Cuando la acción directa es la única esperanza

pobreza el roto

Cada vez me cuesta más confiar en la política institucional. Cada vez me cuesta más creer que los partidos políticos (buena parte de ellos nido de auténticos vividores de lo público) tienen entre sus prioridades la construcción de una sociedad más justa, el fin de los abusos del poder, el bienestar de las capas de población más desfavorecidas.

Y sí, soy consciente de que el discurso de «todos los políticos son iguales» es peligroso y, probablemente, injusto. Pero es que la realidad es tozuda, y, aunque haya políticos honestos, personas que no pretenden medrar ni hacer del politiqueo un medio de vida, sino que realmente creen que desde el institucionalismo se pueden (y deben) solucionar los problemas de la gente con verdaderos problemas, la observación y la experiencia me dicen que el reformismo es tan exasperantemente lento que para poner remedio a situaciones de emergencia lo único que vale es la acción directa.

Sí, esa que el sistema, con el asentimiento de la gente de orden (de la ideología que sea), nos vende como inadmisible, pues atenta contra el estado de derecho y toda esa palabrería que sólo hace que proteger a quienes llevan siglos pisoteando a su conveniencia el tal estado de derecho.

Acción directa. La ciudadanía marcando el paso, asumiendo la supuesta responsabilidad de las instituciones que, sepultadas bajo toneladas de burocracia e intereses oligárquicos, han dimitido de sus funciones.

Os voy a hablar de dos ejemplos que, desde mi punto de vista, corroboran este planteamiento. Y gracias a que existen, estos y otros, porque sólo así se explica que no haya saltado ya todo por los aires. Seguir leyendo «Cuando la acción directa es la única esperanza»

La ¿última? oportunidad para la izquierda

Eneko las Heras - La Política
Viñeta de Eneko las Heras para La Política.

España es un país curioso. Es el único que conozco con suficiente detalle como para opinar, pero de verdad que me resulta curioso lo que pasa aquí. Hay épocas en que parece que sus habitantes seamos amebas, incapaces de mover un dedo por cambiar una realidad vergonzosa, y otras en que de repente estallan los fuegos artificiales y esto se convierte en el parque temático de las movilizaciones. Lo que pasa es que los fuegos artificiales son muy estruendosos y luminosos… durante un tiempo demasiado breve. Luego suele llegar la decepción, el desánimo, el hastío, y nada cambia. Bueno, sí, todo cambia a peor, porque quienes nunca descansan son los profesionales de «ganarse la vida» robando a manos llenas el dinero de todos. Es decir, empresarios corruptos, sus aliados políticos y satélites diversos, como esos por cuyas venas dicen que circula sangre azul (esperemos que el enrevesado vericueto lingüístico me libre de declarar ante un juez).

Hemos atravesado una etapa bastante yerma en cuanto a movilización social. El culebrón postelectoral que acabó permitiendo seguir gobernando a la organización criminal que todos aseguraban querer echar del poder, provocó tal bajonazo que, por lo menos en mi caso, sólo me dejó energía para mandarlos a todos a tomar viento. Seguir leyendo «La ¿última? oportunidad para la izquierda»

Hay que elegir bando: democracia o represión

CNN
La de la CNN es una de las muchas portadas internacionales indignadas por la represión policial en Catalunya.

Me cuesta poner en orden las ideas después de lo visto, escuchado y vivido este domingo. Si todo hubiera sido normal, en este artículo lo que tocaría sería analizar los resultados del referéndum catalán por la independencia y ofrecer mis poco útiles predicciones acerca de lo que puede pasar a partir de ahora. Pero es obvio que de esta histórica jornada lo menos importante son los resultados porque todo ha sido excepcional. Desde la convocatoria hasta, sobre todo, la repugnante represión policial de la que han sido víctimas miles de personas que lo único que querían era votar.

No por previsibles, las imágenes de espeluznante violencia gratuita protagonizadas por Policía Nacional y Guardia Civil en los colegios electorales de Catalunya repugnan menos. No me ha sorprendido. Quizás sí la vergonzosa contundencia, pero desde que la organización criminal que gobierna España decidió enviar a miles de efectivos a Barcelona, nadie podía esperar que se quedaran silbando, incluido el Govern de la Generalitat.

La única respuesta posible por parte de los demócratas al festín de empujones, patadas, puñetazos, porras y balas de goma perpetrado por los perros rabiosos es la condena más enérgica. Más de ochocientos heridos y miles de personas aterrorizadas por cometer el injustificable delito de introducir una papeleta en una urna. Demencial. Seguir leyendo «Hay que elegir bando: democracia o represión»

Compromís social i autogestió com a resposta a la insensibilitat institucional

Som Escola Pública - Concentració de Patinets

(La versión en castellano, a continuación de la catalana)

A Catalunya vivim una situació ben curiosa i empipadora (per a mi ho és): des que va esclatar la fal·lera “processista”, allà per 2012, el panorama comunicatiu pràcticament s’ha tornat monotemàtic i han desaparegut del primer nivell informatiu totes aquelles qüestions que no tenen a veure d’una manera directa amb el procés per la independència. Paral·lelament, i no per casualitat, la conflictivitat social ha caigut en picat, o almenys ho ha fet la percepció que tenia al respecte el ciutadà comú. És a dir, totes aquelles reivindicacions socials que amenaçaven amb esdevenir multitudinàries i, qui sap, potser provocar un veritable canvi de sistema, han cedit el protagonisme al conflicte identitari.

El problema és que les causes de la conflictivitat, lluny de desaparèixer, s’han anat accentuant, i la paràlisi de les institucions pel que fa a l’enfrontament amb els problemes quotidians hauria de fer avergonyir a molta gent que, independentment de les banderes que enarbori, s’autodenomina progressista i d’esquerres. Seguir leyendo «Compromís social i autogestió com a resposta a la insensibilitat institucional»

El Día de la Marmota

viñeta forges

Este país llamado España hace tiempo que vive inmerso en el Día de la Marmota. Al menos esa es la sensación que yo tengo. Nuestro presidente, Mariano Rajoy, también conocido como ‘El señor de los chuches’ o ‘de los hilillos de plastilina’, está pletórico porque la economía española va como un tiro, hasta el punto de haberse convertido en poco menos que la locomotora de Europa. El milagro español (por obra y gracia del PP) es célebre ya en todo el mundo, incluido ese modelo a seguir en todos los aspectos, también en derechos humanos, que es China. Cambiad el “shesheo”, la barba y las gafas de nuestro amado líder por el careto del Mr. Bean socialista, nos desplazamos cuatro o cinco años atrás, y ahí lo tenemos, hablando de brotes verdes. Seguir leyendo «El Día de la Marmota»

Saturado de porquería

Ley de transparencia según Forges

Estoy saturado. Mi mente no admite más informaciones, rumores, especulaciones, declaraciones, amenazas, etc., sobre el caso Bárcenas y la corrupción enquistada en el PP desde vete a saber cuándo. No soporto ver más ni escuchar a nuestro patético presidente del gobierno ni a los portavoces de su partido, que pretenden mostrarse como víctimas ante la sociedad. Como maestros del cinismo que son, hacerse las víctimas es su mayor mérito. Ya lo hicieron anteriormente con la campaña de escraches que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) llevó a cabo para defender la iniciativa legislativa popular que reclamaba una ley hipotecaria justa, apelando a la sensibilidad humana (de la que carecen por completo) de los diputados del partido de la mentira y la desvergüenza. Seguir leyendo «Saturado de porquería»