«Mamá, que ése dice que mi novela no vale para nada»

Benjamín Recacha - El viaje de Pau

La Asociación de Escritores Noveles (AEN) ha publicado en su web un artículo de mi autoría en el que reflexiono sobre la manera en que los escritores encajamos las críticas. En general, por mucho que digamos que no nos afectan los comentarios negativos, la verdad es que no nos hacen ni puñetera demasiada gracia. En mi opinión, se trata de una actitud bastante infantil, pero mejor os dejo con el artículo…

Hace unos meses, un lector dejó un comentario muy poco edificante en Goodreads sobre mi novela El viaje de Pau. La calificaba de “aborto” y afirmaba que lo más profundo del libro son los ladridos del perro. No voy a decir que tales “piropos” hacia mi primera obra, a la que tengo un cariño infinito, me resbalaran, pero la verdad es que tampoco me ofendieron.

Le respondí que le agradecía el tiempo dedicado a la novela y que lamentaba la mala experiencia. Y entonces él se extendió un poco más en la crítica: «Me cansa que se utilice la Guerra Civil Española como excusa para escribir cualquier tontería. El libro está plagado de lugares comunes desde la primera página y teniendo que quedarme con algo, me quedo con el “guau, guau” del perro». Seguir leyendo ««Mamá, que ése dice que mi novela no vale para nada»»

Pedradas que no descalabran

Librería Espai Literari - Apedrea a un escritor
Primera edición de ‘Apedrea a un escritor’.   Foto: Librería Espai Literari

No estamos acostumbrados a que nos digan que algo que hemos creado no es bueno, no gusta o estaría mejor de otra manera. Normalmente no estamos preparados para encajar las críticas negativas, y solemos interpretarlas como un ataque personal. No creo que sea un buen enfoque cuando pretendemos mejorar en la disciplina que sea. Si nadie se atreve a decirnos lo que hacemos “mal” no seremos conscientes de ello, con lo que estaremos condenados a repetir los mismos errores. Claro que si se atreven y nos lo tomamos a la tremenda tampoco servirá de mucho. Seguir leyendo «Pedradas que no descalabran»