Pedradas que no descalabran

Librería Espai Literari - Apedrea a un escritor
Primera edición de ‘Apedrea a un escritor’.   Foto: Librería Espai Literari

No estamos acostumbrados a que nos digan que algo que hemos creado no es bueno, no gusta o estaría mejor de otra manera. Normalmente no estamos preparados para encajar las críticas negativas, y solemos interpretarlas como un ataque personal. No creo que sea un buen enfoque cuando pretendemos mejorar en la disciplina que sea. Si nadie se atreve a decirnos lo que hacemos “mal” no seremos conscientes de ello, con lo que estaremos condenados a repetir los mismos errores. Claro que si se atreven y nos lo tomamos a la tremenda tampoco servirá de mucho.

Cuando la librería Espai Literari de Barcelona lanzó la propuesta de juntar a un escritor con sus lectores para criticar su obra sin tapujos (pero educadamente, por supuesto) no lo pensé ni un segundo y me ofrecí como conejillo de indias. No voy a esconder el principal motivo que me llevó a ello: era una oportunidad más de promoción para El viaje de Pau. Una iniciativa tan original, tan inaudita en un mundo, el literario, en el que a los autores les encanta que hablen… bien de sus obras, por fuerza tenía que conseguir alguna repercusión, y cuando hablamos de un autor independiente con una obra autopublicada, que intenta asomar la cabeza, no se puede dejar pasar la más mínima ocasión.

Apedrega un escriptor
Haber leído el libro y ser respetuoso, únicos requisitos para participar. Foto y diseño: Benjamín Recacha

El segundo motivo, a muy corta distancia del primero, era escuchar a lectores con vía libre para criticar abiertamente mi novela. Lectores sin el más mínimo lazo afectivo hacia mí, desconocidos, amantes de la literatura y que, siendo un requisito imprescindible haber leído el libro, previsiblemente lo harían desde un punto de vista especialmente crítico, atentos a los aspectos mejorables. Se supone que es lo que hacen las editoriales, sólo que en mi caso albergo serias dudas de que alguna de las que recibieron el manuscrito realmente lo leyeran antes de rechazarlo. Era pues, una oportunidad magnífica para escuchar la voz del “editor”.

El tercer y último motivo, aunque mucho menos trascendente, era comprobar si, como creía a priori, encajaría bien las críticas. Creo ser una persona humilde, poco pretenciosa, pero también bastante segura y con el depósito de autoconfianza lleno. El viaje de Pau es mi primera novela y, por tanto, sería absurdo considerarla inmejorable. Sin embargo, es la novela que quería escribir; quedé satisfecho con el resultado final. Cuando tuve que decidir el estilo y el punto de vista narrativo tomé una decisión, arriesgada quizás para un escritor novel, y la mantuve hasta el final. La primera persona, combinando los puntos de vista de diferentes personajes, y el tiempo presente, lo que imposibilitaba el uso de un narrador, limitaba muchísimo mi margen de maniobra, pero quise demostrarme que era capaz de escribir esa novela, y lo conseguí.

Las reacciones que he ido recibiendo de lo que para mí son muchos lectores, tan desconocidos como los que el sábado me acompañaron en Espai Literari, me han convencido de que El viaje de Pau tiene un público potencial importante, así que escuchar las opiniones que normalmente un escritor (desconocido) no recibe de sus lectores, es decir, las negativas, no me podía hacer daño.

Soy plenamente consciente de que igual que hay gente encantada con mi novela (muchos pasáis por aquí regularmente), hay quienes la considerarán simplemente una historia entretenida, otros que pensarán que es floja y otros que la habrán incorporado al larguísimo listado de libros que jamás debieron escribirse. ¿Por qué no aprovechar la oportunidad de escuchar sus razones?

Está claro que si no hubiera obtenido tan buenas críticas previas no me habría ofrecido voluntario. Puedo tener mucha seguridad en mí mismo, pero no soy masoquista.

