El acierto de Izquierda Unida

Unidos Podemos Barcelona
Acto multitudinario de Unidos Podemos / En Comú Podem en Barcelona. Foto: http://www.elconfidencial.com

Dicen quienes jamás se han preocupado por el futuro (ni el presente) de Izquierda Unida que su alianza con Podemos (y Equo) es una especie de sentencia de muerte. Le auguran la disolución en el mar morado o, directamente, la fagocitación por parte de Pablo Iglesias, conocido también como el diablo con coleta.

En realidad no son sólo ellos (dirigentes conservadores, tanto del PP como del PsoE, y “periodistas”/analistas políticos afines), sino que también ilustres nombres de la formación, como Gaspar Llamazares, han criticado con dureza el pacto, no sé si más preocupados por la pérdida de identidad de la marca o por su pérdida de protagonismo individual.

La cuestión es que conforme las encuestas han ido confirmando que Unidos Podemos va como un tiro, esas voces críticas internas se han apagado y (“curiosamente”) han desaparecido de los medios que las habían aupado a la rabiosa actualidad. La jugada desestabilizadora (una más) no ha funcionado. Snif.

Me cuesta entender la postura intransigente de destacados miembros de IU, diríase que más preocupados por seguir siendo la mosca cojonera (pero inútil) del bipartidismo, con sus dignos ocho o diez diputados, que por tener la posibilidad real de aplicar sus políticas desde el gobierno.

Comprendo las reticencias de militantes y votantes de toda la vida, que consideran que el acuerdo con Podemos diluye algunas de sus reivindicaciones históricas. Digamos que deja la pureza ideológica en un cajón para agarrarse al pragmatismo que permite pescar los votos necesarios para ganar unas elecciones.

Yo no lo llamaría renunciar a unos ideales, sino más bien “suavizarlos” para que sean más “vendibles” a un sector muy amplio de la población bastante desideologizado. Cuesta, de verdad que lo entiendo. A mí no me gusta. Lo he escrito en otros artículos. No me gusta la tibieza del discurso de Podemos, incluso la indefinición, en temas históricamente irrenunciables para la izquierda, como la OTAN y la monarquía. Pero creo que el momento que estamos viviendo requiere paciencia con algunas cosas, tragarse algún sapo, y apostar por la única opción política con posibilidad de iniciar un cambio real en el sistema.

No va a ser fácil, y espero que no por el conformismo de un hipotético gobierno de Unidos Podemos, sino porque cambiar las estructuras de un Estado cuyos cimientos se hunden en cuatro décadas de franquismo es una tarea hercúlea. Habrá tiempo de abordar todo tipo de cuestiones.

De todas formas, como pronostiqué hace unos días, no creo que Unidos Podemos vaya a gobernar en esta legislatura, ni aunque gane las elecciones. Pedro Sánchez, el agraviado (y el breve), y los dinosaurios del “socialismo” insisten en negar la posibilidad de hacer presidente al diablo, digo, a Iglesias (ni a Rajoy). Igual sueñan con sumar lo suficiente junto a Ciudadanos (se admiten carcajadas). Unas terceras elecciones ya me parecerían un exceso.

En cualquier caso, de lo que quería hablar hoy sobre todo es de IU.

Yo, votante tradicional de IU (en coalición con ICV en Catalunya), que tiene a Julio Anguita como modelo político, admirador de la nueva hornada que encabeza Alberto Garzón junto a figuras comprometidas y honestas, como Marina Albiol, Sol Sánchez y Yolanda Díaz, personas sencillas que están en política no para medrar, sino para defender un modelo de sociedad más justo, considero que la alianza con Podemos es un gran acierto.

Se han hecho muchos análisis interesados (el mío también lo es, obviamente) sobre el oportunismo de Podemos para aceptar ahora el pacto con IU que no quiso en diciembre. Yo defendía ese acuerdo desde mucho antes y lamenté profundamente el desprecio de Podemos, al que determinados sectores de IU contribuyeron, por cierto.

