martín/La República

Lanzo mi pronóstico, tan válido como el de cualquier otra persona sin acceso a fuentes informativas fiables: Catalunya no va a conseguir la independencia, no al menos a corto y medio plazo. Ya no se trata de una cuestión de legitimidades, de que a mí me parezca bien o mal, o de lo que digan unos y otros. Es la sensación que me queda después de tantos días de tensión en los que parecía que se avecinaba el apocalipsis.

En mi opinión, España tiene un problema aún mayor que la independencia de Catalunya, al que dediqué mi anterior artículo: la bestia del fascismo, que con la excusa de la afrenta secesionista anda desatada, impune y blanqueada por los medios. Este jueves, para celebrar el día de la hispanidad, los salvajes han protagonizado una vergonzosa batalla campal en el centro de Barcelona y, como cada 12 de octubre, han exhibido su asquerosa ideología en Montjuïc, con total libertad para quemar banderas, hacer apología del nazismo, insultar y amenazar.

No me voy a repetir. Hoy pretendo explicar por qué creo que el movimiento independentista se va a desinflar en las próximas semanas, a no ser que a Rajoy se le vaya la mano en la estrategia represiva. Obviamente, el independentismo no se va a esfumar de la noche a la mañana. De hecho, no se va a esfumar lo más mínimo, pero sí creo que va a replegar velas, no por culpa de la intransigencia del gobierno central (que ha sido desde 2007 la principal fábrica de independentistas), sino por las disensiones internas. Seguir leyendo «No habrá independencia de Catalunya»

El fascismo ha despertado y está hambriento

Al proceso independentista de Catalunya hay que agradecerle una cosa, todos los demócratas, toda la gente comprometida con la tolerancia, con el debate de ideas y con la convivencia pacífica deberían hacerlo. Ha destapado una realidad que estaba latente, escondida para una gran mayoría, pero que aguardaba agazapada a que regresara su momento. Me refiero al fascismo, al de verdad, al que sumió a España en cuarenta años de terror, oscuridad y silencio.

Este martes por la noche probablemente el Parlament habrá aprobado la creación de la república catalana, mediante la fórmula que sea, pero lo que más debería preocuparnos es la reacción inmediata de ese monstruo que ha despertado hambriento, azuzado por las arengas patrióticas y los mensajes guerracivilistas.

La unilateralidad emprendida por el independentismo me parece un grave error porque deja de lado a la mitad de la sociedad catalana y porque no creo que esté preparado para contrarrestar la represión del estado. Las soflamas heroicas que llaman a la resistencia y se apoyan en la legitimidad de la lucha pacífica, en mi opinión, no han evaluado bien la capacidad y voluntad de resistencia de la sociedad catalana. Seguir leyendo «El fascismo ha despertado y está hambriento»

La frustración

Desde que empezó el proceso independentista en Catalunya siempre he pensado que lo más complicado de gestionar sería la frustración que generaría entre cientos de miles de catalanes, legítimamente ilusionados e implicados en un proyecto de construcción nacional, comprobar que su sueño, que habían estado tocando con la punta de los dedos, no se podía cumplir.

Nadie sabe qué va a pasar. Pero las señales de los últimos días llevan a pensar que los dirigentes independentistas están buscando la manera de dar un paso atrás en la idea de declarar la independencia sin que ello provoque una ola de frustración e indignación en media Catalunya.

Según la ley del referéndum, el Parlament debía proclamar la independencia a las 48 horas de darse a conocer los resultados de la votación del pasado 1 de octubre. De momento, lo único que se sabe es que el martes el president Carles Puigdemont acudirá a la cámara catalana para hablar sobre la situación política generada después de ese domingo fatídico, que será tristemente recordado por las escenas de violencia policial. Seguir leyendo «La frustración»

La cruda realidad

Viñeta New York Times
Viñeta sobre el conflicto catalán publicada en The New York Times.

Es muy difícil escribir sobre los sucesos del 1 de octubre y todo lo relativo al conflicto entre Catalunya y España sin molestar a alguien. Cuando las posturas se radicalizan tanto, ni siquiera el espectáculo del domingo consigue poner de acuerdo a quienes ya se han formado una opinión sobre lo que está pasando.

Yo intento explicar que la represión policial contra quienes querían votar en un referéndum ilegal según la legislación española sobrepasa la cuestión de la “afrenta secesionista”. Quizás os hayáis enterado de lo que está pasando en Murcia, donde decenas de miles de personas llevan protestando sin descanso desde hace tres semanas por las obras del AVE, que partirán la ciudad por la mitad. Allí la policía también está repartiendo palos de lo lindo, y dudo mucho que los murcianos sientan una especial simpatía por los independentistas catalanes; incluso dudo que estén planeando la secesión de la ciudad. Simplemente, se manifiestan contra una actuación que consideran que les perjudica. Puesto que nadie les ha tomado en cuenta a la hora de diseñar el proyecto urbanístico, la única vía que les queda para ser escuchados es echarse a la calle. Y el poder, como siempre que alguien decide pasar a la acción, por muy pacífico que sea en sus demandas, recurre a la represión. El monopolio de la fuerza lo llaman, cuyo único objetivo es intimidar e infundir miedo para que la gente se quede quietecita en sus casas. Seguir leyendo «La cruda realidad»