
Equilibrio. Un concepto sin glamur, que no llama la atención, condenado al olvido por el ritmo frenético de nuestro mundo y esa cultura del enfrentamiento a menudo sustentada en la simpleza.
Reflexionar, detenerse a observar y desarrollar puntos de vista propios supone oponerse a las dinámicas que nos consumen con su inercia aplastante. Y eso requiere mucha fuerza de voluntad.
El equilibrio no necesariamente significa el término medio. De hecho, buscarlo puede ser una postura muy radical, porque no vivimos precisamente en una sociedad equilibrada.
El equilibrio es lo que propone Gabi Martínez en Un cambio de verdad. Una vuelta al origen en tierra de pastores (Seix Barral, 2020), donde recoge su experiencia a cargo de un rebaño de cuatrocientas ovejas en La Siberia extremeña, la tierra de su madre.
Es un relato muy personal, pero también un retrato del desequilibrio que está matando al mundo rural y de cómo, a pesar de todas las dificultades, existen personas que no se resignan a dejarse llevar por la rueda de lo, en apariencia, incontestable.