
Debería estar escribiendo mi nueva novela. Tendría que aislarme de toda distracción y escribir. Dejar de seguir las redes sociales, no consultar otros blogs y, mucho menos aún, leer los titulares de prensa ni escuchar tertulias radiofónicas. Sobre todo esto último, porque, claro, uno hace la “ronda” matinal, lee según qué cosas y luego no hay manera de concentrarse en crear una historia de ficción mínimamente interesante. Aunque, la verdad, según qué medios van repletos de ficción, y lo grave es que pretenden colárnosla disfrazada de periodismo. Ay, querida profesión, cómo te están maltratando.