Diario de un feliz debutante en Sant Jordi

Sant Jordi - Espai Literari
Firmando en la parada de la librería Espai Literari en la plaza Joanic.

Ayer fue un día genial. Sabía que lo sería, pero una cosa es preverlo y otra vivirlo. Desde luego, vivirlo ha merecido más la pena que cualquier previsión que pudiera hacer. Supongo que mis sensaciones deben ser muy parecidas a las de cualquier otro autor que vive su primer Sant Jordi desde el otro lado, el de las dedicatorias, los abrazos y las fotos.

Para mí siempre ha sido un día especial, un día para pasarlo en la calle, recorriendo las paradas de libros, disfrutando del buen tiempo y del buen ambiente, escogiendo la rosa e imaginando su sonrisa al recibirla. Es un día que siempre relaciono con sonrisas y buen humor. La gente está más relajada, predispuesta a sentirse bien y a hacer sentir bien a los demás. Tendría que haber muchos más Sant Jordis a lo largo del año.

Por la tarde, pensando en cómo escribiría este post se me ocurrió que lo iba a hacer de forma cronológica, tipo diario de bitácora, y como mi Sant Jordi empezó un día antes, ahí va. Espero que aguantéis hasta el final…

Martes, 22 de abril, 18 horas

Vaya mierda, se pone a llover. Llego a la plaza de la Vila de Badalona cargando con mi caja de libros (optimista que es uno) y el paraguas abierto. Me recibe mi tío José (uno de los incondicionales) y me informa de que la firma de libros parece ser que va a desarrollarse en el porche del Ayuntamiento. Para allá voy. Una fila de sillas destinada al porrón de autores locales que nos hemos juntado me espera. Aquello no tiene demasiada buena pinta. Todos sentados, como si estuviéramos esperando a que nos sacaran a bailar… Soy un chico majo, bastante resultón, así que seguro que triunfo… Pero no, como mucho me traerán algún ejemplar de El viaje de Pau adquirido en las carpas de las librerías El Full o Saltamartí, las dos únicas que sobreviven, para que lo dedique. ¿Pero quién va a comprar mi libro si nadie me conoce, si ni siquiera pueden relacionarme con una novela determinada? Un tipo del Ayuntamiento me pone en las manos un ejemplar de El viaje de Pau que ha tomado prestado de una de las carpas. Gracias, pero tengo doce aquí mismo… ¿Me pongo a leer? No, ya me conozco la historia demasiado bien, así que mejor entablo conversación con mi vecino. Josep Estruch, hijo del mítico Xavier Estruch… Bueno, mítico si eres de Badalona y aficionado a la Penya, el equipo de baloncesto que precisamente durante estos días celebra el vigésimo aniversario de la consecución de la Copa de Europa. Resulta que soy socio desde los 11 años. El señor Estruch fue uno de los fundadores del club, socio número 1, hace 84 años. Pues bien, su hijo es traductor, un señor ya bastante mayor, muy simpático. Su abuelo combatió en la Guerra Civil en el Pirineo Aragonés. Vaya, fíjate tú qué casualidad. No recuerda si fue en la división 43, como uno de los personajes de mi novela, pero me explica que era un esquiador de puta madre y, aunque sordo, por eso lo destinaron a lo alto de las montañas a avisar por radio de los avances franquistas. ¿Pero no era sordo? Sí, esas cosas pasaban entonces, un sordo encargado de comunicaciones en plena guerra. El caso es que el tipo se apañó bien. Nota mental: esto da para mínimo un relato.

Deja de llover. Incluso asoma un tímido sol. Nos trasladamos a la plaza, a la ubicación original. Aunque sigo siendo un desconocido, ahora por lo menos tenemos una larga mesa para apoyarnos. Ya sólo falta que llegue la avalancha de admiradores. Llega mi prima Isabel, mi hermano Fran (el pintor, autor del cuadro que ilustra la portada del libro), se encuentran con mi tío José. Se van a tomar algo.

Yo me pongo a hablar con mi otro vecino. Pedro Jesús Fernández, ex regidor, ha escrito un par de libros relacionados con la crisis, uno sobre el drama de los desahucios en Badalona, que ha publicado gracias al apoyo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Me pregunta si soy hijo del Recacha de Santo Cristo. Lo soy. Mi padre era un activista de los que tocan bien las narices a los políticos cuando yo era un mocoso. Ahora está semiretirado, disfrutando de su casa en el campo, pero que se preparen como descuelgue las botas.

