Jueves, 26 de junio de 2014

Inauguro con esta entrada una nueva sección en ‘la recacha’: Cartas a un escritor. A lo largo de este año de incursión en el mundo editorial a través de la autopublicación he ido acumulando experiencias, inquietudes, esperanzas, ilusiones y algunas desilusiones también. Llegados a este punto siento la necesidad de reflexionar sobre ello, y he creído que podría ser una buena idea dirigir esas reflexiones a otro escritor que también busca la manera de hacerse hueco. Él es Toni Cifuentes, un escritor buenísimo, amigo de esta casa y compañero de «fatigas». Hoy empezamos a cartearnos. Quizás nos sirva de terapia y, quién sabe, igual «ayudamos» a otros inconscientes que, como nosotros, pretenden ganarse la vida creando historias.

Presentación El viaje de Pau en Bielsa
Firmando libros en Bielsa, uno de los mejores momentos en mi aventura literaria.

Hola, Toni. ¿Cómo te va?

Por lo que leí en una de las últimas entradas de tu blog parece que la primavera ha sido productiva. Ya estoy deseando leer esas nuevas joyas. A ver cuándo te animas a hacer una tirada en papel de tus relatos, aunque no te descubro nada si te digo que es muy complicado ponerlos en circulación, y más aún que la gente los compre. Ahora iré a eso, pero antes déjame que te felicite por tu éxito en el certamen literario María Carreira. Lástima que no acabaran dándote el primer premio, pero ser finalista está muy bien. No me canso de decirte que eres un escritor fabuloso; incluso los jurados acabarán dándose cuenta. 😉

Llevaba días dándole vueltas a la idea de escribirte una carta. ¿Que por qué a ti? Pues porque, como yo, eres un escritor intentando asomar la cabeza en este mundo editorial tan caótico y sobrepoblado, en el que resulta tan difícil saber hacia dónde (y cómo) tirar. ¿Sabes que hace ya un año que publiqué El viaje de Pau? Un año de inquietudes y esperanzas, de trabajar cada día por difundir mi primera novela, de recibir grandes cantidades de apoyo y ánimo, pero también de comprobar por mí mismo cuánto cuesta avanzar.

La vida del escritor independiente es muy jodida, no te descubro nada. Cada mañana me encuentro con la disyuntiva de cómo distribuir el tiempo. Sabes que estoy escribiendo una segunda novela, pero también tengo que hacer lo posible por mantener la primera bien visible, y eso implica contactar con librerías (y abstenerme de dedicarles algún post poniéndolas a parir por, en un 90% de los casos, ni siquiera dignarse a contestar), mantener una presencia constante en las redes sociales, actualizar el blog con frecuencia, idear estrategias que mantengan el interés de la gente por mis propuestas… Total, que a menudo me quedo con la sensación de que no he hecho nada productivo. Menos mal que conservo el trabajillo de las tardes como profe de refuerzo escolar y que mi pareja trae un sueldo decente a casa todos los meses, porque si no, a ver cómo se lo monta un escritor sin ingreso alguno garantizado. ¿Cómo te lo montas tú? Porque si no recuerdo mal estás en paro. ¿Has encontrado algo?

Podría centrarme únicamente en escribir, pero entonces me quedaría la sensación de que todo lo que he avanzado durante este año no ha servido para nada. Si pierdo la presencia en las redes será como si El viaje de Pau no existiera. Pero no sé, a veces pienso que tanto esfuerzo no compensa. Hace un par de días recibí una noticia realmente mala. La librería Espai Literari de Barcelona, donde presenté en noviembre mi novela, echa la persiana a finales de julio. Cada cierre de una librería es una noticia lamentable, y últimamente lo han hecho tres de las que vendían mi libro: la Llamborda, en Caldes de Montbui, la primera que lo aceptó; Namasté, en Granada, que la llevaba una escritora muy maja, Cristina Monteoliva; y ahora Espai Literari. Ésta además estaba especializada en autores independientes y editoriales pequeñas, era una especie de oasis, un pedazo de esperanza al que agarrarnos, pero la realidad es implacable.

¿Qué podemos hacer? Lo sé, seguir intentándolo, no desmoralizarse y confiar en nuestro trabajo. Yo soy optimista por naturaleza, y el feedback que recibo de la gente es muy positivo. Durante este tiempo he vivido experiencias muy positivas, de las que no se olvidan nunca, como la presentación en Bielsa, hace dos semanas, o el acuerdo con la editorial brasileña Liga para la traducción de El viaje de Pau al portugués. Y todos los mensajes de ánimo, de felicitación, las críticas positivas de lectores/as, la gente estupenda que estoy conociendo, la preciosa aventura del libro viajero… Si hago balance no me puedo quejar, desde luego, pero cuando miro hacia delante la cosa cambia.

