Ya soy un cuarentón

Valle de Pineta
Sí, aunque parezca increíble, ya tengo 40 añitos.

Ya tengo 40 tacos. O, como me ha dado por decir últimamente, cumplo 20 por segunda vez. El tipito de veinteañero lo tengo (¿y esas risas?) y la mente la conservo bien joven (debe ser porque en la tele de casa sólo vemos dibujos animados… Es lo que tiene ser padre de un cincoañero), pero con el plus que dan los años vividos y las experiencias acumuladas… Espera, no estoy seguro de que eso sea un plus.

En fin, que tenía que colar como fuera que este miércoles, 9 de julio, ha sido mi cumpleaños, así que me ha dado por escribir este post absolutamente prescindible.

Atención, pregunta: ¿influye la edad en el ánimo de las personas? ¿Cambiar de década, y más si es a una tan contundente como la que empieza por 4, nos convierte de golpe en venerables señores (o señoras)? La verdad es que el propio lenguaje abunda en la herida. Dejamos de ser tiernos y despreocupados treintañeros (no digo ya veinteañeros) para ingresar en el serio club de los machacados por la vida cuarentones. Treintañero, ¡yuju! Cuarentón, ¡catapum!

Yo porque no soy muy de dejarme influir por los convencionalismos y lo que opinen los demás (eh, ese carraspeo, que lo he oído), pero a quien tenga tendencia a sugestionarse fácilmente pasar de treintañero a cuarentón le debe sentar como una patada en… (que cada uno complete la frase como guste). De los cincuentones ya hablaremos dentro de diez años.

Entiendo que haya gente a la que lo de los 40 le afecte. No es mi caso, pero tengo un amigo que… En serio, que a mí (de momento) no me afecta. A lo que iba. Este amigo (que sí, de verdad, que es un cuarentón ajeno a mí real) me ha enviado esta tarde un e-mail de felicitación muy bonito en el que se ha puesto bastante trascendental. Decía que superar los 40 es un momento clave en la vida, ya que llegamos a la mitad del camino y, por tanto, es hora de hacer balance de lo vivido y de pensar en qué queremos para el futuro. ¿Estáis de acuerdo?

Yo no lo he percibido así. Quiero decir, es mi cumpleaños, un día que siempre he sentido especial, independientemente de la edad que cumpliera. Reconozco que me gusta recibir felicitaciones, que me digan lo guapo, simpático, inteligente y buena persona que soy (me modero un poco, que tampoco quiero parecer presumido), y celebrarlo con las personas a las que quiero y que me quieren. Pero hoy, por el hecho de llegar a los 40, no me siento diferente.

Es cierto que se trata de un punto intermedio en la existencia de cada uno, pero en mi caso ya hace tiempo que pienso en lo vivido y en el par de siglos que quedan por delante. Igual mañana me pongo más trascendental y tengo que darle la razón a mi amigo (no, no me lo he inventado para regalaros esta joya), aunque, pensándolo bien, en parte ya se la estoy dando por escribir este post. No lo hice por los 39, y no creo que lo haga por los 41.

Esto me está quedando demasiado serio.

La edad… Cuántos tópicos, ¿verdad? “No pesan los años, pesan los kilos”, “no importa cuántos años tengas sino cómo te sientas”, “joven es quien conserva una mente joven”…

Yo tengo la suerte de trabajar con chavales a diario, pues soy profe de refuerzo escolar, y he de decir que la juventud se contagia. Estando con ellos tengo la impresión de que no hace tanto que yo era un tierno jovenzuelo como ellos. Cómo pasa el tiempo… Parece que fue ayer. Y es que la vida se nos va en un suspiro. Hay que ver, si es que no somos nada (lo sé, esta noche estoy especialmente inspirado).

Tengo que señalar, sin embargo, que hay adolescentes más mustios y con menos inquietudes que los más carcamales de los viejos carcamales. Una prueba más de que la edad no es sinónimo de una determinada actitud hacia la vida.