No voy a vender ni un puñetero libro. Llega la familia de mi vecino y aprovecho para pedirle a la hija (creo que es la hija) si me puede hacer unas fotos. Aquí tenéis un par:

Se acerca una chica. Desconocida. Mira el libro con interés. Le digo que soy el autor, que lo puede coger y manosear, hojear, leer… En fin, lo que se suele hacer antes de decidirte a comprar uno de esos objetos con páginas y letras impresas. Le hace mucha gracia el mochilero de la portada. Ella es mochilera. Dice que le encanta salir de excursión con la mochila a cuestas y andar por ahí. Súpermaja. Me desea toda la suerte del mundo y se va.

Un poco triste acabar la jornada con las manos vacías. Y entonces aparece ella, la que va a salvar mi orgullo de escritor. La veo cómo se dirige a la carpa de El Full, cómo adquiere un ejemplar de mi novela y cómo se aproxima a mi ubicación. Es Alicia, una amiga que ya la había comprado el verano pasado. De hecho, gracias a mi aventura literaria recuperamos el contacto después de la tira de años, desde que íbamos al instituto. Me dijo que bajaría y ha cumplido como una campeona. El libro es para su sobrina y a ella se lo dedico. Y poco más que añadir. Salvado mi orgullo, y teniendo en cuenta que se ha cumplido el horario establecido para las firmas, me despido de mis compañeros, recojo mi caja de libros, y a casita.

Sant Jordi - Badalona
Mi amiga Alicia, salvando mi orgullo de escritor.

Miércoles, 23 de abril, 11.30 horas

“Els eriçons” (Los Erizos) están por fin bien sentaditos y preparados para recibirnos a Isa y a mí, la mamá de la Leire y el papá del Albert. Les vamos a leer un cuento, actividad que se realiza por primer año en la escuela Montbui aprovechando la diada de Sant Jordi. El cuento lo he escrito yo mismo, se titula El drac mandrós (El dragón perezoso). Isa ha preparado unas marionetas caseras con los personajes del cuento: el dragón perezoso, su esposa dragona, el hijo dragoncito, el rey, la princesa plasta y el caballero Sant Jordi. La experiencia me hacía mucha ilusión, pero tenía cierta preocupación por si el cuento era demasiado largo para que niños de cuatro y cinco años mantuvieran la atención. Al final todo sale perfecto. Los pequeñajos se han portado genial y parece que les ha gustado. Para completar la actividad les repartimos un dibujo del dragón para que lo pinten. Son unos artistas.

Sant Jordi - Escola Montbui
En plena lectura de ‘El drac mandrós’ en la clase dels Eriçons.   Foto: Escola Montbui

12.30 horas

Con la alegría en el cuerpo por el éxito de la lectura me dirijo al parque de la Estación, donde están ubicadas las paradas de las librerías y entidades de Caldes de Montbui que participan en la feria de Sant Jordi. Me dirijo a la de la librería Llamborda. Allí está Alberto. Nos saludamos y me hace hueco en la mesa para que coloque mis… 15 libros. Optimista es mi segundo apellido.

No parece que vaya a haber una avalancha de compradores. Poco movimiento a esas horas. Alberto me sugiere que atraiga audiencia con unas tapitas de queso y jamón. Lo dice en broma, pero no habría que descartarlo. Se acerca un hombre de pelo blanco (como mi padre). Detiene la mirada en mi libro y… ¡zas! “Lo he escrito yo” (hablamos en catalán, pero os ahorraré el farragoso asunto de la traducción simultánea) “¿Síííí?” “Trata de un chico joven que tiene una vida cómoda pero no se siente a gusto y bla, bla, bla” “Muy interesante… ¿Me lo dedicas?” “¡Por supuesto!” Se llama Josep. Es de Sentmenat y está trabajando junto a un fotógrafo en la documentación de los caminos de transhumancia. “Qué casualidad, Diego, uno de los protagonistas del libro, es pastor, igual que su padre.” “Sí, eso es lo que me ha llamado la atención”. Genial. Nos hacemos una foto. “Quién sabe, igual en unos años eres famoso”. No lo dudes, Josep. Una venta así lo hace a uno crecerse.

