Ahora sí, el miedo ha empezado a cambiar de bando

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Podemos ha sabido movilizar el voto de los desilusionados con la política.

“Los resultados de estos comicios no van a ser decisivos para nada, pero sí pueden suponer el punto de inflexión para el bipartidismo rancio que padecemos en España. El año que viene habrá elecciones municipales, autonómicas y generales, y ésas sí que les preocupan de verdad. PPSOE pondrán en marcha su maquinaria propagandística a pleno rendimiento convencidos de que, una vez más, olvidaremos desmanes y promesas incumplidas y la contienda será cosa de dos.

Este domingo empieza la carrera electoral hacia esas citas trascendentales. Es el momento ideal para que el miedo empiece a cambiar de bando.”

Así concluía el artículo que escribí el viernes por la noche, empujado más por el deseo que por el convencimiento real. Anoche, sin embargo, me fui a dormir esperanzado en el futuro. Seguí la noche electoral por Twitter y percibí mucha ilusión, muchas ganas de que los buenos resultados de los partidos progresistas no sean más que el inicio de algo grande de verdad.

No podemos obviar que el 55% de las personas que podían votar no lo hicieron. Nadie sabe sus motivos. Algunas no lo harían porque reniegan del sistema, otras porque no confían en ninguna formación, otras porque querían castigar a los “suyos”, otras porque no consideran las europeas unas elecciones importantes y otras porque ni se acordaron de que había elecciones. En fin, que la abstención fue la clarísima vencedora de la jornada, tanto en España como en el resto de Europa, con datos de participación ridículos, inferiores al 20%, en varios países del Este.

En cualquier caso, ayer ocurrieron cosas significativas en este país. La más significativa: 1,2 millones de personas votaron a un partido nuevo, surgido desde la calle, cuyo germen hay que buscarlo en aquel 15M de hace tres años. Podemos es aire fresco. Ha irrumpido con fuerza para recoger las ganas de cambio, de algo nuevo e ilusionante, de tanta gente. Y mi pronóstico de cara al futuro es que se trata sólo del principio. Estoy convencido de que entre esos 19 millones de abstencionistas hay unos cuantos deseosos de que alguien les devuelva la ilusión por cambiar las cosas desde la política.

No sólo Podemos triunfó, también lo hicieron, aunque con menor impacto, otras formaciones progresistas, como Primavera Verde, que logró un eurodiputado, e Izquierda Unida (incluyendo a Iniciativa per Catalunya Verds), que triplicó sus resultados de 2009.

Elecciones europeas 2014

Sí, es evidente que las elecciones las ganaron los de siempre. PPSOE sumaron 7,5 millones de votos, pero se dejaron por el camino más de cinco millones respecto a las europeas de 2009, con la misma participación. Algo está cambiando, y no me cabe duda de que se trata de algo más que una anécdota, sobre todo si los dirigentes de la casta se empeñan en que lo de ayer es circunstancial. El número 2 en la lista del PP, Esteban González Pons, dice que si hubiera elecciones generales ganarían otra vez movilizando a sus votantes abstencionistas. El candidato #HomoCañetus apuesta, como lo hiciera días atrás el dinosaurio “socialista” Felipe González, por un acuerdo entre ambas formaciones ante el auge de la “extrema izquierda” y la extrema derecha (en España la única extrema derecha relevante es el PP). El número 2 de la lista “socialista”, Ramón Jáuregui, decía antes de las votaciones que no entendía qué “entusiasmos” podían despertar «partidos pequeños que nunca han acreditado nada». Bien, señor Jáuregui, bien. Sigan ustedes en la misma línea, menospreciando a esos partidos pequeños, y pronto acabarán siendo uno de esos partidos, pero pequeños de verdad.

Imagino que en el PSOE se va a producir un terremoto. Para hoy mismo se prevén anuncios significativos, probablemente la dimisión del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, uno más de los muchos dinosaurios que conservan altas cuotas de poder en el partido y que imposibilitan por completo que los no hooligans crean en su mensaje. Al PSOE el único camino que le queda para intentar recuperar crédito es la refundación, pero no es ésa una guerra que a mí me afecte. La noticia que me importa, la que esperamos todos los progresistas libres de banderas es el acuerdo sin fisuras de la izquierda real, de Podemos y una Izquierda Unida moderna, que deje atrás compromisos ideológicos trasnochados y sectarismos, que, por ejemplo, rompa definitivamente con el falso comunismo soviético y con el castrismo. Es el momento de una gran coalición que integre a todo el que se comprometa sin reservas con el progreso, la justicia social, el medio ambiente y la lucha sin tregua al capitalismo de casino que nos está matando. El objetivo está claro: las elecciones generales de 2015.

Esta mañana he escuchado al candidato de IU, Willy Meyer, apostar decididamente por ese cambio necesario. Otros miembros de su partido, como el diputado Alberto Garzón, no ocultan su alegría por el triunfo de Podemos. Están condenados a entenderse. Es la única opción posible, y más cuando uno lee las tonterías de uno de los bufones de la ultraderecha española (PP), Carlos Floriano, preocupado por los votos de «un partido que tiene como modelo a la Venezuela de Maduro o al castrismo de Cuba». “Éstos son los que rodearon mi casa”, a los que “la ley les importa poco”. Bien, el miedo ha empezado a cambiar de bando.