La valoración que hago del experimento es muy positiva. Una decena de críticos potenciales acudió a la cita con los deberes hechos, y tras unas primeras “pedradas” (“Apedrea a un escritor” era el lema del encuentro) de tanteo, no tardaron en surgir las críticas serias. En la sala había un par de escritores, experimentados (escritor y escritora), de los que revisan una y mil veces sus creaciones antes de darles el visto bueno (que nadie interprete una crítica por mi parte a esa manera de trabajar), que, lógicamente, habían diseccionado la novela hasta el punto de dejar poca cosa en pie. Lo soltaron todo, no tuvieron piedad con el pobre Pau y compañía y, sin embargo, no me sentí atacado en ningún momento. Las aportaciones de todos los asistentes me resultaron muy enriquecedoras. Es evidente que no servirán para mejorar El viaje de Pau, pero sí las voy a tener en cuenta para obras futuras.

Con ello no quiero decir que vaya a seguir al pie de la letra todo lo que dijeron, porque no podemos olvidar que, al fin y al cabo, no se trata más que de opiniones subjetivas. Lo que para una persona es una carencia o un error para otra puede ser incluso un punto fuerte. Ya he comentado que he escrito la historia que quería, consciente de que habría quien la consideraría floja, pero también confiando en que a otros lectores les engancharía la frescura, el dinamismo y la sencillez con los que está contada. Honestamente, creo que El viaje de Pau contiene mi esencia, mi sello personal, y estoy muy orgulloso de haber sido capaz de escribir una novela que desde la primera hasta la última línea se nota que es mía.

Aureli Vázquez, el “culpable” de haber creado ese oasis para los autores desconocidos que es Espai Literari… y de haberme servido en bandeja a un grupo de “leones hambrientos”, cerró la tertulia, porque acabó siéndolo, con una frase que resume a la perfección mi experiencia creativa y que para mí significa la constatación de que acerté: “Se nota que has disfrutado escribiendo esta novela”. Desde luego que sí. Muchísimo. Indiscutiblemente, ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.

Los que esperabais “carnaza”, tranquilos, que no me voy a despedir sin una pequeña ración. No puedo explicar mucho porque no quiero desvelar partes trascendentes de la trama, pero sí apuntaré algunas de las cosas que me criticaron:

–        La falta de narrador resta fuerza a la historia y el exceso de diálogo incurre en reiteraciones.

–        Los personajes son demasiado planos, sin matices, y evolucionan poco.

–        Se abren demasiadas tramas paralelas que a menudo se resuelven muy rápido.

–        Miedo al conflicto. Todo acaba teniendo solución.

No voy a rebatirlas. Sólo diré que buena parte de ellas las esperaba. Algunas las comprendo y creo que están relacionadas con el punto de vista narrativo, pero otras no las comparto, aunque evidentemente las acepto. El lector siempre tiene la razón. En cualquier caso, por si algún lector potencial duda tras leer esto, que antes de tomar una decisión se pase por aquí, donde encontrará numerosos ejemplos de la otra cara de la moneda.

Librería Espai Literari - Apedrea a un escritor
Un «reconciliador» vinito para cerrar el encuentro.   Foto: Librería Espai Literari

Para acabar quiero reiterar mi agradecimiento a Aureli e Inma por lo bien que me están tratando en su librería, animarles a que sigan impulsando iniciativas tan interesantes y enriquecedoras, animar a otros escritores a dejarse “apedrear”, y recordar a todos los que os pasáis por aquí que El viaje de Pau está a la venta en más de una veintena de librerías, incluida la tienda on line de Espai Literari, recién estrenada. Así que si la queréis en papel y no disponéis de un punto de venta cercano, ya no tenéis excusa para no comprarla.

Por cierto, si alguien me quiere “apedrear” virtualmente tiene vía libre para hacerlo, siempre que sea de forma educada y constructiva. Prometo que no habrá represalias.

