Ruido

Las redes sociales han conseguido romper el monopolio de la información. Teniendo en cuenta que los medios tradicionales más que de comunicación actualmente son de propaganda, que “informan” en función de los intereses políticos y financieros de quienes los sostienen, las redes se han convertido en una necesaria vía alternativa para escapar de la manipulación.

Gracias a Internet en los últimos años han aparecido medios alternativos que procuran hacer periodismo independiente; obviamente de acuerdo a una ideología —eso de que el periodismo debe ser imparcial, limitarse a exponer hechos, es una tontería; el periodismo siempre tiene que cuestionar al poder y ser altavoz de quienes carecen de él—, lo que no es obstáculo para mantener la honestidad en la labor profesional. Sin la existencia de las redes sociales estos medios serían inviables.

El problema es el ruido. Y hay mucho, cada vez más. Seguir leyendo «Ruido»

Fanáticos ignorantes (II)

Charlie Hebdo

Hace dos semanas escribí un artículo que titulé ‘Fanáticos ignorantes’. Cuando he leído la noticia del asesinato absurdo, salvaje e intolerante de doce personas en la sede de la revista satírica ‘Charlie Hebdo’, en París, automáticamente me ha venido a la cabeza y he pensado en volver a compartirlo. Porque los asesinos, terroristas, bárbaros…, el calificativo es lo de menos, que esta mañana han regado de sangre la redacción de un medio de comunicación por, simplemente, no estar de acuerdo con sus ideas, son, sobre todo, unos fanáticos ignorantes.

Temo que lo que me llevó a escribir aquel artículo, la masacre a sangre fría de 150 personas, la mayoría niños, en un colegio pakistaní, el desprecio más absoluto por la vida humana, seguirá proporcionándome razones para compartirlo una y otra vez. Cada nueva matanza, cada nuevo abuso de los derechos humanos, es otro triunfo de los fanáticos ignorantes, un nuevo motivo para llamar la atención sobre los pasos atrás que damos a diario como especie. Seguir leyendo «Fanáticos ignorantes (II)»

Fanáticos ignorantes

Forges - Educación ciudadanía

La intolerancia, la intransigencia, el pensamiento único, la imposición de ideas mediante la fuerza, son algunos de los peores males que asolan a la humanidad. Los débiles, los inocentes, quienes no pueden recurrir a la fuerza para defenderse, son siempre víctimas injustas. Ninguna ideología ni supuestas ‘leyes’ religiosas justifican los abusos a los derechos humanos, ni mucho menos el despreciable ensañamiento con quienes sueñan con un futuro libre de violencia.

El martes pasado un grupo de escoria humana, contaminada por ideas fanáticas, entró en un colegio de Peshawar (Pakistán) y mató a 148 personas, 132 de ellas niños y niñas. Los talibanes justificaron el ataque en el hecho de que el colegio está gestionado por las fuerzas militares que los combaten. Como si esos trogloditas que dicen seguir la ley de dios tuvieran algún prejuicio a la hora de segar vidas. Son los mismos que dispararon en la cabeza a Malala y que han jurado matarla por el simple hecho de defender la escolarización de las niñas. Seguir leyendo «Fanáticos ignorantes»