Caldes de Montbui, con el monte El Farell al fondo.
Hace unos días el Colegio 723 Puerto Argentino celebró el día del estudiante. Sabéis que he colaborado con el cuarto curso de Comunicación en un proyecto emocionante, que, entre otras cosas, ha hecho posible reducir a la nada los miles de kilómetros que separan Caldes de Montbui, el pueblo de Barcelona donde vivo, y Comodoro Rivadavia, una de las principales ciudades de la Patagonia, y capital argentina del petróleo.
Bonita mariposa en el Valle de Pineta. Foto: Benjamín Recacha
¡Hola, Toni!
Te voy a hablar de mariposas. Sobre sus alas.
El día que empecé a escribir El viaje de Pau fue como ese insignificante aleteo de mariposa que acaba teniendo consecuencias impredecibles. Queda muy poético, pero en realidad es lo que pasa continuamente en el mundo, cada acción que alguien realiza repercute en su futuro y en el de otras personas.
Yo decidí un buen día, no hace demasiado tiempo, algo más de cuatro años, que quería ser escritor y que iba a hacer todo lo posible por ganarme la vida con ello. La segunda parte de la proposición no sé si llegará a cumplirse, pero la primera ya la he hecho realidad. Y es bonito, muy gratificante, ser consciente de que lo que uno escribe es leído y apreciado por gente muy diversa de cuya existencia probablemente no habría tenido conocimiento jamás, de no ser por aquella decisión. Seguir leyendo «Lunes, 26 de septiembre de 2016: Efecto mariposa»→
Me enviaron las preguntas por email y yo las contesté. El resultado lo tenéis a continuación. Pero también las grabaron en vídeo. Se lo tomaron muy en serio, organizando un acto en el Teatro Español de su ciudad. El montaje final, con mis respuestas incluidas, encabeza esta entrada. La calidad tanto de imagen como de sonido no es buena porque la grabación está hecha con una webcam muy sencilla, pero creo que reúne los mínimos para poder publicarla. Es una de las entrevistas más completas que me han hecho nunca.
Otra de las cosas que me pidieron fue si podía grabar un fragmento del relato La nena del roure, en catalán. Lo locuté entero y lo subí a mi canal de ivoox.
La experiencia ha sido muy enriquecedora. Estoy muy agradecido a la profesora Teresita Díaz Tuss, impulsora de la iniciativa, y a su colega Viviana Sandoval, y estoy impresionado por el grado de implicación de todos los estudiantes que han participado. Según me cuenta Teresita, aún queda un último paso: las conclusiones del trabajo, que me hará llegar muy pronto, y la guinda del pastel: la repercusión mediática, de la que ya os hablaré llegado el momento.
Os dejo con la entrevista. Aviso que la versión en vídeo no coincide exactamente con el texto; me explayé algo más en varias respuestas. Para leer/ver/escuchar con calma.
Montaje de los alumnos de 4º del Colegio Nº723, Comodoro Rivadavia (Patagonia).
Cuando uno decide ser escritor, lo más normal es que acabe siéndolo en los ratos libres, y es probable que lo que escribe encuentre bastantes dificultades para rebasar el ámbito familiar y de las amistades más incondicionales. Aunque si uno decide ser escritor a pesar de todo, y con todas sus consecuencias, las limitaciones temporales y de difusión no van a ser impedimento suficiente para que desista.
Emprender el camino de las letras, dar vida a mundos y personajes que en principio sólo habitan el territorio íntimo de la mente, nunca sabes a dónde te va a conducir. Como digo, es muy posible que no te lleve más que a dar un paseo por el barrio o, quizás, si el paseo es largo, te dé para recorrer la ciudad. Pero a veces suceden cosas extraordinarias, del todo imprevisibles e inesperadas, que te hacen montar en avión para viajar a destinos a priori inalcanzables.
La era de la comunicación global e instantánea en que vivimos tiene aspectos negativos, sin duda. Pero también ofrece oportunidades inimaginables tan sólo unos años atrás, sobre todo para quienes aspiramos a ser leídos. Porque sí, mi aspiración principal al escribir (he hablado a menudo sobre ello) es ser leído. Seguir leyendo «Desde la Patagonia, con amor»→
La crónica de este Sant Jordi tiene que empezar con un email que recibí el día 17. Había presentado un cuento a la XIII edición del certamen ‘La veu dels somnis’ (‘La voz de los sueños’), convocado por Acció Cívica Calderina, entidad cultural de Caldes de Montbui. Un certamen modesto, de ámbito comarcal. Me decidí a participar con un cuento que titulé ‘La nena del roure’ (‘La niña del roble’), una fábula sobre la terrible e irracional ambición humana, que nos lleva a destruir lo que nos da la vida: la naturaleza.
El caso es que en ese email la organización me invitaba a asistir al acto de entrega de premios, que sería el sábado, 23 de abril, a las 19 horas. Diada de Sant Jordi, fiesta del libro en Catalunya. A esa hora debía estar en la feria de los libreros de Gràcia, firmando mis novelas con los amigos de Sons of Gutenberg, así que respondí que si era necesario que asistiera podía buscar a alguien que acudiera en mi representación. Como me respondieron que sí, que enviara a alguien, deduje (espabilado que es uno) que mi cuento había sido premiado. Seguir leyendo «Crónica de Sant Jordi: de Caldes de Montbui a la Patagonia»→