Yo me siento joven y cuando estoy con (más) jóvenes (que yo) me gusta bromear con ellos y establecer una relación de cierta complicidad. Quiero creer que mayoritariamente se sienten cómodos. Es decir, que no me ven como a un carroza que pretende hacerse el “enrollao”. ¿Os sentís “viejos” cuando estáis entre jovencitos/as?

Hasta hace cuatro días he estado jugando a basket en un equipo formado por veinteañeros. Llevo toda la vida jugando y la verdad es que pienso seguir haciéndolo mientras el cuerpo aguante y no tenga la impresión de que hago el ridículo (hablamos del estado físico, no de la calidad). Este año he decidido dejar el equipo porque me resultaba complicado compaginarlo con la vida familiar y ya empezaba a notar que me costaba seguir el ritmo de esas piernas que no se cansan de correr para arriba y para abajo. Las mías acababan diciéndome que por qué no me ponía a correr y a saltar con los huevos, digo, con los huesos… de la mano… o con los codos. Total, que me lo tendré que tomar con un poco más de calma.

Aunque yo creo que donde más se nota que uno va teniendo una edad es cuando divisas aproximándose por la misma acera a un par de jovencitas de buen ver. A los 20-25 te preparas en plan palomo para lucir tu mejor plumaje y las miras (no tan) disimuladamente, a ver si ellas también te miran. Después de todo eres un joven apuesto, sano, educado y de una sensibilidad exquisita (aunque las tres últimas cualidades resulten irrelevantes en tal situación). A los 40 procuras mirarlas (muy) disimuladamente y pasar desapercibido para que no piensen “mira al viejo canoso salido ese”. No es mi caso, por supuesto, ya que continúo siendo un joven (canoso) apuesto, sano, educado y de una sensibilidad exquisita, como demuestra el hecho de haber escrito una novela y estar escribiendo otra (aunque todo lo que sigue a apuesto no tenga la menor importancia en la situación planteada). Además, yo sólo me fijo en las cuarentonas… (ese ataque de tos…)

Pues hala, ya hemos pasado el rato. Ahora es cuando me tenéis que petar el blog a felicitaciones. Gracias, gracias, sois muy amables.

59 comentarios sobre “Ya soy un cuarentón

  1. En primera no pareces de 40, pareces de 30!!!! en serio!!!! así que nada que ver!!!! Por otro lado, estoy convencida de que lo importante es la actitud. Tengo muchos amigos pasados de los sesentas, incluso de setenta que andan de arriba a abajo, viajando, haciendo tantas cosas sin que el prejuicio de la edad les importe o los limite tanto como pudieran hacerlo sus propias mentes (en el caso de éstos sus mentes son quizá su punto fuerte por lo que se sienten y se asumen aun jóvenes). Me gustó mucho tu post. Felicidades por tu cumpleaños.

    Me gusta

  2. Trabajar con chavales es sentirse chaval. Juegas a lo que eres por el resto de lo que falta por vivir, aprendiendo. Ellos deciden qué hablar, tú sigue el hilo, sin reventarlo, hilvanando pensamientos, almas, corazones, espíritus, inocencia. Estar de acuerdo… arrimando palabras, a la ideas, de ellos. ¡Qué feliz tu mirada ! Cuarenta y veinte… ochenta y más, hasta perder la cuenta. Vida, eres muchos tesoros acumulados, tiempo ganado. Pensamiento joven, siempre, acumulado. Sintiendo con ellos y con todos, lo que siempre debes de sentir. Jugar, es cosa de toda la vida, hasta el final. No dejes de jugar nunca en todo el camino. El juego no acaba, hasta que acaba… no lo termines, todavía , debes existir. Lanza la pelota de Básquetbol contra el tablero de tu vida. Verás regresar recuerdos, de canastas encestadas, haciendo puntos, ganando, toda la vida. Mirando jovencitas, maduras, mayores… todas tienen exquisita belleza. Encuéntrala. Todo está en saber ver y, reconocer el rebote de los balones que llegarán a nuestras manos, para encestar, debajo de la cesta. Feliz cumpleaños. Un abrazo. Vienen muchos más

    Me gusta

  3. Te saco dos y mira, estoy hecho un chaval, salvo la ciática, el colesterol, la dentadura postiza, la calvicie, la artrosis, la artritis, la próstata, las cataratas, la cadera y demás apenas se nota la cosa de la edad 😛