Sant Jordi - Caldes de Montbui
Josep, esta foto valdrá millones. No tengo nada que ver con la estelada del fondo.

Más tarde intento la misma táctica con un matrimonio. Mucha suerte, que vendas muchos. Siguen su camino. En fin, que me tengo que ir. A las 16 horas me toca el turno en Barcelona y no puedo llegar tarde. Compro una rosa preciosa para mi mujer y a casita a comer.

15.55 horas

Aparco en zona azul, satisfecho por haber sido capaz de dejar el coche lo más cerca posible de la plaza Joanic. Eso es porque todavía no me he puesto a andar. Subo la calle hacia donde creo que está la plaza. ¡Meeeec! Error. La plaza no se divisa. Pregunto. Ahí abajo, al principio de la calle. Ale, he dado una vuelta considerable cargado con dos, repito, dos cajas de libros (os he hablado de mi segundo apellido, ¿verdad?). Por fin llego al estand de Espai Literari. Dejo las cajas en el suelo y me siento los brazos flojos. Tomo el relevo de Lola Mariné, a quien le ha tocado una hora muy mala para firmar, así que le digo que por mí no hay problema en que se quede todo el rato que quiera. Eso sí, mis libros bien colocaditos en la mesa reservada para el autor, que luzcan bien. Y empieza el carrusel de visitas. Amig@s y familiares, vosotros sí que sabéis cómo alimentar el orgullo del escritor.

Sin tiempo aún para sentarme ahí está Mónica, bloguera, cocinera, escritora de cuentos y devoradora de libros, que ha venido desde Tarragona para disfrutar del día y conocerme en persona. Y encima me trae un regalo, el libro Un any de contes, del que es responsable directa. Muchísimas gracias.

Mis cuñados, Raquel y Raúl, con mi sobrina, que mañana (hoy ya) cumple su primer añito. Está preciosa. Menudo sorpresón de los buenos, pero lo mejor es que compran un libro y me piden que se lo dedique a la pitufa, que es regalo de cumpleaños y que ya lo leerá. Espero que para entonces yo todavía conserve la lucidez para comentarlo con ella.

Llegan mis padres, siempre apoyando, y ayudando a la promoción. Mi madre compra uno de los libros de Lola Mariné, Nepal cerca de las estrellas. Núria, amiga de Facebook, ya compró El viaje de Pau en Espai Literari y se acerca para que se lo dedique y nos hagamos una foto. Es genial conocer en persona a la gente con la que tienes un contacto asiduo a través de las redes sociales. También es el caso de Cristina. Bloguera y seguidora de mi página de Facebook. Me compra nada menos que cuatro ejemplares, para ella y sus tres hijos. Con lectoras/clientas así uno podría vivir de la literatura. Aún queda una última visita, la de Francisco Hernández, también escritor, que acaba de publicar su primera novela, ¡Maldita Esvaroska…!, que ya tengo en mi poder. Total, ocho firmas en una hora. No está mal. El ego a tope.

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Antes de regresar a Caldes, a ver si por la tarde hay más movimiento, tengo la ocasión de conocer a otra Nuria, Vázquez, autora de BCN Confidencial, relato autobiográfico que ya recomendé aquí porque me enganchó de la primera a la última página, y al autor que me toma el relevo, Antoni Carrère, que se estrena con El manuscrit del temple. Intercambiamos impresiones, siempre interesantes. También charlo con Aureli e Inma, los “locos” que se han embarcado en la aventura de Espai Literari. Siempre es agradable conversar con ellos y más teniendo en cuenta que desde el principio me abrieron las puertas de su librería de par en par.

17.55 horas

Momento ‘Lost’ o ‘Colega dónde está mi coche’. Vale, bajo por esta calle y la primera a la izquierda encontraré el coche. Qué listo soy. Mi proverbial sentido de la orientación me va a ahorrar otra absurda caminata cargando una caja de libros. Vaya, esta calle no es… A lo mejor más adelante… Pues no. Subiré por aquí, quizás sea la calle paralela. Recuerdo entonces que he pagado zona azul hasta las 17.30. Estupendo, me encontraré con un regalito en forma de multa. Seré inútil… No hay manera de encontrar el coche, y temo que en cualquier momento se me caigan los brazos. Total, que después de 25 minutos andando como un pollo sin cabeza se me ilumina la bombilla y doy con la calle. Efectivamente, había aparcado muy cerca de la plaza Joanic, pero mi sentido de la orientación se ve que estaba de vacaciones. Y… uf, menos mal, no me han multado. Vámonos a Caldes.