41 comentarios sobre “Pedradas que no descalabran

  1. Querido amigo Bemjamín, me has hecho retroceder en el tiempo, tres años atrás cuando presentó mi novela, mi ex profesor y amigo Emilio del Carril. Te admiro y te creces como siempre por tu autenticidad, frescura e inteligencia emocional. Puedo concurrir con tus críticos en algunas cosas. Toda obra se puede mejorar, y si escribiera Mi Peor Enemigo Soy Yo nuevamente, la escribiría con modificaciones. Pero en esencia la dejaría casi intocable, porque al gual que vos estoy orgulloso de lo que escribí y me lo disfruté… Pero no es cierto que la falta de narrador resta fuerza, pues tu talento para hacer diálogos es muy bueno y es una de las técnicas más difíciles de desarrollar. Sí hay algunos personajes que pueden considerarse planos, pero los principales son sabrosos y exquisitos. Para las personas que editan o son profesores de literatura es fácil criticar y nunca encuentran nada perfecto o excelente, ni siquiera lo que ellos escriben. Me gustan que me critiquen, pero sabes, tengo mucha calle lidiando con expertos editores y escritores en mi isla y te diré que son igualitos en todos sitios. Yo voy a usted y pago doble, su estilo es único, fresco, lleno de autenticidad y verdad. Además una obra que se enmarca y desarrolla en una historia real es muy distinta a la literatura creativa que está de moda hoy en día. Un abrazo y un aplauso de pie por tu gran obra.

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    1. Desde luego, no hay como salir de un «apedreamiento» y encontrarse con el comentario del amigo Edwin para venirse arriba de nuevo. Tú sí que sabes motivar a la gente. Muchas gracias por tus palabras siempre cálidas. Un fuerte abrazo!

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  2. La primera persona del presente permite una complicidad con el lector que es muy difícil conseguir con la tercera. Es una forma narrativa mucho más cercana, permite una fuerte complicidad con el narrador-personaje, fusionar al lector con él y describir el mundo de una forma particular que puede marcar el estilo dentro de la novela. Yo no considero que limite porque escribir no es reflejar al cien por cien la vida real para ningún escritor. Los diálogos, aunque puedan sonarnos naturales en un libro, no lo son ni mucho menos. normalmente nos comemos palabras, dejamos frases en el aire, interrumpimos, hablamos a la vez. Eso ningún escritor puede reproducirlo y, además, tampoco sería correcto. Creo que escribir es hacer creer al lector que todo lo que pasa dentro de su novela es cierto.

    Hay muchas novelas escritas en primera persona del presente en el pasado que son obras maestras y otras escritas en los últimos tiempos dirigidas a un público adolescente que han obtenido mucho éxito. Yo, si te soy sincero, siempre he pensado que es el recurso más fácil para el escritor, pero tal vez para ti, simplemente, no ha sido la mejor forma de afrontar una novela de estas características. Topaste con problemas que, en un planteamiento previo y general de lo que querías escribir, no hubieras tenido. Yo nunca he planificado una novela. He escrito cuatro y creo que son malas precisamente por eso. Por supuesto, ya sabes que no considero la tuya una mala novela. Conseguiste resolver todos los escollos de la mejor forma posible y resultó un todo coherente y sincero.

    En cuanto a los diálogos, yo también soy de la opinión de que deben hacer avanzar la acción y tener un propósito de la misma manera que cada palabra escrita en cualquier novela. Y no sé si te comenté que hubiera eliminado un porcentaje del total para hacerla más dinámica.

    Pero el tuyo es un producto terminado y lo mejor que se puede hacer es mirar hacia adelante, como bien haces y, si consideras útiles esas críticas, tenerlas en cuenta para dar un salto de calidad en tu siguiente novela. Creo que todo el mundo puede mejorar, incluso el mejor. Si alguien cree que lo hace percfecto, no sólo se equivoca de cabo a rabo si no que, además, está perjudicándose seriamente.

