‘Corazón de fondant’ se presenta en Barcelona

Presentación de 'Corazón de fondant'

Hace unos tres años WordPress me comunicaba que había empezado a seguir mi blog una tal Chica de los jueves. En aquella época, cuando ‘la recacha’ había cumplido su primer añito, todavía sentía un cosquilleo en el estómago cada vez que alguien decidía sumarse a esta familia virtual. La verdad es que dedicaba un buen rato cada día a bucear por la blogosfera y, obviamente, lo primero que hacía cuando WordPress me notificaba un nuevo seguidor era devolver la visita.

Aún lo hago, no de forma tan inmediata y sin tanto entusiasmo, pues digamos que la blogosfera ahora es menos familia virtual; ha perdido parte del componente emocional para quedarse más en lo pragmático. Ya no le puedo dedicar tanto tiempo y tengo que discriminar. Vamos, que difícilmente voy a poder corresponder el seguimiento a los nuevos seguidores.

El caso es que al aterrizar en ‘La chica de los jueves’ y empezar a leer me di cuenta de que aquel era un blog especial. Si no recuerdo mal (han pasado tres años y mi memoria cuarentona empieza a flaquear), por aquel entonces Mamen (la chica de los jueves) estaba enfrascada en las crónicas del despropósito de viaje que, junto a una amiga, había hecho por el centro de Europa. Me reí mucho, pero lo más importante es que su estilo, fresco y directo, me atrapó. Seguir leyendo «‘Corazón de fondant’ se presenta en Barcelona»

Miércoles, 11 de enero de 2017: Sobre cementerios de libros olvidados y algunas conclusiones

Libros - Benjamín Recacha García

Hola, Toni.

Desde hace un tiempo nuestros intercambios de impresiones en abierto se han espaciado bastante. Supongo que la razón es que antes de ponernos con una larga carta queremos estar seguros de tener cosas nuevas e interesantes que explicar. También debe haber algo de pérdida de frescura y de ímpetu, pero, en cambio, creo que hemos ganado madurez.

Cuando empezamos este bonito (y muy enriquecedor) experimento éramos más inocentes y románticos (al menos yo) en lo referente a la aventura literaria y editorial. Dos años y medio después han cambiado algunas cosas y hemos aprendido otras muchas.

Lo que no cambia es nuestra determinación por escribir, dedicándole todo el tiempo posible, y por mejorar. Yo emprendí el camino de la autopublicación, que me ha proporcionado gratísimas experiencias, y tú, aunque también lo probaste, preferiste centrar el grueso de tus esfuerzos en crear material con la calidad suficiente para llamar la atención de alguna editorial. Y lo has logrado, cosa que celebro. No sé si el recorrido de Autotomía con Ediciones Hidroavión será largo o corto, pero en cualquier caso has conseguido que una editorial apueste (con mayor o menor riesgo) por tu obra, y eso es algo de lo que te debes sentir muy orgulloso porque todo el mérito es tuyo. No me cansaré de decirte que escribes muy bien, y no es sólo que se note que llevas muchos años haciéndolo, que te has preparado a conciencia y que no has dejado de buscar tu voz, sino que tienes una habilidad especial que no es tan común (el eterno debate sobre el talento. Ya sabes que yo sí creo en ese ingrediente “mágico”). Seguir leyendo «Miércoles, 11 de enero de 2017: Sobre cementerios de libros olvidados y algunas conclusiones»

Un 2016 repleto de momentos memorables

Valle de Pineta

Tengo la sensación de que 2016 ha pasado volando, sobre todo la segunda parte. Me parece increíble que haga casi cinco meses desde que Belén y Jorge nos recibían con los brazos abiertos en su casa de Vigo. De hecho, ha pasado todo tan rápido que aún tengo pendientes varias crónicas veraniegas; no encuentro el momento de ponerme con ellas, pero lo haré, conservo un montón de imágenes y de sensaciones bien vivas, que merecen un espacio en ‘la recacha’.

Las vacaciones, obviamente, ocupan un lugar en el podio de los momentos memorables del año que dejamos atrás. En realidad, esas tres semanas de agosto dejaron innumerables momentos memorables. Como el de la foto que encabeza el post, el recorrido por la Faja de Tormosa, en el Valle de Pineta. Una excursión inolvidable, que rozó la categoría de locura. A Albert seguro que no se le olvida jamás. Pocos niños de siete años son capaces de pasarse el día andando a más de 2.000 metros de altura. Ese mismo día, noche ya, conocimos en persona a Jesús, el joven montañero al que Luci, mi señora esposa, había rebautizado como Pau al saber que, como el protagonista de mi primera novela, había viajado hasta el Valle de Pineta para cambiar de vida. Allí leyó El viaje de Pau y contactó conmigo. Necesariamente teníamos que vernos. Seguir leyendo «Un 2016 repleto de momentos memorables»