Siempre digo que estoy al principio del camino y que soy consciente de lo duro que va a ser. Yo quiero escribir, quiero ganarme la vida con ello, aunque suponga un reto casi quimérico, pero, como te digo, hay momentos en que las energías me fallan. Noticias como lo de Espai Literari minan la moral, le hacen preguntarse a uno si de verdad existe un espacio para lo que puedo aportar. Al fin y al cabo, el mundo no va a echar en falta mis historias. Quizás lo más sensato sería intentar volver al mercado laboral productivo y conformarme con que la literatura sea un hobby.

No sé. Igual la semana que viene recibo una buena noticia y vuelvo a verlo todo menos gris. ¿Tú que opinas? ¿Vale la pena perseguir nuestros sueños? El corazón me dice que sí, pero la cabeza me hace dudar. En fin, te dejo, que tengo que ir a buscar al niño al casal de verano. Seguiré dándole vueltas al asunto, a ver si me aclaro.

¡Un abrazo!

28 comentarios sobre “Jueves, 26 de junio de 2014

  1. Benjamín, la pasión por escribir y querer vivir de ella se vuelve un dilema. Queremos surgir pronto de esa oscuridad a la que se está condenado por la originalidad de ese genio que llevamos dentro. Convertirse en poeta popular muchas veces hay que hacerlo absorbido por la sensibilidad de las nuevas generaciones de poetas o por el arrastre de aquellos, como García Márquez, por citar uno, entran en ese boom de la literatura. El asunto está en escribir para espíritus afines. ¿ Cómo influir en los lectores ? Crear estilos literarios es influenciar en el resto de escritores y lectores. Alguien dijo que «es una felicidad que no haya ninguna vía real para la poesía o el verso»… ¿ Cómo volar al Parnaso y permanecer en él con alas cortas… y sin recursos financieros ? El «inscape» o patrón es lo que muchos buscan para singularizarse y alcanzar originalidad. Estoy seguro que pronto la encontrarás. Adelante, no desmayes. Cuesta, pero se llega. Tú lo lograrás, estás cerca. Un abrazo

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    1. Muchas gracias por tus preciosas palabras. Nunca dejaré de escribir, eso es algo que tengo muy claro. Mi inquietud tiene que ver con lo complicadísimo que es vencer las estructuras. Aunque las redes sociales son el mejor aliado de quienes vamos por libre, asomar la cabeza entre tantas y tan rígidas dinámicas acaba por quitarle a uno el aliento. ¿Cómo llegar a los lectores si cuesta tantísimo encontrar librerías dispuestas a dar una oportunidad (real, que vaya más allá de depositar tu libro en el almacén) a los autores que no contamos con el apoyo de un sello editorial? Todavía ando enfrascado en resolver un dilema que me consume demasiada energía.
      Desde luego, el apoyo de tanta gente hasta hace poco desconocida es lo mejor de esta aventura. Un abrazo.

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  2. ¿Qué te puedo decir? Hace unos meses, en el suplemento de los sábados de ‘El País’, una agente literaria decía que la industria apostaba por lo seguro; consideraba que ‘lo seguro’ consistía en apostar por lo consagrado, si bien los ‘cazadores de libros’ husmeaban a la busca de autores (pocos) que se pudieran introducir en el mercado. Con ironía, escribí un ‘post’ en el que presentaba el manuscrito que cuenta mi vida (Madame Bovary) y me lo rechazaban porque les sonaba muy antiguo. Sin embargo, esto siempre fue así, con el agravante de que antes no había ‘redes sociales’ y, si alguien se animaba a la autoedición, cargaba con un buen número de ejemplares a su costa para regalar a familiares y amigos. Hoy, los escritos antes destinados a ser un montón de papel amarillo y polvoriento, pueden circular a través de la Red y encontrar lectores; la profesionalización es otra cosa.

    La verdad es que admiro tu tesón, tu dedicación y tu fe en el trabajo, de calidad suficiente para estar en el dichoso ‘mercado’. Lo que sabes es que puedes contar con mi aliento y apoyo en los términos dichos en alguna ocasión. No caigas en el desánimo: eres trabajador, optimista, buen escritor, y, sobre todo, bueno. Te deseo lo mejor. Un abrazo.

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    1. Sin ese aliento y apoyo que siento tan cercano, el tuyo y el de tantos otros, probablemente esta aventura habría fracasado hace tiempo. Me gusta escribir, mejor o peor, pero siento que tengo cosas que contar que puede haber gente interesada en leerlas. Comprobar que es así me da la energía necesaria para continuar, pero cuesta mucho entrar en los circuitos comerciales, hay que invertir demasiado tiempo que se resta al que tendría que estar dedicando a escribir. Cuando consigues que una librería acepte de buen grado tu libro supone una gran alegría, pero comprobar que las que más interés habían puesto acaban teniendo que cerrar desmoraliza bastante. Es como un volver a empezar muy agotador.
      Muchas gracias por tus amables palabras. Es todo un honor recibirlas de quien demuestra tantísima sensibilidad con la pluma. Un abrazo.