    Si has descubierto que encajas muy bien las críticas, tienes mucho ganado. Yo soy mi primer crítico pero a veces es difícil aceptar que lo que crees que haces bien, no gusta a nadie y que, encima, el que te lo dice tiene toda la razón. ¡Un abrazo!

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    1. Gracias, Toni. Ya he dicho que me ofrecí al experimento porque previamente había recibido muy buenas críticas. Es decir, sabía que la novela gustaba. Habría sido muy diferente si no estuviera seguro del producto final.
      Cuando digo que el planteamiento formal me limitaba no quiero decir que me arrepienta de haberla escrito así. Estoy convencido de que ‘El viaje de Pau’ sólo se podía escribir en primera persona y en presente. Si hubiera optado por la tercera persona o por la primera en pasado habría acabado creando otra novela, aunque en esencia explicara la misma historia, y seguro que habría quedado igualmente satisfecho. Pero ésta la tenía que escribir así. Me demostré ser capaz de hacerlo, y ahora ya puedo pasar al «siguiente nivel».
      Me comentaste lo de los diálogos, efectivamente, e igual que comenté el sábado, entiendo la crítica. A mí también me queda la sensación de que alguno se podría reescribir, pero fíjate que durante estos días he estado leyendo mi novela (es la primera vez que lo hago con el libro en las manos), y me ha gustado. Me he sentido muy cómodo con la lectura y estoy seguro de que si la hubiera escrito otro autor la puntuaría alto.
      He decidido que el próximo post que escriba va a tratar sobre cosas como la credibilidad de la historia y de los personajes, su profundidad o falta de ella y evolución, etc.
      Algunas de las cosas que me dijeron el sábado me han hecho reflexionar y preguntarme por qué sólo pueden ser creíbles las historias en que los personajes son retorcidos y las cosas no acaban bien. Avanzo que no estoy de acuerdo. He leído muchos libros de los que te mantienen una sonrisa de bienestar de principio a fin que me han parecido buenísimos. ‘Brooklyn follies’, de uno de los más grandes (me encanta Paul Auster), es un ejemplo perfecto.
      Un abrazo!

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      1. Yo tampoco creo que las historias tengan que ser horribles o acabar mal necesariamente para que sean mejores, ni mucho menos, o más creíbles. Todavía tengo en la cabeza tu final y creo que las historias positivas permanecen mucho más tiempo en la memoria que las negativas. Debo de aprender de ti. Un producto acabado es un producto acabado. Y, en mi opinión, el escritor es el que debe considerarse inacabado hasta cierto punto, pero no desconfiar continuamente de lo que hace, como es mi caso, porque limita en extremo y es muy perjudicial. Yo he aprendido cosas estos últimos días analizando mi trabajo y he concluido que un plan global de la trama y una buena estructuración de los capítulos puede servirme para enfrentarme a una nueva novela. Pero está claro que, como hemos hablado alguna vez y hemos comentado más veces, cada escritor tiene su librillo y debe sentirse cómodo con la forma en que se enfrenta a la escritura para dar el máximo de sí. ¡Un abrazo!

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  3. A mi me encantan que me critiquen, constructivamente claro. Creo que es una manera de saber lo que podemos mejorar, siempre cogiendo las cosas con pinzas por qué tiene que saberse de dónde viene la crítica y de dónde.

    Pero seguro que has aprendido muchísimo y como tu dices al final hay una explicación para algunas cosas. Solo leyendo cosas después de lo que escribiste y por qué se pueden entender algunas maneras de hacer.

    Me alegro que no te dejaran mal 🙂

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    1. A mí no me encanta que me critiquen, tampoco exageremos, jajaja! A todo el mundo le gusta que reconozcan su trabajo, pero cuando uno está convencido de lo que ha hecho escuchar voces críticas es, como dices, una oportunidad de mejorar.
      Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo!