19.30 horas

Ahora sí que hay gente. Pregunto a la chica que hay en la parada de la Llamborda cómo va. “Hemos vendido dos. La gente lo mira mucho”. Joder, qué sorpresa. Me voy a felicitar a mis pequeños. Ahí están… y tienen compañía. Antonio J. Bazalo y Jesús F. Alonso, malagueño de Barcelona y madrileño afincado en Caldes, dos chicos muy majos, también escritores autoeditados que, como yo, disfrutan de la diada de Sant Jordi desde dentro. Son coautores de Villaespino: cruce de caminos, un curioso e interesante experimento en el que han participado ocho escritores, y Antonio también es autor de Astralis. Sus novelas han hecho buenas migas con El viaje de Pau. Conversamos animadamente contándonos nuestras batallitas. Lo hacemos en catalán, el idioma natural en Caldes, hasta que me revelan su procedencia. “Pues no se os nota el acento”. Desde ese momento alternamos con el castellano. Con normalidad. Catalunya es una tierra bilingüe. Aquí cada uno utiliza la lengua con la que se siente más cómodo, nadie se lo va a reprochar. Mi libro está en castellano, y se vende en un municipio independentista. En serio, aunque en el resto de España quieran hacer creer que aquí existe un conflicto lingüístico, la realidad es muy diferente.

Antonio y Jesús se van. Si no he escuchado mal, han vendido seis ejemplares. Nos prometemos que estaremos en contacto (ya los he cazado en Twitter). Me quedo solo. A ver qué tal.

Sant Jordi - Caldes de Montbui
En el estand de la librería Llamborda. La tarde estuvo mucho más animada.

Una mujer merodea por la zona, me pregunta si soy de la librería. Le digo que no, que soy el autor de ese libro tan hermoso con el mochilero en la portada y aviso a una de las chicas que sí atienden en la parada. “Recomiéndame un libro que sea fácil de leer”. Mi compañera (lamento no haber preguntado nombres) me mira y señala a Pau. “Éste. A la gente le está gustando mucho”. Evidentemente, me lanzo. “Sí, sí, es muy fácil de leer. Es una historia contemporánea, con protagonistas muy normales, muy majos todos”. “¿Me lo dedicas?” “Pues claro”. Ale, qué fácil es vender un libro. ¿No podría haber un par de Sant Jordis más al año?

20.45 horas

Todo el mundo ha recogido y ya no pasa casi nadie por la calle. Es hora de volver a casa. Me despido de mis compañeras (una de ellas ha leído mi novela, a mediodía ya me dijo que le había encantado), a las que les espera un buen curro guardando libros.

En mi cabeza se acumulan un montón de imágenes, recuerdos, sensaciones, todas positivas. Realmente el día ha sido tan genial como imaginaba. No, en verdad ha sido mucho mejor de lo que imaginaba. No porque haya vendido cientos de libros, que no, sino porque Sant Jordi es un día especial siempre, pero este año además he sido protagonista. He conocido a gente interesante, he visto en persona a amigos de la esfera virtual, he firmado libros, he recibido el calor de la familia, he charlado y compartido experiencias, he leído un cuento escrito por mí en la clase de mi hijo… Una experiencia inolvidable. Hay que vivirla para poder saber lo que es. ¡Quiero más!

Hasta aquí este relato. Extenso. Mucho más de lo recomendable para un blog, pero no quería dividirlo en partes. Si habéis llegado hasta aquí es que no se os ha hecho tan pesado como sería previsible. Gracias por leerlo y por el apoyo que recibo de todos los que os pasáis por aquí. Esta aventura continúa adelante. Aún faltan muchos capítulos para llegar al final.

