Hacía años que no me atrevía a componer un poema, pero esta noche me he sentido inspirado por el recuerdo de tantos veranos maravillosos disfrutando de la naturaleza salvaje del Valle de Pineta, en el corazón del Pirineo Aragonés.
Veranos de Pineta
Montañas que a uno impresionan,
ríos que son de cristal,
bosques que te emocionan.
Un paisaje de postal.
Veranos de Pineta,
días de libertad,
de juegos, rutas, estrellas,
de charlas, sol y amistad.
De tormentas que estremecen,
de aprender sobre la vida.
Ninguna cosa es sabida,
los sentidos obedecen.
Cuando pienso en Pineta
siento una gran alegría.
Su recuerdo son aquellas
veladas en fiel compañía.
Reuniones de inagotables risas
bajo la luz de la luna.
Se nos olvidaban las prisas
lejos de preocupación alguna.
Veranos de Pineta…
Asomarse a su Balcón,
admirar Monte Perdido,
increíble sensación…
Por doquier saltos de agua,
el hielo de Marboré,
águilas, sarrios, marmotas…
De todo me enamoré.
De sus millones de flores,
de serpientes y lirones,
de aquel rincón escondido,
de ilusiones nunca rotas.
Pineta es un paraíso,
alimento para el alma.
Es adictivo, lo aviso.
Es sentirse siempre en calma.
Benjamín Recacha García
14 de abril de 2013
la recacha 
Te felicito Benjamín, me encanta!
Es maravilloso cuando las cosas fluyen, y surgen creaciones como éstas.
¡A seguir creando!
Saluditos danzarines,
Ana Belén.
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Gracias, Ana Belén! En ello estamos. Bueno, en este preciso momento estoy viendo al gran sabio José Luis Sampedro en ‘Salvados’. Qué gran perdida…
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Pues sí Benjamín, pero su palabra le hace eterno.
A seguir luchando y feliz semana.
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Enhorabuena!! Me siento muy identificada… los veranos en Pineta han sido los mejores de mi vida y no hay día que no tenga en mente ese maravilloso valle y sus montañas…
Saludos!!
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Una de las espinas que tendré clavada por siempre es no poder acampar en Pineta, en la pradera donde pasé todos los veranos de mi infancia y juventud, con mi hijo. Ningún niño debería perderse una experiencia tan humanamente enriquecedora. Muchas gracias por tu comentario. Saludos!
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Belleza rebosante de naturaleza desbordada y nostalgias de ayer…Pirineo rotundo y austero viento de olores perfumados. Estrelladas noches de húmedos sueños y viajes imaginados… Gracias Benjamín por recordarnos tanta belleza.
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Imperdonable error no dedicar versos a los olores y al viento… Ese sonido maravilloso de las hojas de los árboles mecidas por el viento y ese olor a hierba, a lluvia, a río… Ya estoy allí otra vez.
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Desde luego, un lugar que visitar… de todo me quedo con la calma que se respira. Me lo apunto en el mapa, inspirado por una brisa fresca. Qué bonitas palabras enmarcadas por montañas.
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Si te gusta la naturaleza y andar por la montaña, no dudes en visitarlo. No te decepcionará. Gracias!
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