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      1. A mi me gusta si lo hacen constructivamente, no a cada hora claro jajaja. Pero a veces cogiendo cosas de aquí y de allá que nos dicen (gente con cariño siempre) podemos arreglar muchas cosas que creíamos que hacíamos bien. Pero siempre al final decidiendo nosotros, si no nuestro trabajo ya no es nuestro si no de otros 😉

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  4. Hay que ser muy valiente para asumir y salir airoso de una crítica aunque sea constructiva. Lo digo por experiencia personal. Intentas aceptarla, intentas que no te afecte, pero en el fondo está en juego tu amor propio. Aún así las recibo encantada, porque gracias a estas críticas constructivas conseguimos mejorar y aprender que es lo verdaderamente importante.

    Espero que las próximas «pedradas» sean en Madrid. Un abrazo.

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    1. Insisto en que el «secreto» se encuentra en estar convencido de que lo que has creado es lo que realmente querías hacer. Y si encima una cantidad muy respetable de lectores muy variados ha «aplaudido» tu trabajo, unas pocas críticas negativas no hacen daño, sino que son una buena oportunidad para tomar nota.
      Ojalá. Un abrazo!

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  5. Las críticas son importantes para poder crecer y mejorar. Ya sea como escritor o como persona. Aunque tengo que reconocer que algunas veces duelen y te dejan con un saborcillo algo amargo. pero… hay que seguir.
    Benjamín, compré el otro día el libro en Espais Literaris. Me invitaron a ejercitar «las pedradas», pero estaba fuera de Barcelona ese día.
    En cuanto tenga tiempo me meto con Pau.
    Un abrazo y espero muchos éxitos en tu caminar literario…

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  6. Me alegra ver que, en el segundo año de tu blog sigues vivo; que las piedras del experimento de la librería con tus lectores críticos fueran como el carbón dulce que ponían los Reyes Magos a los que nos portábamos regulín regulán. A ver si puedo seguirte. Que te vaya bien.

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    1. Muchas gracias! Yo no calificaría de «dulces» precisamente las «pedradas», pero, eso sí, fueron muy educadas. 😉
      Bienvenida a esta recachita, donde me encantará recibirte siempre que te apetezca. Ya me he paseado un poco por tu «otro milagro», que me ha parecido de lo más interesante. Es todo un honor recibir visitas tan ilustres. Un abrazo!

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  7. Bueno poco puedo decir…es la primera vez que piso por aquí y tan solo puedo decirte ¡enhorabuena! porque escribir un libro o realizar cualquier obra que contenga parte insustituible de nosotros mismos creo que ya es un logro..si además gusta, mejor que mejor pero si no es así me parece admirable contar con la suficiente personalid para que las críticas tan solo sirvan para aprender un poquito más e intentar mejorar..
    Un saludo…

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    1. Bienvenida! Es todo un placer recibir a nuev@s visitantes, y más cuando dejan comentarios tan bonitos como el tuyo. Afortunadamente, estoy muy satisfecho con mi novela, que poco a poco se va abriendo camino. La experiencia del sábado fue muy constructiva. La repetiría sin dudarlo. Un abrazo!

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  8. Buf qué valiente. No sé si yo hubiera sido capaz. Cuando estás feliz y orgulloso de algo que haces que desconocidos se metan con ello no es fácil de encajar. Tienes que ser muy maduro para aceptar el feed back, algo que no nos enseñan en las escuelas de pequeños (en otros países pedir feed back es de lo más normal). Me ha hecho ilusión verte en la foto con Aureli Vázquez a quién conozco. Al final todos los cracks os encontráis por el camino. Si te han ayudado las pedradas para tu próxima novela genial. A veces hay que escuchar y romper el espejo porque no nos gusta ni lo que vemos de nosotros ni lo que nos dicen y nunca somos capaces de ver. Pero insisto, hay que ser muy maduro y estar seguro de uno mismo para pasar por ahí. Te felicito. Un abrazo

