¡Hola, Toni!
Fue una verdadera pena que no pudiéramos vernos la semana pasada. Hacía mucho tiempo que tenía marcadas en rojo esas fechas, porque me apetecía de veras que nos viéramos y charlar un buen rato en persona sobre nuestra aventura literaria. Pero ya se sabe que Murphy es un tipo muy cruel y decidió cebarse con mi salud, primero, y, para asegurarse de que la tostada caía del lado de la mantequilla, lo hizo después con mi hijo, desbaratando así cualquier posibilidad de que nos encontráramos.
Ahora ya estamos bien los dos, pero no tengo muy buena combinación para bajar a desayunar o a comer a Antequera desde Barcelona, así que tendremos que aplazar nuestra reunión para una próxima ocasión (que espero sea próxima de verdad).
Tenía varios temas interesantes sobre los que hablar, y, aunque no sea lo mismo que en vivo y en directo, trataré de desarrollarlos por escrito. Seguir leyendo «Martes, 23 de febrero: de espabilados, genios y gente que suma»