    Felicidades¡¡¡¡

    Me gusta

  4. ¡Muchas felicidades! (aunque sea con un día de retraso en tu blog). Desde luego hay que permanecer con un espíritu joven. Estos tiempos no son como los de antaño, ni mucho menos como los prehistóricos. 🙂 Parece que no venga a cuento pero cuando hacía visitas a la cueva les decía a los grupos mientras mostraba un cráneo con 8000 años de antiguedad que lo que estaban viendo era un hombre de unos treinta años de edad y explicaba que para la época ya era ser un anciano. Alcanzar los cuarenta era algo poco probable. Así que bromeaba con que yo, que sobrepasaba los treinta y tantos, estaría con un pie más dentro que fuera del hoyo. Algunos se reían y a otros les daba qué pensar. En este mundo moderno todavía hay lugares donde la esperanza de vida no alcanza los cuarenta, así que, joder, hay que estar muy contentos de cumplir años y, encima, sentirse más sano que un manzano y con un espíritu joven. Deberían considerar a quienes cumplen los cuarenta como cuarentañeros, por lo menos en el primer mundo. Yo lo seré dentro de unos años y que nadie me diga que soy un cuarentón que le doy una hostia… No, es mentira: no daré ninguna hostia; solamente una patada en los huevos. ¡Un abrazo!

    P.D.: Me ha quedado una respuesta un poco extraña y quizá tétrica, ¿no? Es que quería contar que trabajé en una cueva rupestre. 😉

    Me gusta

    1. Qué va, qué va, te ha quedado de lo más didáctica. Ahora ya puedo decir que soy un venerable anciano Homo Sapiens.
      Tendré en cuenta que eres de los que se sugestionan fácilmente por las palabras que hacen referencia a la edad… :p
      ¡Muchas gracias! ¡Un abrazo!

      Me gusta

      1. No, no. En realidad tampoco me preocupo mucho por los años y eso. De hecho, siempre creo que tengo un año más del que me toca o incluso dos, no sé por qué. Estoy contigo en que lo que realmente cuenta es la manera en que se siente uno por dentro. Insisto, para mí, eres cuarentañero. Cuando me digan cuarentón, torceré el gesto y luego soltaré una carcajada. Sin más. ¡Otro abrazo!

        Me gusta

  5. jajajaja, la edad es una actitud, eh? Salvo cuando juegas al basket y los huesos crujen :p. Eso me suena. Confieso que yo soy de los que le dan ciertas vueltas a la edad, más por las cosas que me planteé hacer a cierta edad y alguna decadencia física que conlleva. Sin ser obsesivo hay que hacer algún trabajo para asumir los cambios. Y las canas!

    Eso sí, creo que estamos estupendamente.

    Muchas felicidades y feliz no cumpleaños el resto de los 364 días.
    Un abrazo gigante!

    Me gusta

    1. La decadencia física yo empecé a notarla hace ya algunos añitos (a pesar de que por mi tipito no lo parezca, jajaja), pero quiero creer que sigo la filosofía de «la arruga es bella». Lo que sí me deprimiría bastante es ver que me empieza a crecer la barriga, jajaja!
      ¡Muchas gracias! ¡Un abrazo!

      Me gusta

  6. 😀 ¡Feliz cumpleaños + 1 día! No me perdería por nada del mundo la ocasión de saludarte, mozalbete (modera ese ataque de tos).
    Recibe pues, mis saludos de gala, desde Argentina y desde mis 43 jóvenes años. Ánimo que no pasa nada ‘e ná; te lo digo como adelanto 😉

    Me gusta

  7. Muchísimas felicidades taitantos jjjjjj ¡que mas da! cuarenta?? pues mira un número bien chulo no crees?? yo no pienso que sea la mitad de nada…no sabemos cuando estamos pasando el ecuador de nuestra vida …tal vez no has llegado aún a él..mira bien a la gente…hay algunas personas que sin cumplir los treinta están abotargados ya….es como si hubieran vivido todo!!! y de espíritu te sacan y me sacan décadas así que …disfruta…sin dar importancia más a cómo te sientes tú…y si te llaman de usted hazte el orejas jajajjajjja
    Un abrazo fuerte con un largo tirón de orejas….