53 comentarios sobre “Diario de un feliz debutante en Sant Jordi

  1. Pero que puedo decirte ….bufff..¡¡felicidades de las gordas!! que me encanta verte asi de feliz, que tu libro y en definitiva tú esteis llegando alli donde soñaste y que me ha encantado revivir contigo este par de dias tan especiales para ti….enhorabuena Benjamin….me has contagiado tu entusiasmo y tu alegría….ahhh y también me has quitado un poquito el complejo que tengo de tontorrona por haber dejado olvidado en alguna parte mi sentido de la orientación…que soy capaz de no encontrar mi coche en un parking enano….
    Un abrazo enorme lleno de cariño….

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  2. Madre mía, qué subidón! Envidia sana, transmites tu entusiasmo por ese día de premio a tu esfuerzo continuado. Está muy bien darle una alegría al ego de vez cuando, me alegro de que hayas vivido el momento de esa forma tan positiva.

    Hay muchas maneras de medir el éxito. Te mereces todo lo bueno que venga. Felicidades y un abrazo grande!!

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    1. Tómate una caña a mi salud! Como siempre, palabras de aliento. 🙂
      Supongo que si hubiera pasado el día viendo pasar a la gente y con el casillero de ventas a cero este post habría sido muy diferente, pero estaba seguro de que iba a salir todo bien.
      Muchas gracias y un fuerte abrazo!

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  3. Estupendo, me agrada que te sientas feliz. Ya has hecho el tercer «pinito»: el primero fue escribirlo, el segundo publicarlo y éste, muy especial, el codearte con la gente.
    Cómo siempre te digo. ¡Animo, profe; y p´alante con los faroles!
    Mi enhorabuena.
    Un abrazo cálido de «Los tres de Canarias», o sea, Isa, Gara y Jesús.

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    1. Besos agradecidos para los tres. Tengo que reconocer que me encanta conocer a gente, compartir experiencias, escuchar sus puntos de vista y sus inquietudes. Un día como el de ayer es ideal para ello, y te das cuenta de que la mayoría de la gente está deseando tener alguna excusa para sacar la mejor de sus sonrisas.
      Muchas gracias, maestro! 🙂

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  4. Hola Benjamín,
    al igual que tú, yo también lo disfruté. Debo reconocerte que quise pasarme para poder conocerte personalmente pero me fue imposible. Espero poder hacerlo algún día o quizás… ¿el próximo Sant Jordi?
    Un fuerte abrazo literario.
    PD: Cristina se pasó por donde yo estaba firmando libros y me comentó que te vio (de hecho vi los cuatro ejemplares tuyos). Me pareció una persona muy entrañable 😉

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    1. Cristina es mi «ángel de la guarda», jajaja! Me alegré muchísimo de conocerla y constaté que es una bellísima persona, aún mucho más simpática que lo que demuestra a través de las redes sociales.
      Yo también pensé en acercarme a tu ubicación, pero según vi en tu blog el horario se me hacía incompatible. Seguro que habrá ocasión de conocernos. 😉
      Tengo entre mis tareas pendientes (que son cada día más) visitar tu blog con más asiduidad. Lo que escribes me parece interesantísimo. Me gusta mucho la historia, pero ¡no doy abasto!
      Un abrazo y muchas gracias por tus palabras.

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    1. Para ti también vendrán, ya lo verás. 😉 Muchas gracias por tu apoyo continuo! Me repito como el ajo, pero es que lo mínimo que puedo hacer es ser agradecido ante tal avalancha de comentarios agradables.
      Un abrazo!

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  5. He leído emocionada tu diario de San Jordi. Me alegro tanto de tu éxito, de tu más que merecido éxito… Si ya es bonito vivir ese día como lector, como escritor debe ser indescriptible.

    Ojalá el año que viene, los ejemplares los firmes en Madrid. Allí me tendrás.

    Un besazo

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    1. Tienes toda la razón: es un éxito. Las ventas son secundarias. En un escritor como yo vender libros no puede ser la prioridad porque estaría condenado a la decepción y al fracaso. El éxito es conseguir movilizar a tanta gente que hasta hace poco era desconocida, no ya por acompañarme en persona en un día tan maravilloso, sino por dedicar unos minutos de su vida a leer este tocho considerable y demostrarme su aprecio con comentarios como el tuyo. Suena a recurrente, pero es la pura verdad: me cargáis las pilas a tope.
      Un día nos veremos en Madrid. Seguro.
      Un abrazo!

