La muerte tenía un precio

Doctor Antoni Ribas
El doctor Antoni Ribas en UCLA – La Vanguardia

Esta semana la ciencia nos ha proporcionado una buenísima noticia. El equipo oncológico de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), liderado por el doctor Antoni Ribas, ha presentado en el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica, en Chicago, un estudio clínico sobre tratamiento del melanoma con resultados esperanzadores. Lo más llamativo del trabajo es que pacientes con cáncer de piel que ya había causado metástasis y que, por tanto, no tenían apenas esperanzas de vida, gracias a la inmunoterapia en que se basa el tratamiento han logrado recuperarse de forma aparentemente completa.

El doctor Ribas se marchó a Los Ángeles en 1996 para dedicarse a la investigación oncológica. Se especializó en melanoma, uno de los cánceres más agresivos y de peor pronóstico una vez ha causado metástasis.

Tras montones de pruebas y ensayos, muchos de ellos insatisfactorios, su equipo ha dado con la clave para luchar contra esta terrible enfermedad. Su tratamiento es mucho menos agresivo que la quimioterapia y la radioterapia, ya que no basa su estrategia en el ataque directo a las células cancerosas, sino que las hace reconocibles a nuestro sistema inmunitario, de forma que puedan ser destruidas. Los efectos secundarios también son mucho menores.

El miércoles tuve la oportunidad de escuchar en la emisora RAC-1 una entrevista con una de las 135 personas que han participado en los ensayos clínicos del nuevo tratamiento. Se trata de José Sancho, un hombre de 68 años, vecino de un pueblo de Castellón. Aquejado de un melanoma que, entre otras cosas, le había provocado que uno de sus brazos aumentara de volumen de forma grotesca, y con nulas expectativas de curación, menos de un año después está virtualmente recuperado. En su organismo no quedan rastros de cáncer.

Todavía no se puede decir que la inmunoterapia sea el camino definitivo en la guerra contra el cáncer porque hay muchos tumores diferentes y no en todos funciona con la misma efectividad, pero, desde luego, abre una puerta muy esperanzadora. Aún pasará un tiempo hasta que el tratamiento del equipo del doctor Ribas desembarque en Europa, ya que se encuentra en fase experimental. Antes, presumiblemente en unos pocos meses, se aprobará oficialmente en Estados Unidos.

Sin embargo, sí que se comercializan ya otros tratamientos contra el cáncer basados igualmente en la inmunoterapia. El problema es su precio. Nada menos que 80.000 euros. Es como esos millones de personas aquejadas de malaria y otras enfermedades curables… Como no tienen recursos para adquirir las vacunas y medicamentos que las curan, pues siguen cayendo como moscas. Y es que, claro, las farmacéuticas no son ONGs.

Otra cosa a tener en cuenta es hasta qué punto a la industria farmacéutica le interesa promover medicamentos que compiten directamente con importantes fuentes de ingresos como son los tratamientos basados en la quimio y la radioterapia. El debate ético queda abierto.

Y ahora llega la segunda parte de esta reflexión. Al enterarme de la noticia me alegré mucho, por supuesto, y más aún después de escuchar la entrevista con el señor que ha salvado la vida gracias al descubrimiento del equipo del doctor Ribas. ¿Quién no ha sufrido las consecuencias del cáncer en su entorno más inmediato?

Pero acto seguido me asaltó un pensamiento de sabor bastante amargo. Nos alegramos muchísimo cuando alguien salva la vida. Nos emocionamos cuando, tras días atrapada bajo los escombros de un edificio, aparece viva una niña. Ningún ser humano decente cuestionará la conveniencia de invertir todo el dinero que sea necesario en una investigación médica. Ahora bien, a la vez que se invierten miles, millones de euros en la búsqueda de nuevos tratamientos médicos, se gastan muchos más en desarrollar todo tipo de armas, pudiéndose dar la absurda paradoja de que alguien que ha salvado la vida gracias a un costoso avance médico, la pierda un instante después víctima de un balazo, una bomba o una mina antipersona.

El mismo día que conocíamos este gran avance en la lucha contra el cáncer morían cientos, miles de personas víctimas de los innumerables conflictos bélicos que asolan el planeta. ¿No es absurdo?

Ese mismo día en que nos alegrábamos de la curación del señor Sancho, otras muchísimas personas morían de hambre y víctimas de enfermedades curables en lugares como Sudán del Sur, Somalia (más de 250.000 personas murieron durante la hambruna acaecida entre octubre de 2010 y abril de 2012 mientras los gobiernos occidentales se preocupaban por el perjuicio económico que causaban los piratas) y el Sahel.

