Un tío genial

José García Guerrero
Mi tío José, un tío genial.

Este es el post más difícil que he escrito. Después de más de 300, tengo muy claro que es así. En el segundo lugar no tengo ni idea de cuál colocaría, pero este es, con diferencia, el más difícil. Y lo es porque la persona que lo ha inspirado, a la que va dirigido, no lo va a poder leer.

La vida es maravillosa, sobre todo si tienes la oportunidad de vivirla en libertad y sin miedo a que te caiga una bomba en la cabeza, pero a veces nos depara golpes la mejor definición para los cuales es “puta mierda”. Una puta mierda es que a mi tío José, hermano de mi madre, se lo haya llevado por delante un cáncer fulminante.

Era un tío genial, un hombre desprendido, al que le hacía feliz ver felices a los suyos y que no dudaba en echar una mano donde hiciera falta. No me voy a erigir en el abanderado de su causa. A su esposa, mi tía, y sus hijos, mis primos les corresponde ese honor. A mí se me hace muy duro asimilar que no voy a compartir más tertulias con él, que no lo voy a ver en más presentaciones de mi(s) libro(s) ni en ningún acto en el que yo participe, porque él era uno de mis “fans” incondicionales, siempre alentando, siempre apoyando, siempre orgulloso de su familia… No imagino cómo los que estaban siempre con él van a conseguir llenar el hueco enorme que deja. Ahora es imposible saberlo. Más adelante estoy seguro de que lo llenará su recuerdo imborrable.

Él no necesitaba a nadie que le dijera lo genial que era. Era una cosa que, simplemente, se sabía. Ni necesitaba que le devolvieran los favores. Bueno, sí, la mejor manera de devolverle un favor era compartiendo charla y risas, a ser posible acompañándolas de un buen menú.

Se va muy pronto, joder. Demasiado pronto. Me caía muy bien. El consuelo (maldito consuelo) que queda es que disfrutó de la vida todo lo que pudo. La impresión que tengo es que aprendió a disfrutarla cada vez más. Es fácil decirlo cuando el hueco que deja en tu vida es el de algunos ratos, pero los suyos, los que lo disfrutaban a diario y a quienes el puto cáncer se lo ha arrebatado de cuajo, tienen que quedarse con el recuerdo de ese hombre feliz.

Para mí mi tío José irá siempre ligado a un abrazo de los de verdad, de los que aprietan, a una sonrisa socarrona y a una interesante tertulia sobre política.

Yo no soy creyente y soy de los que piensan que esta es la única vida de la que disponemos. Quizás esté equivocado. No lo sabré hasta que me muera, pero por si acaso, tío, allá donde estés pide conexión a Internet para seguir ‘la recacha’. Ya te contaré si al final conseguimos arreglar el mundo. Que me dejes un comentario de vez en cuando creo que va a ser más complicado.

31 comentarios sobre “Un tío genial

  1. Me he llevado una triste sorpresa y no sabes el nudo en la garganta que tengo tras leer tu entrada de hoy.
    Puedo suscribir, punto por punto, los adjetivos que le dedicas a José, puesto que compartí con él cuatro años de mi vida laboral y puedo afirmar en verdad que era un tío cojonudo, de aquellas personas que dejan buen recuerdo.
    No sabía que estaba tan enfermo pero sí me extrañaba no encontrármelo últimamente por el barrio… Pensé que estaría disfrutando de algún viaje, de los que tanto le gustaba hacer, por algún rincón del planeta…
    Qué injusta la parca, que da la impresión que se lleva siempre, antes de tiempo, a quienes valen la pena…
    Un abrazo para ti y para toda tu familia, Benjamín

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  2. Te entiendo, te aseguro que te entiendo. Porque lo he vivido, porque lo he escrito, porque tenía que ssecarme las lágrimas que no me dejaban ver el teclado para decir lo que quería. Porque lo estoy haciendo ahora. Porque pensaba que no me acercaba ni de lejos a lo que él se merecía. Porque no escribo tan bien. Y porque, desde unos cuántos kilómetros, lo único que te puedo ofrecer es un abrazo.

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  3. El cáncer, el tráfico, el accidente laboral o doméstico, el machismo, la codicia, la guerra… En este mundo, da la impresión de que las causas de muerte prematura son un ejército más numeroso, mejor armado y más eficaz que las causas de felicidad, por ejemplo.
    Está ahí, la muerte, agazapada en lo cotidiano con apariencia inofensiva hasta que suelta su zarpazo desgarrando memorias y proyectos alrededor de la persona a la que elige. Son muchas las muertes que llenan de agujeros negros nuestros recuerdos y con cada una de ellas volvemos a sufrir dolor e indefensión absoluta.
    Parece que los únicos refugios eficaces son el tiempo y los sentimientos compartidos. El tiempo es tuyo, Benjamín, y los sentimientos son universales: cuenta con los míos como sinceros compañeros.

