Cuando la movilización escapa del control político, el sistema la condena

Hermano Lobo
La popular viñeta de Ramón con que Hermano Lobo abría en agosto de 1975, siempre de actualidad.

El jueves fui a cenar a casa de mis padres. Mi padre estaba viendo un informativo en el que, obviamente, las movilizaciones en Catalunya eran el tema estrella. Nos pusimos a comentar la situación, y él, que durante toda su vida laboral fue muy combativo, pero que ya hace tiempo que se muestra escéptico ante los conatos de cambio social que cíclicamente amagan con el «ahora sí», me dijo: «Se está moviendo algo. Hasta ahora las manifestaciones independentistas eran como una rúa de carnaval, pero por fin parece que hay gente que no se conforma, que ha perdido el miedo».

Unos cuantos contenedores en llamas, y la alarma de la violencia descontrolada se extiende como la pólvora. «Los violentos toman las calles». Sí, visten uniforme, llevan casco y demuestran una gran pericia en el uso de la porra y los proyectiles revientaojos y testículos.

Pero claro, lo que nos hace llevarnos las manos a la cabeza son los contenedores ardiendo. Lo otro es la consecuencia indeseada del uso necesario y proporcionado de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad (dependientes de la administración que sea, son todos iguales) para devolver la paz a la ciudad y que la gente de bien pueda dormir tranquila. Seguir leyendo «Cuando la movilización escapa del control político, el sistema la condena»

La muerte de la política

Hace ya algunos días que decidí dejar de escribir sobre el proceso independentista. No sólo eso, sino que poco a poco me voy desenganchando informativamente del tema, aunque reconozco que sigo visitando Twitter y leyendo algún que otro artículo. Lo que sí he conseguido es vencer a la tentación de entrar en debates estériles. Estoy muy harto, pero antes de desterrar definitivamente de este blog todo lo relacionado con el conflicto catalán tengo que escribir este artículo, porque si no, reviento.

Seguramente después de lo que voy a vomitar tampoco importará mucho sobre qué escriba en adelante, porque por aquí no quedarán más que cuatro gatos “equidistantes”.

El legado principal que deja el procés es la penosa infantilización de la sociedad o, al menos, de la parte de la sociedad que se expresa públicamente. Me parece inaudito que tanta gente adulta, aparentemente bien preparada, carezca por completo de la capacidad de analizar la realidad de forma crítica. El debate ha quedado reducido a buenos y malos, al nosotros tenemos la razón y ellos no, al conmigo o contra mí. Y me resulta especialmente chocante cuando durante estas semanas estamos asistiendo al repugnante ataque que la derecha reaccionaria está perpetrando contra la escuela pública catalana.

¿Por qué me choca? Pues porque buena parte de quienes se indignan con ese ataque injustificado, defienden la autonomía de la escuela y que los docentes difundan en las aulas un valor intrínseco a la libertad y la democracia, como es el pensamiento crítico, son incapaces de hacer autocrítica. Resulta inquietante que tanta gente aparentemente inteligente y preparada se entregue de forma tan maniquea a la causa. Seguir leyendo «La muerte de la política»

Yo ya no sé qué tiene que pasar

Viñeta de Eneko
Demoledora viñeta de Eneko, despedido de ’20 minutos’, quizás, digo yo, por ser demasiado explícito.

En febrero del año pasado dos titiriteros que actuaban en el carnaval de Madrid fueron encarcelados por enaltecimiento del terrorismo. Pasaron varios días entre rejas y, casi un año después, la causa abierta contra ellos fue definitivamente archivada. Casi un año pendientes de las decisiones de los tribunales para saber si tendrían que ir a juicio. Por una inofensiva obra de marionetas.

En octubre de 2016, durante las fiestas de la localidad navarra de Altsasua, un grupo de jóvenes se enzarzó en una pelea, de madrugada, con varios guardias civiles de paisano, a la salida de un bar. Detuvieron a ocho de ellos y la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela (la misma que ha enviado a la cárcel a nueve (ex)consellers de la Generalitat) decretó prisión preventiva incondicional por delitos de terrorismo. La fiscalía solicita entre 50 y 62 años de cárcel. Llevan casi un año entre rejas, sin fecha aún para el juicio.

Hoy doce raperos del colectivo La Insurgencia declaraban también ante la Audiencia Nacional, acusados de enaltecimiento del terrorismo por las letras de sus canciones. La fiscalía pide dos años y un día de cárcel para cada uno de ellos.

Desde el 16 de octubre los líderes de las entidades catalanistas ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, se encuentran en prisión preventiva, decretada por la jueza Lamela (esta tarde la Audiencia Nacional ha rechazado el recurso de apelación presentado por sus abogados), acusados de sedición por las manifestaciones de los días 20 y 21 de septiembre, que convocaron como respuesta a los registros policiales en dependencias de la Generalitat y la detención de varios cargos políticos y técnicos por su implicación en la organización del referéndum por la independencia del 1 de octubre.

