Como diría Miguel Ríos, gracias por estar aquí


Ayer publiqué el post número 100 en ‘la recacha’. También ayer llegué a los 100 seguidores en mi página de Facebook. Al mismo tiempo he sabido que un amigo de Puerto Rico y otro de Costa Rica, amigos recientes, virtuales, de los que hacemos a través de este mundo maravilloso que es la blogosfera, han comprado ‘El viaje de Pau’ en papel y esperan tenerlo en las manos en los próximos días. Son detalles así los que a uno le hacen renovar el ánimo y seguir adelante, convencido de que está trabajando en la buena línea.

De verdad, no sabéis qué sensación tan agradable, cuánto agradecimiento me hace sentir que personas hasta hace cuatro días desconocidas y que, de hecho, sólo nos conocemos por lo que escribimos en blogs y otras redes sociales, se molesten en acceder a Amazon y gasten su dinero en el libro de un tipo que vive a miles de kilómetros, con el que no les une nada (bueno, ahora sí, desde luego), y con tantísimas alternativas de calidad donde elegir. Gracias, Esteban y Edwin. Y gracias, por supuesto, a todos los que seguís este blog, estéis o no leyendo mi libro, lo hayáis leído ya, penséis hacerlo en un futuro, o no lo vayáis a leer jamás.

Cien posts. Guau! Cuando empecé a finales de enero esta aventura tenía claro que no era un capricho del que me cansaría a los cuatro días. Estaba seguro de que ‘la recacha’ era un proyecto sólido, sin más pretensión que la de ir dejando mis impresiones sobre el mundo en el que vivo y cualquier otra cosa que me apeteciera: fotos, relatos, poemas, reseñas literarias, recuerdos de juventud… También tenía claro que iba a ser la plataforma de lanzamiento de mi ópera prima, el recurso principal para difundirla e intentar hacerle un huequito en el panorama editorial. Y en ello estamos.

Ya lo he comentado en otras ocasiones. Ahora no voy a ir de falso modesto: sé que escribo bien. Me gusta hacerlo y tengo la facilidad (como otros muchos blogueros) de expresar por escrito lo que quiero transmitir. Ahora bien, cuando uno abre un blog no lo hace pensando en conseguir miles de seguidores que lo reverencien (no es el caso, por supuesto). Y si alguien lo cree, tiene los días contados. A cada seguidor hay que ganárselo con cada palabra que escribes. Cada artículo tiene que ser único y llevar tu firma. Las copias, las imitaciones, en mi modesta opinión, acaban por ahuyentar a la audiencia.

El hecho de que poco a poco la familia de ‘la recacha’ vaya en aumento me hace pensar que los que os acercáis por aquí estáis satisfechos con lo que ofrezco, aunque sea tan heterogéneo (un día pongo a parir al gobierno, al siguiente cuelgo un relato, al otro unas fotos, al otro un post sobre las mascotas de mi infancia…) que resulte inclasificable.

Me encanta cuando veo que blogs que sigo empiezan a ser visitados y comentados por seguidores del mío, y que seguidores de otros blogs aparecen por aquí. Tengo la reconfortante sensación de que estamos creando una comunidad de personas con inquietudes parecidas, que sienten amor por las palabras escritas, y que están convencidas de que a través de las palabras podemos contribuir a conformar un mundo mejor.

En fin, que aprovechando que ya soy centenario quería daros las gracias por estar ahí y deciros que me queda cuerda para rato.

Aprovecho para explicaros por qué he ilustrado este artículo con fotos de gente leyendo ‘El viaje de Pau’. Se trata de una iniciativa que he puesto en marcha desde mi página de Facebook (a la que os invito que os unáis quienes no lo hayáis hecho aún) con la idea de conseguir el máximo número de imágenes de lectores de la novela y aprovecharlas para hacer un nuevo vídeo promocional. Si os animáis, serán “entusiásticamente” recibidas.

8 comentarios sobre “Como diría Miguel Ríos, gracias por estar aquí

  1. BRAVO !!! Bejamín, cuenta con mi foto leyendo tan pronto me llegué la copia de Amazon. Es un mecanismo muy acertado y simpático el que has seleccionado. Y aclaro, el universo conspira cuando somos auténticos y nobles. Tenemos muchas cosas en común amigo escritor, con una fuerza tan poderosa que rebasa la distancia, el espacio, el idioma y acentos y hasta podemos congelar el tiempo para disfrutar las piezas de arte de nuestros pares a través del mundo y darles un abrazo fuerte y agradecimiento por dejarnos entrar en su galaxia encantado de sueños…

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    1. Qué responsabilidad tan grande el ser ejemplo de algo! Me alaga que tengas ese concepto de mí, pero, de verdad, no soy más que un novato en la blogosfera que sólo hace lo que le dicta su conciencia. Muchas gracias, Encarni, y besos desde el noreste! 🙂

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  2. Mis felicitaciones, amigo. Comparto todo lo que dices. Y algo muy especial es que hay cantidades ingentes de personas maravillosas a las que conocemos gracias a la Red. El uso de internet, siempre que se haga bien, es magnífico.
    Un abrazo, Benjamín.

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