    Me gusta

    1. ¡Aaaaayyyy! Menudo tirón… Jajaja!
      Si te has fijado en el post he escrito que me quedan dos siglos por delante, así que apenas he llegado a la sexta parte de mi vida. :p
      Conozco a más de dos y tres adolescentes que están de vuelta de todo. Es realmente triste.
      ¡Muchas gracias y un fuerte abrazo!

      Me gusta

  8. Felicidades por el texto que comparto, por los años, por el basquet, por el mirar de reojo sin que piensen que eres un viejo verde, por que las que molan tienen más de 30, porque lo importante no es si tienes 20, 30, 40 o 90, es que seas feliz con lo que tienes y lo que haces.
    Un abrazo

    Me gusta

  9. Muchas felicidades desde el continente verde… aunque no me ha gustado mucho la última parte de tu reflexión. Los amigos de mi marido, al igual que él, están empezando a entrar este año en la treintena; pues bien, recuerdo, el pasado diciembre, quién fue la que más triunfó en nuestra boda (después de la novia, por supuesto) entre las miradas de los invitados (veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, etc. -añeros): mi tía la pequeña que, da la casualidad, es de tu quinta.

    Me gusta

    1. ¡Jajaja! No me cabe duda de que en tu boda estarías de escándalo, pero ya te imagino ahí mirando de reojo y con la mueca de reproche por las miraditas a tu tía «cuarentona»… :p
      Muchas gracias por la felicitación, y aprovecho para felicitarte a ti por ese nuevo blog del que voy a ser el fan número uno. ¡Un abrazo!

      Me gusta

  10. Y varios días después ¿cómo anda ese body cuarentañero? Seguro que fantástico, porque es cierto lo de que la edad está en la mente…

    En mi caso, que trabajo rodeada de veinteañeros JAPS (compañeros, que no alumnos) flipan con mi edad. A veces porque les cuesta creer que se pueda haber nacido hace taaaantos años que has vivido lo que ellos han estudiado en clase, y otras porque me temo que tengo cierta inmadurez en el comportamiento (vamos, que si me relajo soy bastante payasa y eso parece que no es muy propio de esta nuestra edad…) y me temo (espero) que eso no cambiará tampoco con los 41.

    Además, lo de la edad ¿a qué se refiere? ¿Al momento en el que naciste? ¿Y por qué no a tu edad como padre? Es un renacer ¿no? ¿O cómo escritor? ¿O cómo esposo? Teniendo en cuenta que lo de nacer es lo más ajeno a nuestra voluntad que hacemos en nuestra vida, no tengo tan claro que sea lo más importante para determinar nuestra conducta o estado de ánimo ¿no?

    Ya me fui por los cerros de Ubeda con mis divagaciones… ¡Besos y feliz no cumpleaños!

    Me gusta

    1. ¡Muchas gracias! Cuánto echaba de menos la visita/felicitación de la cangreja… :p
      Me sé de una (que para más señas vive conmigo) que tendría mucho que decir acerca de eso de que nacer no tiene que ver con la voluntad del nacido…
      La edad está en la mente, desde luego que sí, pero no es menos cierto que a mucha gente las cifras le afectan e incluso llegan a condicionar su comportamiento en la vida. Un ejemplo tonto: ¿por qué hay tantas mujeres que guardan como el mayor de los secretos su edad? Convención cultural bastante trasnochada, pero que continúa vigente.
      Por favor, no pierdas esa tendencia a la payasada. En mi humilde opinión, la espontaneidad es uno de los ingredientes básicos en la receta de la eterna juventud.
      ¡Un abrazo!

      Me gusta

      1. ¿Payasadas con canas? Mmmmm no estoy muy segura de que esté socialmente muy bien visto. Moraleja: hay que pasar de lo socialmente bien visto 😉
        ¿En serio el bebé decide cuando nacer? Pues amigo… Eres un cuarentañero 100% Besos para tu contraparte también 🙂

        Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.