La guerra siempre es la peor solución

obama gila

¿Cuánto tiempo ha necesitado el gobierno francés para descargar su furia en forma de bombas sobre la ya castigadísima población siria? Dos días. El domingo, dos días después del terrible atentado de París, los cazabombarderos franceses empezaban a cobrarse su venganza en el feudo de la organización fascista que ha conseguido que los europeos no caminemos tranquilos por nuestras seguras calles occidentales.

Las bombas no van a solucionar nada. No van a acabar con el ISIS ni van a extirpar de los cerebros fanatizados el deseo de ganarse el cielo de los guerreros asesinando a unos cuantos infieles.

La guerra es la salida fácil, la reacción en caliente que aplauden los patriotas de palmoteo en el pecho, aquéllos que se encienden escuchando himnos a la sombra de banderas: “Se van a enterar esos moros desgraciados. Ahora van a ver cómo nos las gastamos los demócratas”.

La guerra es el objetivo de quienes dirigen el mundo, de esas macrocorporaciones armamentísticas cuyos inversores se frotan las manos cada vez que sucede una masacre como la de París. Seguir leyendo «La guerra siempre es la peor solución»

El incendio

Mano de fuego
Imagen obtenida de http://imagenesfotos.com

La bloguera Gaviota ha creado un certamen literario de relatos en el que se puede participar mediante invitación. A mí me ha invitado Josep ‘Salvela’. El premio para el ganador es un Corazón de chocolate. La competencia es durísima, con textos de altísimo nivel. Se supone que debería invitar a otros seis blogueros, pero teniendo en cuenta que el plazo para presentar los relatos termina el domingo 15 no voy a poner en ese compromiso a nadie. Por cierto, el blog de Gaviota es: http://gaviotasconamor.wordpress.com

Aquí tenéis mi relato. Advierto que puede herir sensibilidades…

No puede apartar la mirada de las llamas. La contemplación de su danza hipnótica le hace sentir bien, relajado, en paz. Sabe que hay una explicación científica, completamente coherente, a la existencia de esa magia multicolor, pero él es incapaz de asimilarla; puede imaginar cómo se sintieron los primeros hombres, la sensación de poder que debieron experimentar al lograr dominar el fuego y ser capaces de crearlo… Crear para destruir… Belleza salvaje, indomable, al acecho de la más mínima oportunidad para desbocarse. Seguir leyendo «El incendio»