«Para qué sirve la recacha»

arracacha
Bonito cesto lleno de arracachas.

“La variedad gastronómica del Perú es posible gracias a sus ingredientes, logrando que un solo un plato tenga un toque distinto en diferentes regiones. Sin embargo, sus usos aún no son descubiertos del todo. Uno de ellos es la arracacha, una raíz milenaria consumida desde la época precolombina (…) Es un excelente antioxidante, fortalece el sistema inmunológico y es de fácil digestión. Por eso, se recomienda su consumo en niños y ancianos (…) Puede preparar la arracacha como la papa. Eso sí, debe pelar la raíz antes de ponerla a hervir. También puede consumirse en postres, pues la harina de este tubérculo puede agregarse a mazamorras y sopas antes de servirlas.”

Ya sabéis que recientemente celebré el primer aniversario de ‘la recacha’. En el post que escribí para la ocasión avancé que dedicaría otro a los términos de búsqueda a través de los cuales hay gente que ha venido a parar hasta aquí, la mayoría por accidente. No hay otra explicación teniendo en cuenta las surrealistas frases que algunas mentes retorcidas teclean en los buscadores.

“¿A qué viene ese primer párrafo?”, os preguntaréis, y con razón. El caso es que hay internautas que han aterrizado por aquí buscando cosas como “para qué sirve la recacha” o “la recacha en el embarazo”, cosa que me ha hecho pensar que quizás la recacha sea una planta medicinal o un fruto, porque que yo sepa esta recacha no tiene propiedades conocidas que sean beneficiosas para las embarazadas ni una utilidad concreta más allá de hacer trabajar mis neuronas y (espero) las de quienes la visitan… Pero no, lo más aproximado que hay es la arracacha, un tubérculo similar a un boniato que al parecer es alimento común en algunos países de Suramérica. Si queréis saber más al respecto, podéis visitar este enlace del diario peruano ‘El Comercio’.

Hay gente con unas ansias de conocimiento bastante extrañas. Jamás imaginé que alguien pudiera teclear en Google “las canciones favoritas de Felipe González”, y menos que ello le condujera hasta mi blog. Pero es que otro extraño ser llegó hasta aquí buscando “González Pons canción favorita”. Creo que se llevaría una decepción bastante grande al descubrir que las entradas en las que menciono a este alto cargo del PP no pretenden precisamente alabar sus gustos musicales. Como grande sería la decepción de quien buscaba información sobre “el community manager de Cospedal”. ¿En serio que alguien cree que el community manager de semejante esperpento político desvelaría su verdadera identidad?

Siguiendo con nombres propios, ¿conocéis a un tal “Fernández Sandalia”…? Vale, ahora caigo. Fernández debe ser el diputado de la CUP que enseñó una sandalia a ese entrañable y honrado político metido a banquero que responde al nombre de Rodrigo Rato. Sobre eso sí que escribí.

Abro el capítulo de los que buscan el secreto para ser millonario. Lo siento, aquí tampoco encontrarán la respuesta. “Cómo ser rico a los 45” se preguntaba un avispado internauta, mientras que otro (quizás fuera el mismo) quería saber “ser rico qué problemas tiene”. Imagino que como los problemas de ser pobre los conocemos todos no está de más reunir un poco de información por si un día caen los billetes del cielo. Hay que ser precavido.

Vamos ahora con las reflexiones filosóficas. Y es que la red está repleta de pensadores anónimos que ríete tú de Kant, Descartes, Platón y Sartre. “Hoy no quiero hacer nada”. Toda una declaración de intenciones cargada de significado. El peso de la responsabilidad, el hastío ante una realidad descorazonadora… ¿Y si no quieres hacer nada para qué te metes en Google y lo tecleas? Lo más inquietante, sin embargo, es ¿por qué no querer hacer nada te conduce hasta mi blog? ¿Me quiere decir algo el señor Google con ello?

