Lo que pasa en este país es insoportable

 

Desahucio María, funeral duquesa de Alba
Dos imágenes juntas dicen mucho del país en que vivimos.

El día después de que miles de sevillanos despidieran a la mayor latifundista de España, con un patrimonio estimado en torno a los 3.000 millones de euros, del cual el 90% está exento de tributación, una señora de 85 años era expulsada de su hogar en el madrileño barrio de Vallecas por no poder hacer frente a la deuda que su hijo contrajo con un prestamista. La oligarquía política y económica y una parte asquerosamente considerable de la plebe rendían pleitesía a un símbolo de la España rancia y casposa mientras una mujer humilde, una más entre las miles que pierden su casa un día tras otro, tragaba lágrimas de impotencia.

El caso de Carmen no ha quedado ahogado entre la fría estadística, como tantísimos otros, porque los activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) continúan llevando a cabo una labor impagable (cuántos suicidios habrán evitado en estos últimos años) en apoyo de quienes lo han perdido todo menos la dignidad y dando visibilidad a uno de los mayores dramas, una de las principales injusticias, que emanan de eso que llaman crisis. Por eso y porque el club más modesto de la élite del fútbol español, el Rayo Vallecano, se ha ofrecido a costearle el alquiler. Seguir leyendo «Lo que pasa en este país es insoportable»

¿Qué puede más: el egoísmo o la empatía?

Miedoceno Forges

¿Es el ser humano bueno por naturaleza? ¿Es más poderosa la empatía o el egoísmo? ¿El ansia de poder o la voluntad de compartir? Viendo cómo está el mundo y haciendo un rápido repaso a la historia de la humanidad parece que las respuestas son evidentes.

El viernes pasamos el día con unos amigos y, tras la comida, surgió un interesante debate en torno a la naturaleza humana. El miembro masculino de la otra pareja defendía que las personas somos egoístas desde que nacemos; que el instinto de supervivencia es más poderoso que cualquier otro y que si tenemos la oportunidad haremos lo que esté en nuestra mano para satisfacer nuestras necesidades independientemente de cuál sea la situación de nuestros semejantes. Además, teniendo en cuenta el entorno social en el que crecemos, esas necesidades van aumentando, de forma que no nos conformamos con ver cubiertas las básicas, sino que siempre queremos más. Seguir leyendo «¿Qué puede más: el egoísmo o la empatía?»