
Tengo varios posts por escribir, pero anoche descubrí un blog que me ha hecho cambiar de planes, para reflexionar sobre el talento.
Existe una corriente bastante extendida según la cual las mejores obras literarias surgen desde el dolor. Quienes han bebido de las aguas de la rabia, la injusticia, la incomprensión o el desengaño son capaces de impregnar sus textos de más fuerza, de una carga dramática que “ataca” al lector de manera implacable. Y es cierto: el dolor es una gran fuente de inspiración. Claro que tan importante como la inspiración es tener la capacidad de transmitir, de conectar con el lector. Hay que saber escribir bien. Estar dotado de talento, vaya.
“El color aparece donde menos te lo esperas. En primavera mucho más, claro, pero el color de la primavera es demasiado literal y lo vemos venir, sabemos que se repite cada año y no nos pilla por sorpresa. Yo me refiero a ese color que no es literal, ese color que aparece de repente en forma de sonrisa o de mirada, esa pincelada maravillosa e inesperada que a veces nos regala la vida”. Seguir leyendo «Talento»