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    1. Tú sí que eres una crack! 😉
      Muchas gracias, María José. Si algo estoy aprendiendo de esta aventura en la que me he embarcado es que tengo mucho que aprender y que debo abrirme a recibir cualquier feedback. Después ya decidiré qué interacciones me son realmente provechosas, pero la puerta tiene que estar siempre abierta. Creo sinceramente que esa actitud sólo puede generar resultados positivos, el que más, la gente estupenda que me voy encontrando. Aureli es un ejemplo perfecto. Gracias a una casualidad maravillosa conocí a Inma, quien me habló de la librería que acababan de estrenar y me abrieron las puertas de par en par. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos.
      Como explico en el texto, me atreví con las «pedradas» porque ya sé que mi novela gusta. Tengo lectores que le han dedicado palabras maravillosas y otros que la han disfrutado de verdad, así que un poco de crítica negativa tampoco viene mal. Tenía curiosidad por conocer la otra cara de la moneda. Supongo que si me hubiera encontrado con treinta críticos despiadados ahora no estaría tan tranquilo, jajaja!
      Un abrazo!

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  9. Qué buen experimento, querido Benjamín, éste de exponerte a las «pedradas». No me sorprende porque te sé valiente, pero déjame decirte que no es común sacar la cara para que otros la juzguen sin miramientos. Me da gusto que la experiencia te resultara positiva, enriquecedora. Aunque El viaje de Pau es un buen libro, tu apertura y madurez garantiza un segundo libro aún mejor, Enhorabuena…
    Abrazo fuerte

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    1. Muchas gracias, Julia. La sinceridad es un ejercicio muy saludable, aunque algunas de las cosas que te digan no agraden. La experiencia fue, ciertamente, muy interesante.
      Ojalá tengas razón respecto a mi segundo libro. Me conformaría con disfrutar tanto del proceso creativo como con el primero.
      Un abrazo!

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  10. Sabido es que los elogios se beben, pero las críticas hay que saber masticarlas, y a veces a pesar del esfuerzo se quedan enganchadas al esófago provocando un fenómeno más conocido como ‘cara de póker’, por eso encuentro muy valiente de tu parte someterte a tal ejercicio.
    No he leído el libro, pero seguro lo haré, aunque sólo sea porque la actitud del autor lo merece.
    Ya me gustaría tener esas tablas! Pero se necesita un mínimo de calidad para atreverse!
    Saludos

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    1. Muchas gracias! Pues si lo lees, ya sabes que la crítica será bienvenida… 😉
      La calidad es algo muy subjetivo. Se da por entendido que quien publica un libro, aunque sea por sus propios medios, cumple con los estándares mínimos en cuanto a ortografía, sintaxis, puntuación, etc. Luego, la historia que cuente y cómo lo haga, será bien recibida por unos y criticada por otros.
      Eso sí, si no hubiera obtenido valoraciones tan positivas antes del «experimento», no me habría presentado voluntario.
      Encantado de recibirte en esta recachita!
      Un abrazo.

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  11. Buenos días querido Benjamín:
    Las criticas constructivas siempre son buenas se aprende de ellas ahora las maliciosas y de envidia fuera ni caso.
    Tu libro es muy bueno, a mí me encanta, ya me queda poco para acabarlo le dedicaré un post en mi humilde rincón, aunque merece muchos más homenajes.
    Un abrazo amigo!
    Pídeme paso si te apetece mi blog es privado me pides paso?

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  12. Benjamín!!!.. Llevo bastante tiempo sin pasar por mis blogs favoritos… (entre ellos el tuyo), así que te leo tarde, pero no quiero pasar la oportunidad de felicitarte por «el experimento». Es un acto de valor, pero también de humildad, exponerte desnud@ a que te digan sin tapujos lo que piensan de tu obra. Celebro que fuese constructivo. Es un paso más en ese camino increíble que tomaste un día. El día que decidiste ser escritor.
    Un besabrazo.
    PD: Tengo que reconocer que aún no leí El viaje de Pau, pero prometo hacerte de crítica en cuando lo acabe…. (espero no tener que esperar a vacaciones…)

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