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  3. Vas a recibir un montón de consejos a lo mejor mejores que los míos, pero no dudes de que te responderé muy pronto. Me he dado cuenta de que casi no comento nada del apoyo de las editoriales ni las liberías porque en mi cabeza doy por hecho que los escritores noveles somos invisibles si no venimos de la mano de una editorial o de un agente literario. Para bien y para mal sigo pensando que el camino de siempre sigue siendo el camino de siempre. Me he hartado de leer libros de escritores ya consagrados y en casi todos vienen a decir que vivir de escribir es casi una utopía. Pero el mundo está lleno de soñadores y sus sueños, no hay duda, a veces se cumplen. A ver por dónde nos sale todo esto… ¡Un abrazo!

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    1. Sí, la verdad es que las redes sociales son una herramienta muy útil, con un gran potencial, pero precisamente por eso también pueden ser la causa de muchas frustraciones. Es como pretender apartar una roca enorme del camino. A base de empujones puedes moverla algún milímetro, pero si no recibes la ayuda de unos cuantos, no hay nada que hacer. Sin editorial, ni distribuidor, ni medios de comunicación sólo queda el apoyo de la gente que vas encontrándote por el camino. Eso ya lo sabía cuando empecé, pero hay momentos en que el optimismo y la energía aparentemente incombustible dejan paso a la cruda realidad. Hay momentos en que cuesta más abstraerse de las dificultades y los sueños se ven más irrealizables, pero no me voy a rendir.
      Estaré muy atento a tu carta. ¡Un abrazo!

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  4. Me encanta esta nueva sección.Por cierto, pronto iré a España y me haré con el libro el viaje de Pau. Ánimo porque yo imagino un mundo diferente (al que tenemos ahora) y te diré que tus historias si forman parte de él (del que imagino). Un abrazo y adelante!!!

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    1. Muchísimas gracias, Natalia. No sabes cuánto me gusta leer comentarios como el tuyo. 🙂
      Si piensas comprarlo en librería, mira el listado que aparece en el menú lateral derecho del blog. Si no lo encuentras, te lo puedo enviar por correo. ¡Un abrazo!

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  5. Admiro muchísimo tu fuerza y tu empuje, querido Benjamín, en tu anhelo por vivir de la escritura. Yo no me animo aún a intentarlo pero espero un día reunir los ánimos para ello. Sé que de recibir alientos no se come, ni se viste ni se paga la escuela de los chicos, pero al menos espero que esta palmada en el hombro sirva de algo: adelante, que seguro vale la pena tanto por ti como por dar ese ejemplo de congruencia a tu hijo.
    Abrazo muy muy apretado

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  6. Pingback: la recacha
  7. ¡Eh! ¿Qué hace un optimista como tú escribiendo un post como este? No voy a ser yo, y menos en un momento como en el que estoy, quien te diga qué hacer con tus sueños, pero te recomendaría el blog de un «amigo virutal», un tal Benjamín Recacha, y que te leyeses los comentarios a su novela. Ya me dirás luego si te merece la pena o no seguir.
    Un beso

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    1. Pues voy a darme una vuelta por donde dices; tiene buena pinta. 😉
      Hay momentos en que incluso el más optimista necesita desahogarse. Si no fuera optimista y no tuviera la enorme confianza que tengo en mí mismo hace tiempo que habría tirado la toalla. Sé que este es un camino largo y tortuoso, sin guías de viaje realmente útiles, pero hay momentos en que necesito parar y reflexionar detenidamente. En las dos semanas que han pasado desde que escribí esta primera carta he podido reordenar ideas, prioridades y reafirmarme en mi apuesta por continuar adelante. Pero además de optimista soy muy realista. No creo que deba perder la perspectiva de lo complicadísimo que es pretender ganarse la vida escribiendo. Me lo repito bastante a menudo, no para desanimarme, sino para tener muy presente que cada paso que dé tiene que ser seguro, no vale retroceder.
      Menos mal que cuento con tanta gente que me anima. Si entre esa gente hubiera cuatro o cinco libreros en las ciudades más pobladas del país que tuvieran a bien recomendar mi novela, me tendríais que parar los pies. :p
      Muchas gracias por tus palabras de aliento. ¡Un abrazo fuerte!

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      1. Ummmm, libreros de las ciudades más pobladas…. ¿De eso hay? Ya apenas quedan pequeñas librerías en esas ciudades que tu dices… Creo que hay que buscar (y reclutar) a alguien de esas dos grandes franquicias que tu conoces…

        Haces bien en ser realista, pero sin que eso mengüe tus ilusiones. Besotes!

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