Pau es un ejecutivo con una exitosa carrera profesional, pero, superados los 35, siente que su vida carece de sentido. Tiene una existencia cómoda, pero insustancial. Lleva tiempo queriendo cambiar; sueña con dejarlo todo y empezar de cero en un pequeño pueblecito de montaña, pero no se atreve a dar el paso. Una noche sale a dar una vuelta por el barrio de Gràcia de Barcelona (donde vive) y conoce a Sandra. Conectan y Pau se sincera con ella. Esa misma noche topan con un perro que ladra desesperado y que les conduce hasta su amo, un hombre mayor que yace inconsciente en plena calle. Esa coincidencia marcará el inicio del viaje de Pau.

El hombre se llama Diego. Es un viejo pastor del Pirineo Aragonés que se ha escapado de la residencia donde estaba interno, prácticamente abandonado por sus tres hijos. Quiere volver a su pueblo, Bielsa, y Pau decide que esa es la señal que estaba esperando para emprender el cambio en su vida, así que se ofrece a ayudarle.

Pronto Pau y Sandra ocuparán en el corazón de Diego el vacío que han dejado sus verdaderos hijos, y Ariadna, una niña que arrastra una complicada situación familiar y que resultará un personaje clave en el desarrollo de la trama, se convertirá en una especie de “nieta adoptada”.

Diego, una persona noble y de convicciones muy firmes, ha pasado la mayor parte de su vida añorando a su padre, Emilio, un hombre ejemplar, republicano hasta la médula, que desapareció durante la Guerra Civil, tras el episodio conocido como la Bolsa de Bielsa, que significó el fin de la presencia republicana en el Pirineo después de meses de resistencia.

Ni Diego ni su familia supieron nunca qué pasó con él, aunque estaban seguros de que había sido represaliado. Ahora, tantos años después, Pau se propone averiguar la verdad y encontrar sus restos. La casualidad, o el destino, les conduce hasta el diario que escribía Emilio, y su lectura les dará las pistas necesarias para iniciar la búsqueda. Una búsqueda salpicada de nuevos personajes, cada uno de ellos con interesantes historias que contar.

El viaje de Pau es, pues, no sólo un viaje físico, sino, sobre todo, un viaje por la memoria, en busca de la verdad y de la justicia.

Y todo esto enmarcado en el marco incomparable de Bielsa, su Valle de Pineta, y las imponentes montañas que lo rodean. Porque el paisaje es el otro gran protagonista de esta aventura repleta de emoción, amor, humanidad, rencor, desengaño, arrepentimiento, pasión, intriga… Todo ello aderezado con unas gotitas de humor.

Espero, de todo corazón, que disfrutéis del viaje.