Parad un momento a pensar en tales contradicciones. ¿No es para volverse loco?

18 comentarios sobre “La muerte tenía un precio

  1. Incluso puedes temer que la muerte y abandono de tantos se incluyan en el precio a pagar por una medicina tan selectiva.
    Yo también me alegro de tales avances y de la suerte del señor Sancho. Y de esta victoria de la ciencia y de los científicos sobre la enfermedad.
    Y una cosa más. El doctor Ribas, aquí, estaría, en el mejor de los casos, sin presupuesto y clamando en el desierto.

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  2. Una magnífica reflexión que relaciona los avances científicos con acceso restringido, según la economía del mapa geográfico donde uno nace y la inversión en armas que provocan muerte y sufrimiento. Una verdadera paradoja que no nos deja indiferentes. Gracias Benjamín por mostrarnos las dos caras de la misma moneda y por invitarnos a reflexionar y cuestionar la propia dinámica social.¡Abrazos!.

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  3. Totalmente cierto. ¿Nos hemos acostumbrado a escuchar noticias de destrucción, hambre, guerras, matanzas por ideologías o creencias? A mi esto me da miedo, que el ser humano se quede pasivo ante todo esto. Muchas gracias por tu post y por hacernos reflexionar. Buenas noches!!

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    1. Y en medio de tanta masacre inhumana aparecen de vez en cuando maravillosas noticias como las que tratan sobre avances en investigación médica. No puedo evitar pensar que son como simples oasis en el desierto… o peor aún: espejismos… Saludos!

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  4. ¡Qué alegría ver esta clase de noticias! Yo, por desgracia, tengo a una persona muy muy cercana luchando contra el melanoma, dentro de poco le operarán de su segunda metástasis. Es una enfermedad muy dura, tanto para la persona como para los que estamos con ella.

    Y alegrándome de esta clase de noticias, que nos hace ver un poquito de luz al final del túnel, no puedo evitar sentir vergüenza por la deshumanización que existe. Sólo piensan en recaudar y no les tiembla la mano al quitarle a una persona la medicación que le va bien por otra que no tanto, simplemente porque es más barata. Será que tienen la grandísima suerte de no conocer a nadie con esta enfermedad.

    También da vergüenza que, con tantos españoles valiosos que investigan para mejorar nuestras vidas, siempre tengan que hacerlo desde otro país.

    Pero lo más vergonzoso es, como tú has dicho, que en vez de invertir el dinero en lo que realmente importa, que es la salud de todos nosotros, lo hagan en justamente lo contrario: matar.

    Sí, es para volverse loco.

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    1. Lo has explicado perfectamente. En cuanto al problema de salud tan grave que comentas sólo puedo desearos toda la suerte del mundo y, no sé, quizás pudierais informaros sobre el tratamiento del doctor Ribas. El señor de Castellón fue a parar a sus manos gracias a las pesquisas de su hijo. Un abrazo fuerte!

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      1. ¡Muchísimas gracias! Todo va a ir bien, es joven y muy fuerte 🙂

        He empezado a informarme sobre el tratamiento del doctor Ribas, a ver si con un poco de suerte podemos hacer algo.

        ¡Un abrazo!

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  5. Gracias por informarnos sobre algo tan necesario.
    Los avances en este tipo de enfermedades son muy lentos, por propia experiencia mi cuñada acaba de salir de un tratamiento de un año de un Linfoma de Hopkings, el cual ha estado a punto de llevársela, ya lo sufrió hace 20 años y no se lo eliminaron completamente ya que no existían tratamientos como los de ahora.
    La reflexión a la que nos invitas no tiene desperdicio…mezclar salud con economía es bomba a punto de explorar…y sin apenas darnos cuenta la gente muere tanto enferma como en las guerras…

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    1. Querida amiga, me temo que en el mundo en que vivimos pocas cosas son blancas o negras, y me temo más aún que cuando hay dinero de por medio acostumbran a tirar bastante hacia el negro (ya sé que en determinadas culturas las connotaciones de negro y blanco son opuestas a las que les damos aquí, pero así nos entendemos). En cualquier caso, el avance en la investigación sobre el cáncer es una buenísima noticia. Besos!

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        1. Si siempre tuviera razón sería un poco aburrido, ¿no? Que sepas que me he contenido de escribir un artículo inspirado por el doble alquiler subvencionado por todos los españolitos de González Pons… Aisssshhhh, que me sulfuro…

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