Nos esperan meses muy interesantes, en que la maquinaria del sistema va a funcionar a pleno rendimiento para sabotear la posibilidad del cambio. Esta vez, sin embargo, soy optimista. La noche de ayer va a despertar a muchos que se habían instalado en la resignación asqueados de no encontrar en la política mensajes motivadores. El auge de Podemos va a hacer efecto llamada y las redes sociales van a hervir (ya lo están haciendo), confirmándose como el verdadero medio de comunicación de masas que ya ha desbancado a los medios tradicionales, tan petrificados, tan incapaces de reaccionar como esa casta que, ahora sí, puede tener los días contados.

20 comentarios sobre “Ahora sí, el miedo ha empezado a cambiar de bando

  1. Que ladren, que ignoren, que miren para otro lado, que celebren su victoria, ayer se llevaron una buena zurra, estaría bien que se preguntaran por qué, no ellos, sus bases, y les mandaran a tomar por donde amargan los pepinos.

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    1. El PSOE ha reaccionado de la manera previsible. Nada nuevo bajo el sol. Mismo perro con distinto bozal. Del PP no espero nada. Siempre tendrán sus 4-5 millones de votos seguros porque ¿a quiénes van a votar sino los pastosos? La clave está en la abstención. Hay tiempo por delante para hacer posible el cambio real. Un abrazo!

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  2. Pues la verdad es que yo también veo motivos para el optimismo, sobre todo si en las autonómicas y generales hay más participación.

    Exacto, ahora sienten el miedo por una acción legítima a la que intentarán deslegitimar por criterios varios. No se dan cuenta que ya se les ve el plumero, siguen desconectados de una gran parte de la ciudadanía.

    Se ha comprobado: el voto, mucho más eficaz que escraches varios o la abstención para conseguir alterar el sistema, a ver si esta semilla da sus frutos, sigamos alimentando el cambio.

    Buen post, un abrazo!

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    1. Todo suma, Diego. Los escraches, la lucha antidesahucios, la movilización social en definitiva ha servido para mantener la llama encendida en todo momento, para que la resignación no acabara venciendo sin remedio. La clave sigue estando en la abstención. Nos tocará ir convenciendo a nuestros conocidos «pasotas» y luchar contra el maldito «voto útil». Un abrazo ilusionado! 🙂
      Por cierto, lo petaste con tu análisis «hydiano» de la abstención, ¿eh? 😉

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      1. Creo que también hubieron muchos votantes fieles que se quedaron en sus casas, la verdad es que es un tema muy interesante. Grandes tiempos para la psicología social.

        Y sí, superó todas mis expectativas. Ahora tengo que echar cuentas con el alojamiento por exceder la capacidad jajaja.

        Por cierto, no te sorprende un poco el trato que está recibiendo Podemos en los mass media? Entre la burla y la condescendencia lo más suave. Miedo… :p

        Un abrazo!

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        1. El ataque/desprecio a Podemos era más que previsible. ¿Recuerdas qué pasó con el 15M? Les ha pillado descolocados y sí, aunque no lo quieran reconocer empiezan a tener miedo de que esto no sea una anécdota. Estoy bastante seguro de que no lo es.

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  3. Ya estoy por aquí! Efectivamente, la chica de los jueves no se equivocaba.
    Espero que lo del domingo no sea un espejismo, que la gente de verdad haya empezado a despertar. Que se dé cuenta de que hay muchísimas más opciones, de que los cambios (aunque a mí me haya costado un siglo hacerme un blog nuevo) son positivos. Ojalá! 🙂

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    1. Muchas gracias. Bienvenida! Este cambio surge desde la base, desde la propia ciudadanía, así que creo que la raíz es sólida para que empiece a crecer. Confiemos en que las hachas que a partir de ahora van a volar para intentar mutilarlo no tengan éxito. Soy razonablemente optimista al respecto. Saludos!

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  4. Yo tb me encuentro esperanzada, sobretodo porque me entró miedo al ver todos esos partidos fascistas que han ganado votos en otros países… y me siento orgullosa y llena de esperanza al ver que aquí vamos por otro camino.
    Un saludo,

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  5. Benjamín me ha gustado tú análisis, en particular la expresión «el miedo ha cambiado de bando», a mi juicio muy certera. Aunque no he votado a podemos, me parece que su discurso es necesario, que los que pensamos que otra sociedad es posible, debemos de cerrar filas en torno a este partido y otros de la izquierda. Mi mayor deseo es que sumen fuerzas para intentar ser una alternativa de poder. Eso volvería locos a los que forman parte de la casta y a quienes los sustentan.

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    1. Exacto. Ya se están volviendo bastante locos, y eso que aún siguen siendo los más votados. Tienen miedo y lo demuestran atacando por todos los medios al nuevo enemigo, pero son tan torpes que no se dan cuenta de que lo único que están consiguiendo es alimentarlo. Ojalá la gente despierte de una vez y vea que ahora sí, por fin, el cambio real es más que posible. Gracias por pasarte a comentar. Un abrazo.

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