Pues ya estoy de vuelta. Nueve días en el Pirineo Aragonés, pateando el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, mi paraíso en la Tierra, dan para mucho, pronto lo comprobaréis porque pienso escribir una crónica viajera bien completita, ilustrada con las fotos que atestiguan que no exagero con lo de paraíso.

Pero lo primero que he hecho es cambiarle la cara al blog. Después de más de un año con el mismo diseño me apetecía algo nuevo, y esta plantilla creo que queda bastante bien.

Si sois observador@s os habréis percatado de que hay más cosas. Efectivamente, en el margen derecho de la pantalla hay dos nuevas imágenes fijas, de El viaje de Pau y El pequeño pescador, con sus respectivos precios, que si las pulsáis os llevarán a una nueva página que he creado hoy mismo bajo el pretencioso nombre de ‘Tienda on-line’.

Aunque El viaje de Pau ya contaba con su propia página en el blog, y también en el margen derecho aparece el listado con todos los puntos de venta, creía que faltaba un espacio donde ofrecer la posibilidad de adquirir la novela contactando directamente conmigo. El número de librerías es muy limitado y no son pocos los casos de lector@s potencial@s que me han expresado su reticencia a comprarla por Internet, tanto en librerías on-line como a través de las plataformas digitales. Ahora podrán hacerlo pidiéndomela directamente a mí, cosa que ya han hecho un@s cuant@s lector@s desde diferentes puntos de España, a quienes estoy inmensamente agradecido.

El empujón definitivo para incluir la «tienda» me lo ha dado el hecho de haber publicado por fin el cuento El pequeño pescador, escrito por mi padre, corregido y editado por mí e ilustrado magistralmente por mi hermano Fran, y haber comprobado la buena aceptación que ha tenido entre varios contactos en redes sociales. Me quedan muy poquitos ejemplares disponibles de la primera y reducidísima tirada, pero si el interés persiste haré una segunda.

Me encantaría poder enviar tanto el libro como el cuento a lector@s de otros países, pero me encuentro con el inconveniente de los gastos de envío, que en algunos casos son realmente prohibitivos.

En fin, que inicio la nueva temporada con aires renovados, nuevos contenidos que espero sirvan para dar más visibilidad a mi trabajo como autor, y las mismas ganas de siempre por idear iniciativas interesantes y, sobre todo, por expresar libremente mis opiniones sobre lo que ocurre a mi alrededor y en alrededores más lejanos.

Tengo que reconocer que le he tomado verdadero cariño a esta recachita y a quienes la frecuentáis. Vamos a ello.