Es igual, es pasado y lo que hay que hacer ahora es aunar fuerzas para intentar aprovechar una oportunidad histórica.

Creo que IU sale reforzada del pacto. Alberto Garzón está consiguiendo durante esta campaña más visibilidad que nunca en los actos conjuntos de Unidos Podemos y sus confluencias catalana, gallega, valenciana y balear. Me atrevo a decir que prácticamente el 100% de los votantes de la coalición mantendría su voto si Garzón fuera el candidato a presidente.

Izquierda Unida está conservando su independencia tanto identitaria como ideológica. El discurso de Garzón y sus compañeros de partido no está mediatizado por el pacto y opino que, gracias al gran equipo de comunicación con que cuenta, que arrasa en las redes sociales, está aprovechando la enorme repercusión mediática de Podemos para impulsar su popularidad.

En resumen, IU está creciendo en esta campaña gracias a Unidos Podemos.

Una Izquierda Unida concurriendo en solitario a las elecciones no podía ni soñar con un altavoz semejante. Quizás habría obtenido ocho o diez diputados, sí. Quizás Podemos habría perdido un puñado, y el resultado final habría sido un fracaso rotundo de las fuerzas progresistas, una recuperación del bipartidismo, y la decepción más absoluta de millones de votantes. Eso sí, los defensores de la pureza ideológica habrían brindado con cava por el “gran triunfo” de la izquierda minoritaria.

IU va a mantener su marca. No sólo eso, la va a reforzar porque en esta campaña está recogiendo la simpatía y el agradecimiento de muchísima gente que seguramente nunca les habría votado. Y no tengo dudas de que sus diputados defenderán en el Congreso su programa; seguirán reivindicando sus propuestas, con más fuerza y, posiblemente, “obligarán” a Podemos a moderar sus tentaciones tacticistas.

IU está rejuveneciendo. El altavoz de Unidos Podemos y su acierto a la hora de transmitir ideas de las que una sociedad tristemente desideologizada y desclasada había huido le otorga un papel protagonista que hacía muchos años que no tenía.

Me alegro.

7 comentarios sobre “El acierto de Izquierda Unida

  1. La dignidad inútil. Esa gente díscola no se entera de que las cosas cambian, evolucionan, mutan, hasta el mismo idealismo lo hace. Son los de la parálisis por el análisis. Cuando uno decide dejar de ser ignorante no deja de serlo nunca y, para mi, están por encima de quienes creen estar siempre en posesión de la razón, que no de la verdad, esta puede tener mil caras, no siempre tiene que llevar el mismo maquillaje.

    Muy de acuerdo con lo dicho, en cuanto a lo de unas hipotéticas terceras elecciones solo es una ratificación de que el bipartidismo ha explotado, lo que no sé es si a base de hacer elección tras elección la gente va a cambiar de voto, yo no, a no ser que se acabe convirtiendo en una carrera de fondo para ir eliminando rivales con nuevas pruebas y difamaciones. Ya sabemos que al PP esto no le afecta, vive estupendo entre las nuevas y las viejas generaciones, las del Alzheimer, como quien dice, y a las que ignora, como a todo el mundo, ellos van a los suyo.

    Me gusta

    1. Si el PP presentara como candidato a un muñeco de trapo, sacaría siete millones de votos igual. Lo que mi limitada capacidad de comprensión de la comunicación política es incapaz de asimilar es la campaña del PsoE. Uno podría llegar a la conclusión de que lo que en realidad pretenden es hundirse sin remedio. En fin.
      A ver qué pasa el domingo.
      ¡Un abrazo!

      Le gusta a 1 persona

    1. Me encanta Mónica Oltra, desde que la descubrí en un ‘Salvados’, con Jordi Évole, en el que denunciaba la corrupción urbanística valenciana. Me recuerda mucho en la forma de expresarse a Ada Colau, que también me encanta.
      Creo que este domingo va a ser un día histórico. 😉
      ¡Un abrazo, Carmen!

      Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.