Ayer la jueza Lamela, a instancias del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, envió a prisión a nueve de los consellers depuestos por el gobierno español como consecuencia de la aplicación del artículo 155 (hoy ha quedado libre uno de ellos, Santi Vila, quien dimitió antes de la declaración de independencia, bajo fianza de 50.000 euros). Están acusados de rebelión, sedición y vaya a saber usted qué más cosas terribles. El president Carles Puigdemont y otros cuatro consellers no les acompañaron porque están “refugiados” en Bruselas, a la espera de que se resuelva la orden de búsqueda y captura internacional que hace un rato ha cursado la misma jueza. Seguir leyendo «Yo ya no sé qué tiene que pasar»

Certezas y preguntas

Carlos Montañés - El Periódico
Miquel Iceta, junto a dirigentes del PP, este domingo en Barcelona.   Foto: Carlos Montañés / El Periódico

Certezas:

El 21 de diciembre habrá elecciones autonómicas en Catalunya convocadas por el gobierno español como consecuencia de la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

PP, Ciudadanos y PSC están felices por ello, y este domingo lo celebraban con una gran manifestación por las calles de Barcelona, por la unidad de España, que, como siempre que convocan los nacionalistas españoles, ha acabado con agresiones de grupos nazis y fascistas. Muy preocupante. Por contra, gran noticia la multitudinaria manifestación antifascista del sábado en Valencia.

Foto de Mehdi Chebil
Nazis enfrentándose a la policía catalana en Barcelona.   Foto: Mehdi Chebil

Catalunya en Comú, el partido liderado por Xavier Domènech y Ada Colau, ya ha anunciado que se presentará y que no lo hará en coalición ni con independentistas ni con nacionalistas españoles. Podemos en Catalunya, en cambio, tiene un cacao mental importante. Albano Dante Fachin, su líder, va bastante a su bola, igual que la diputada Àngels Maria Castells, que no esconde su independentismo, lo cual le hace preguntarse a uno para qué es necesaria una formación cuyo espectro ideológico ya lo cubren la CUP y ERC, si cada vez es más difícil encontrar las diferencias en el discurso identitario.

Albano Dante apuesta por una gran coalición soberanista que se enfrente a la previsible coalición españolista (PP + Cs y ya veremos si PSC; a Miquel Iceta se le veía hoy muy acaramelado con sus “rivales” de la derecha), en defensa, supongo, de la República Catalana. Seguir leyendo «Certezas y preguntas»

La izquierda y el «procés»

Viñeta El Roto
Viñeta de El Roto.

El movimiento independentista existe en Catalunya desde mucho antes que el expresident Artur Mas decidiera envolverse en la estelada para tapar las vergüenzas de su partido. El PP se encargó de avivar el fuego nacionalista, primero haciendo campaña en contra del Estatut y llamando al boicot de los productos catalanes (a ver si hacemos memoria, que no hace tanto de eso), y luego, ya en el gobierno, reprimiendo con la ley toda reivindicación política.

El gobierno del PP y el PSOE más rancio han sido máquinas de fabricación de independentistas en masa, así que la principal responsabilidad en la situación actual de fractura y crispación es suya.

Pero no sólo suya. Como decía, la derecha catalana, campeona del mundo en recortes sociales, que se enorgullecía de su habilidad con las tijeras, salpicada por numerosos casos de corrupción, aprovechó la marea social de indignación por el maltrato a la autonomía catalana, para fundar un movimiento, “el procés”, que será estudiado por su prodigiosa capacidad para convencer a través de la propaganda.

Parece que por fin llegamos al momento cumbre, a ese referéndum que no lo es (sí, por culpa sobre todo de la España cañí… y de Ada Colau, una de las principales enemigas del pueblo), tras el cual se declarará la República Catalana. No sé qué pasará. Nadie lo sabe, pero me cuesta mucho creer que el 2 de octubre alguien más que los dos millones de catalanes que votarán por la independencia considerará a Catalunya un estado independiente. Seguir leyendo «La izquierda y el «procés»»

La raó de ser del «procés» és el «procés»

Vinyeta de C. Ponsí per a ‘El Jueves’.

(La versión en castellano, a continuación de la catalana)

Si el “procés” fos realment un procés revolucionari no se l’hauria fet seu l’elit política de la burgesia catalana. Si això fos una revolució, el moviment independentista hauria desbordat fa molt temps l’àmbit de les institucions. Les hauria pres per la força de la raó que atorga la majoria social (si la tingués) i no perdria el temps redactant lleis trampa que no superen la mínima prova del cotó democràtica per tal de fer la impressió que tot és molt democràtic i molt transparent. Tampoc no s’esforçaria per semblar que desobeeix les institucions “opressores”, però sense acabar de fer-ho (què han d’importar les resolucions del Tribunal Constitucional a qui assegura que no li deu obediència?).

Cap revolució no la condueix el poder.

És clar que aquí ens venen la moto (i molts l’han comprat) que el “procés” és un moviment d’alliberament nacional en resposta a la intransigència d’un estat opressor. I jo això no ho compro. La població catalana està tan oprimida com la gallega, l’asturiana o l’andalusa.

És veritat que vivim en un estat d’arrel franquista, en què les estructures de poder són les mateixes que les que suportaven la dictadura. És veritat que el poder econòmic i polític espanyol estan cimentats sobre un pou sense fons ple de merda, i de víctimes del genocidi feixista. A mi no m’ha de convèncer ningú que la pudor, la injustícia i la vergonya regnants en aquest país són insuportables. Voler marxar i construir una cosa millor és d’una lògica esclafant.

Però el “procés” no va d’això. Seguir leyendo «La raó de ser del «procés» és el «procés»»