    Salud

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    1. Muchas gracias, Verónica. Cuesta mucho comprender qué ha pasado. La verdad es que cuando se examina con el corazón resulta incomprensible. Ha sido todo tan violento y tan rápido que me queda la sensación de que ni él mismo ha tenido tiempo para asimilarlo. Con lo que a él le gustaba hablar, dialogar, compartir puntos de vista, la enfermedad le ha impedido despedirse en condiciones de toda la gente que él hubiera querido. No nos va a quedar más remedio que recordarlo como he comentado en el texto, con esa sonrisa socarrona.
      Un abrazo.

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  4. Creo que el Cáncer existe para recordarnos que «la vida es maravillosa, sobre todo si tienes la oportunidad de vivirla en libertad».
    El problema es el coste.
    Cuesta mucho asumir la suerte -ya en pasado- que tuvimos compartiendo esa vida con seres cuyos rostros no dejan de reaparecer tras haberse ido.
    Creo que lo hacen para que sepamos que nos dejaron su fuerza.
    Un abrazo

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  5. Hola Benja, lo siento mucho. Compańero, cuídate, vives muy profundamente tus emociones y eso te hace especial y nos regala tus obras, pero aveces te hace dańo. El mundo es un lugar plagado de injusticias y sin duda la más infame es la muerte de un ser querido a destiempo, es el escalofrío de la impotencia y la afrenta de la verdad: no hay nada que puedas hacer. Afortunadamente yo no llegue a ese punto el verano pasado con mi padre, pero los médicos me dijeron en tres ocasiones que no pasaría la noche, tres veces me tuve que despedir de él, es el abismo. Benja, ėl es ahora quién me motiva a mi, agarrado a la vida como un campeón siempre me dice que la vida se pasa muy rápido, que haga cosas que me gusten y me hagan feliz. Pues compi, yo estoy contigo en la lucha diaria, por un mundo mejor, desde nuestros rinconcitos, pero antes que nada te pido que siempre veas por tu estado de ánimo y tu salud, porque somos muchos a los que inspiras y por los que tienes que estar a tope. Ya ni te digo por tu mujer y por tu nińo! Un abrazo compańero, y yo sí creo que el tío José está en algún lugar mucho mejor.

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    1. Estoy bien, boquerona. Este pequeño homenaje tenía que hacerlo, sobre todo por su familia más cercana. Hoy no han parado de agradecérmelo, y la verdad es que las gracias se las tengo que dar yo a ellos por haber contribuido a moldear a la persona magnífica que fue mi tío.
      Me alegra mucho saber que la vitalidad de tu padre te está inspirando tan positivamente. Recuerdo los malos momentos que viviste. Cuando una persona pasa por algo así, necesariamente te tiene que marcar para el resto de la vida. Si habéis sido capaces de extraer lo positivo, esos tiempos angustiosos habrán valido la pena.
      Por mi parte, aquí voy a seguir dando guerra todo lo que haga falta, feliz por contar en la lucha con compañeras como tú.
      Un abrazo enorme.

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      1. Me alegro mucho de escuchar que sigues y seguirás dando guerra, que estás bien y de que tu familia está satisfecha con el homenaje que le has rendido a tu tu tío José. Seguimos luchando compi, por la gente buena, que se lo merece. Un abrazo enorme a ti también!

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  6. Hola Benjamín, lamento tener que devolverte las palabras de ánimo que me dejaste hace poco, pero parece que las personas que nos marcan siempre se marchan demasiado pronto. Un abrazo para ti y para su familia.
    Saludos

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    1. Muchas gracias, Verónica. Esa misma sensación de impotencia por no poder mitigar el dolor la he sentido yo con mis primos y mi tía. Al fin y al cabo, yo sólo lo disfrutaba de vez en cuando. El vacío que deja es grande, pero pronto conseguiré rellenarlo de recuerdos. Un abrazo de verdad.

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  7. Benjamín lo siento mucho. No había visto esta entrada. Estuve atendiendo asuntos familiares que me toman mucho tiempo y casi no tenía tiempo para ver algunas entradas de mis escritores favoritos. Pero nunca es tarde para enviarte un abrazo fuerte desde mi islita. Nos comunicamos querido amigo.

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      1. Gracias Benjamin de todo corazón, lo he vuelto a leer y me he vuelto a emocionar es el mejor homenaje que le podias hacer. La verdad que después de un año ,evidentemente todo se suaviza pero sigue habiendo un gran vacío, pero cuando lees opiniones o artículos como el tuyo te ayuda a seguir adelante y mantener mas vivo su espíritu. Gracias por tenerlo en tus pensamientos. Y ánimo, él no estará para apoyarnos pero su legado es grande y cada uno de nosotros tiene una pequeña parte de él y eso es el mejor homenaje hacia su persona.Un abrazo.

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        1. Recuerdo cuánto me costó escribirlo, pero a la vez, lo bien que me sentí al hacerlo. Sé que a él, que leía todo lo que yo escribía, también le habría gustado. Tu padre es inolvidable, y lo mejor de todo es que yo siempre lo recuerdo con una sonrisa.
          Un abrazo enorme, primo.

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