Acusar a los expulsados por el sistema, a los abandonados por las instituciones y por la política espectáculo de la que es parte la «izquierda», del crecimiento de la ultraderecha es el análisis más simple e injusto que se puede leer tras el éxito de la basura fascista de Vox en Andalucía.
«¿No votas? Pues apechuga con el resultado». Claro que sí, como si la familia desahuciada o que está a punto de serlo, el parado que sobrevive a base de chapuzas y de la caridad, la empleada del hogar que cobra en negro, y cualquiera que viva esclavizado en empleos de mierda tuvieran mucho que perder; no sea que el auge de Vox vaya a acabar con sus «privilegios». Seguir leyendo «La culpa no es de quienes no votan»