El sentido de la vida, el origen del universo, qué hay después de la muerte… Son cuestiones que la humanidad se plantea desde que es humanidad. Añado una nueva: “dónde duerme el hombre blandengue”. ¿No os lo habíais preguntado nunca? Pues desde que descubrí que teclearlo en un buscador te conduce hasta aquí el que no duerme soy yo.

Están también los avispados, los que utilizan Internet para descubrir “dónde tuvo lugar la reunión de las Azores”. No sé, ¿en las Azores, quizás? Es como lo del color del caballo blanco de Santiago o, un poco más difícil, “oro parece, plata no es”.

Luego encontramos a los de gustos raritos, como el que buscaba al “lobo tigre” (¿?) o a un “bombero leyendo”. Quizás acababa de leer Farenheit 451 y quería demostrarle al espíritu de Ray Bradbury que los bomberos en realidad aman la literatura.

Me he pasado de rebuscado, lo sé, pero ya veréis qué bien enlazo con el siguiente argumento… Y es que, hablando de literatura, algún sabio (o sabia) llegó hasta aquí buscando “el gran libro de la recacha”. Seguro que lo encontró. Es más, ya le debía sonar que en este espacio escribo a menudo sobre esa obra maestra de la literatura universal que es El viaje de Pau y ahora debe de estar disfrutando de su lectura.

Ale, ya lo he colado.

Satisfecho debió quedar también quien tecleó “reflexión este espacio se siente a gusto”. La construcción de la frase es un tanto extraña, pero en esta ocasión sí entiendo que el señor Google lo dirigiera hasta aquí. Si algo intento siempre por encima de todo es que mis huéspedes se sientan a gusto. Creo que no lo hago mal del todo, ¿no?

Voy acabando. Los buscadores no son siempre todo lo precisos que deberían, y tengo pruebas. He recibido visitas derivadas de “pareces una cangreja” y “el cangrejo y el trabajador reflexión”, cuando (independientemente de que me parezcan búsquedas de lo más surrealista) todo el mundo sabe que para cuestiones cangrejiles la máxima autoridad es mi amiga Ikram Barcala, una cangreja como Dios manda, con blog “inmortal” y todo. Por cierto, que me acabo de enterar de que la editorial Baile del Sol ha publicado un libro titulado precisamente La inmortalidad del cangrejo.

He dejado para el final las dos búsquedas más extrañas, digámoslo así. Que cada uno les dé la interpretación que considere más oportuna. La primera aún tiene un pase: “papa soy tu hija te voy a coger”. Si obviamos que el infinitivo final tiene una connotación muy particular al otro lado del charco podríamos pensar que la niña está jugando al pilla pilla con su padre, pero ¿qué pretende encontrar alguien que teclea eso en un buscador? La segunda búsqueda no deja lugar a dudas. Es toda una declaración de intenciones y no tengo ni la más remota idea de qué retorcida asociación de ideas o términos puede haberla traído a este blog: “soy insaciable me arde la concha”. 100% real, lo prometo. No comments.

16 comentarios sobre “«Para qué sirve la recacha»

  1. No sabes cuanto me he reído leyendo este post y es que es cierto, es increíble lo que somos capaces de buscar en google. Yo también me pregunto muchas veces cómo algunas búsquedas pueden llevar a mi blog si nada tienen que ver con la temática. En fin, misterios de google.

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  2. jajaja, me ha llegado lo del community manager de Cospedal. Eres como el negro de Belén Esteban!

    Ríete, pero en mis primeras andanzas como redactor publicitario tuve que dar ideas y unas líneas para una convención del PP para la cual organizábamos un evento. La objección de conciencia cedió a la profesionalidad, no digo más.

    También deberías escribir un post sobre cómo ser rico a los 45. Por mi parte puedo colaborar con cómo no serlo, oye, vamos quitando opciones y por eliminación…

    Muy grande, por lo menos que te encuentren, es otro tipo de viaje 😉

    Un abrazo!!

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