Talento

Detalles de Pinto, marzo de 2015. Fotógrafo: Daniel Ramos.
‘Detalles de Pinto’, de Daniel Ramos, una de las magníficas imágenes que encontraréis en ‘El fotonauta’.

Tengo varios posts por escribir, pero anoche descubrí un blog que me ha hecho cambiar de planes, para reflexionar sobre el talento.

Existe una corriente bastante extendida según la cual las mejores obras literarias surgen desde el dolor. Quienes han bebido de las aguas de la rabia, la injusticia, la incomprensión o el desengaño son capaces de impregnar sus textos de más fuerza, de una carga dramática que “ataca” al lector de manera implacable. Y es cierto: el dolor es una gran fuente de inspiración. Claro que tan importante como la inspiración es tener la capacidad de transmitir, de conectar con el lector. Hay que saber escribir bien. Estar dotado de talento, vaya.

“El color aparece donde menos te lo esperas. En primavera mucho más, claro, pero el color de la primavera es demasiado literal y lo vemos venir, sabemos que se repite cada año y no nos pilla por sorpresa. Yo me refiero a ese color que no es literal, ese color que aparece de repente en forma de sonrisa o de mirada, esa pincelada maravillosa e inesperada que a veces nos regala la vida”. Seguir leyendo «Talento»

Sábado, 21 de marzo de 2015

Benjamín Recacha
Preparado para debatir sobre autopublicación en Bookcamp Kosmopolis.

¡Hola, Toni!

Se me hace un poco raro escribirte esta carta después de lo mucho que nos hemos escrito por email estos últimos días a propósito de mi nueva novela, Con la vida a cuestas. Ya sabes que aprecio mucho todos tus comentarios, independientemente de que sean positivos o negativos, porque demuestras que te has tomado muy en serio el “trabajo” de revisarla antes de que la publique.

No voy a trasladar aquí el intenso debate que hemos mantenido en privado sobre la novela, entre otras cosas porque revelaría multitud de detalles del argumento que espero quieran descubrir millones de lectores por sí mismos (optimista que es uno). Pero sí me apetece prolongar el debate respecto al proceso creativo.

En tu anterior carta presentaste argumentos de mucho peso en defensa de un modo determinado de afrontar el reto de escribir una novela: la planificación exhaustiva, el tenerlo todo controlado, un conocimiento absoluto del universo que conformará la obra y de sus habitantes, no tanto quizás para evitar desviaciones respecto al plan inicial como para sacar el máximo provecho y productividad a nuestro trabajo. Defiendes que esa manera de crear aporta incluso más satisfacción que el dejarse llevar, porque en esa aparente rigidez es cuando se disfrutan los brotes de espontaneidad. Es decir, que el tenerlo todo controlado puede propiciar el nacimiento de tramas y personajes no previstos sin correr el riesgo de la dispersión y la inconsistencia. Seguir leyendo «Sábado, 21 de marzo de 2015»

Disfrutando del arte de Fran Recacha

Benjamín y Fran Recacha
Junto a Alla, Newpoleon y Baco en la sala Fort Pienc.

Cuando era niño dibujaba muy bien. No era muy bueno creando a partir de la imaginación, pero si me fijaba en algo era capaz de trasladarlo al papel con un parecido muy digno. Recuerdo que junto a mi hermano Fran, dos años menor que yo, nos pasábamos horas dibujando y pintando. Al principio él tomaba como modelo mis creaciones, pero sólo muy al principio… Pronto fue evidente que su habilidad con el lápiz era infinitamente superior a la mía. Total, que llegó un momento en que acabé frustrado de comprobar que lo que yo tardaba horas en completar él lo hacía en unos pocos minutos, y además mucho mejor, así que me decanté por otras disciplinas. Seguir leyendo «Disfrutando del arte de Fran Recacha»

Cuando «ganar más» no es sinónimo de éxito

contratos-basura2Me gusta escribir, y creo que se me da bien. No quiero parecer pretencioso, pero tampoco recurrir a la falsa modestia. En mi opinión, la gente debería hacer todo lo posible por dedicarse a aquello que le gusta y en lo que es buena. Ejemplos: yo soy periodista porque me gusta comunicar y estar informado. Ahora no trabajo de periodista, pero intento abrirme camino en el mundo editorial y mato el gusanillo de las ganas de comunicar con este blog. Mi hermano -¿he comentado alguna vez que tengo un hermano artista?- se gana la vida pintando cuadros. Seguir leyendo «Cuando «ganar más» no es sinónimo de éxito»