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  6. Me alegra que fuera un día tan fantástico, por como se fue desarrollando el día y el éxito que tuvistes.
    Muchas gracias por tu mención, para mi fue muy especial, muy entrañable, contigo empece el recorrido y me gusto mucho conocerte en persona, seguí con Francisco y también tuve una muy grata impresión, después me fui a conocer en persona a Chelo, Josep y coincidiendo con rosa y María que ya conocía.fue un encuentro muyyyy agradable diría que fantástico.
    Me fui a casa con siete libros jajaja y algunos se me han quedado en el tintero.
    Para mi fue el mejor San Jordi, me encanto poder conoceros en persona.
    Un fuerte abrazo, te deso lo mejor
    Cristina

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    1. A mí también me encantó conocerte. Eres una «tía» genial, jajaja! (disculpa la confianza, pero después de haberme comprado cuatro libros entenderás que te tenga en un pedestal, jaja) Espero que te/os guste, porque como a Aureli se le ocurra organizar otro «apedreamiento» en la librería puedo ir bien preparado…
      Es genial conocer en persona a la gente estupenda de las redes sociales. Conforme vayamos ganando confianza igual un día podríamos organizar una quedada (yo me lanzo a la piscina) ya que veo que somos bastantes del entorno de Barcelona.
      Muchísimas gracias por todo. Un besazo!

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      1. Pues a mi me encantaría que hiciéramos una quedada, de hecho aproveche como te he comentado y contacte con seis personas y fue genial.
        Aprovechando que le llevaba a uno de mis hijos tu libro, empece a leer tu libro y ya en las primeras paginas me han enganchado y pensé que buen regalo les haces.
        Un abrazo muy fuerte Benjamín, te deseó todo lo mejor
        Cristina
        P.d. Hoy es la inauguración de la Expo de mi hija si quieres pasarte estáis invitados, verás la dirección en mi fc . Si no te puedes pasar cualquier día, estará unos días

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  7. Felicidades Benjamín. Enhorabuena por ese exitazo!!!
    Sentí no poder pasar a que me firmaras tu libro que ya había comprado días atrás, pero regresé justo el miércoles de viaje.
    Espero que podamos coincidir y que me dejes tu autógrafo.
    Un abrazo…

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  8. Muchas felicidades Benjamín cuando uno hace lo que le gusta es para estar contento, veo que disfrutas mucho con tu «hijo» que escribiste y lo estas dando a conocer por todos los medios.
    Pero la cultura es la que tenemos y está como está.
    Un saludo compañero

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    1. Muchas gracias! Sí, estoy contento y, efectivamente, hago lo que está en mis manos para dar a conocer mi novela, a pesar de que sea una labor muy complicada y de que, ciertamente, en este país no acabe de valorarse el esfuerzo que supone crear una obra artística, de ahí esa afición por descargar contenidos piratas. Pero yo soy optimista.
      Un abrazo!

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  9. Muy interesante tu «primer» Sant Jordi como escritor firmante. Qué casualidad, también fue mi primer Sant Jordi como librera en Barcelona.
    Me encantó conocerte, por casualidad, en la exposición de pintura y confío en que podamos coincidir más veces.
    Te deseo éxitos y reconocimiento por tu trabajo y nos seguiremos viendo por las redes.
    Un abrazo.

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  10. Estoy orgulloso de haberte conocido mi amigo Benjamín. Qué rico placer el ver la narrativa y las fotos que casi hablan por sí solas. Enhorabuena!!! He estado alejado por compromisos profesionales de los blogs pero que gracias al Universo finalizan esta semana. Un fuerte abrazo querido amigo!

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  11. Qué alegría leer estas cosas. Gracias por hacernos partícipes de tu día especial, me alegro mucho!! 🙂

    Seguro que vendrán muchos más Sant Jordis, te los mereces!!

    Cuando vengas a Valencia informa, que yo quiero un libro firmado! 🙂

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    1. Valencia y Madrid… se me resisten. A ver si encuentro un par de librerías majas, dispuestas a echar un cable a autores independientes como yo, y organizamos esas presentaciones que tanto me gustaría hacer, sobre todo para conoceros en persona. Muchas gracias!
      Un abrazo!

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