Babia, un paraíso por descubrir

Babia
Las montañas de Babia, el cielo luminoso, el verde brillante de las praderas…   Foto: Benjamín Recacha

Lo primero que llama la atención al llegar a Babia es la belleza de sus montañas, que parecen forradas de una alfombra verde salpicada de bosques. Algunas sobresalen por encima, mostrando imponentes moles de roca. Si se llega desde León por la carretera CL-626 hay que bordear el impresionante embalse de Barrios de Luna, que nos ofrece un aperitivo de lo que nos espera algunos kilómetros y muchas curvas después.

Embalse Barrios de Luna
El embalse de Barrios de Luna nos acompaña durante varios kilómetros de enrevesada carretera. Foto: Benjamín Recacha

Superado el embalse, los pueblecitos se distribuyen a lado y lado de la vía, que discurre paralela al río Luna, “bañados” por praderas de un verde intenso donde pastan vacas, caballos, cabras y ovejas, junto a numerosas cigüeñas que a principios de agosto ya preparan su migración. Desde el aire, rapaces de todos los tamaños planean en busca de algún pequeño mamífero o reptil despistados.

Caballos - Babia
A estos bonitos caballos de La Cueta conseguimos engatusarlos con una manzana.   Foto: Lucía Pastor

El cielo, de un azul intenso, limpio, nos ilumina el camino. Dicen los expertos que el cielo de Babia es uno de los mejores del mundo para observar las estrellas. Normal. La altura, la escasísima contaminación lumínica (y de la otra), consecuencia de lo poco poblada que está la comarca, son factores que, sin duda, contribuyen a ello.

En Babia se encuentra el pueblo más alto de la provincia de León: La Cueta, situado a casi 1.500 metros sobre el nivel del mar, junto al nacimiento del río Sil. Llegar hasta esa aldea de cuento requiere invertir unas cuantas horas y (mucha) paciencia al volante. Si vais en invierno, quizás no lo consigáis. Dalmacio y Horacio Castro, los magníficos anfitriones de la Casa Rural La Cueta Alto Sil, os pueden contar unas cuantas anécdotas sobre ello. Seguir leyendo «Babia, un paraíso por descubrir»

Crónica de una celebración literaria en Babia

I Encuentro de las Letras de Babia y Luna
El I Encuentro de las Letras de Babia y Luna fue todo un éxito.   Foto: Dalmacio Castro

El sábado 8 de agosto, a eso de las nueve de la tarde, comencé mi intervención en el Primer Encuentro de las Letras de Babia y Luna ante más de cien personas que escuchaban atentas lo que tuviera que contarles acerca de mi carrera literaria y, concretamente, sobre Con la vida a cuestas. ¿Por qué alguien de Barcelona, que sólo había pasado tres días en Babia, hacía ocho años, había decidido ubicar buena parte de la trama de su segunda novela en una comarca que no poca gente sigue creyendo que sólo existe en el refranero popular?

Fui el último de los cuatro autores invitados en intervenir. Empezaba a hacer frío, estaba algo nervioso (no imaginaba que asistiría tanta gente) y, sobre todo, me tocaba hablar después de la exposición brillantísima de un orador (y escritor, tengo tres de sus libros esperando su turno) magnífico, Miguel Paz Cabanas, babiano de adopción, sobre quien hablaré más adelante. Como lo haré de la organizadora del acontecimiento, Silvia Aller, poeta, fotógrafa, apasionada de los libros y de la naturaleza exuberante de esa tierra leonesa que, desde luego, es bien real. Abruma de tan real que es.

El escenario, el patio del Palacio de Quiñones, en Riolago de Babia, Casa del Parque Natural de Babia y Luna, y la compañía eran inmejorables, así que el resultado final sólo podía ser bueno. Pero eso fue la tarde del 8 de agosto. Antes sucedieron varias cosas dignas de ser contadas. Seguir leyendo «Crónica de una celebración literaria en Babia»